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Momento delicado de la JEP

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La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) pasa por un momento delicado. A los ataques que ha recibido desde varios grupos políticos, del fiscal general y delíderes de opinión, ahora se destapa un escándalo de corrupción, en el que se ve involucrado un fiscal de apoyo, Carlos Bermeo, a su servicio. Deja muchos interrogantes la imagen del funcionario embolsillándose un fajo de billetes que recibe debajo de la mesa y que se los entregó quien fue antes su mentor político, el condenado senador Luis Alberto Gil, famoso por crear un partido al servicio de los paramilitares.

Es indudable que algo chueco está pasando aquí. La detención de cinco personas con una maleta de dinero, el seguimiento que se hizo con interceptaciones telefónicas para dar con el aparente hecho delictivo y la ratificación del procedimiento por un juez muestran que efectivamente hay material probatorio que puede llevar a que se llegue a condenas, aunque esto deberá probarlo la Fiscalía y será otro juez de la República el que confirme o no esta acusación.

Es bueno advertir que son muchos los interrogantes pendientes para aclarar el asunto. De dónde salió el dinero es la primera pregunta. Porque suena muy extraño, aunque en este país nada nos debería sorprender en materia de corrupción, que un condenado por parapolítica sea quien gestione a nombre deSeuxis Pauxias Hernández, más conocido como Jesús Santrich, para que sea favorecido por la JEP. No obstante, tanto el jefe del fiscal detenido como la propia presidenta del Tribunal afirman que ese funcionario no podía incidir en la suerte que correría dentro de la entidad el proceso del exguerrillero de las Farc. ¿Cuáles fueron los argumentos de Bermeo para convencer a quienes le iban a dar semejante cantidad de dinero de que podía favorecer un resultado? Son temas que tendrá que ser muy juiciosa la justicia en resolver, así como por qué la cámara estaba tan bien ubicada como para lograr la captura tan precisa del momento del soborno, como de película.

Entre tanto, la JEP tendrá que mostrar con suficiencia su razón de ser. La mejor manera de contrarrestar las voces que piden su clausura es haciendo bien su trabajo, que sus decisiones no tengan lugar a señalamientos por favorecimientos o por falta de estudio juicioso. Y eso solo se logra a través de los fallos. Por este motivo, esperamos que este grave incidente se resuelva pronto y sirva para que se abran más los ojos sobre las personas que trabajan allí, que deben ser intachables, tal como ya lo anunció la Presidencia del tribunal que lo harán. Esta semana  fue desvinculado Bermeo y valdría la pena mirar cuántos otros recomendados políticos fueron nombrados allí, como desgraciadamente sucede en otras instancias de la justicia.

Estos son momentos en los que el Estado debe mostrar toda la cabeza fría a través de quienes ejercen la función pública. El proceso de paz con las Farc sigue siendo frágil, pues como siempre hemos dicho, lo más difícil siempre sería la puesta en marcha de los acuerdos, y la JEP es pieza fundamental de estos. Así que bien vale la pena que reflexionemos sobre la importancia de cumplir la palabra empeñada, pues el bien mayor de tener miles de hombres armados menos debe ser considerado como un logro en toda su extensión. No se le puede seguir poniendo en riesgo.

*Internacionalista.

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