HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Debatir en democracia

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Se sostiene en círculos académicos y políticos con sobrada razón, que el debate es en sí mismo la quintaesencia de la democracia, puesto que implica la defensa de las ideas propias, como las contrarias a nuestros enunciados y posturas. Lo realmente importante en ellos es la construcción de argumentos, la confrontación de ideas, la muestra y aceptación del pensamiento plural y distinto, por lo que el debate debe ser sin duda el escenario de la confrontación y no seguir privilegiando como hoy otro tipo de habilidades y de expresión, dejando la retórica, la argumentación y el arte discursivo en general para pocas áreas profesionales, lo que es un contrasentido, si consideramos que es a través de la voz que fundamentalmente nos comunicamos con los demás por ser el medio de expresión que más utilizamos a través de nuestra vida.

Sin debate no hay democracia se ha aseverado siempre, de ahí la importancia de compartir escenarios con los sectores críticos como corresponde a estas épocas de refundaciones, máxime cuando sabemos que estamos huérfanos de debates serios, argumentativos, mismo que deberían ser parte del nuestro acontecer.

Debates de verdad, sean estos académicos, técnicos, económicos, políticos, culturales, sociales y demás otros asuntos, y no con invitados de piedra que se limitan a repetir frases hechas, insustanciales y ajustadas a libretos preconcebidos. No. Requerimos debates de fondo, centrados en lo estructural, focalizados en lo que realmente importa, vale decir, a los intereses superiores de nuestros territorios y población en general, independientemente de cual sea la temática a tratar.

Debates donde se trate siempre lo concerniente a lo importante y urgente. Debates con legitimidad. Debates que alcancen sus propias profundidades. Espacios de intercambio para tratar los temas mayormente neurálgicos de manera frontal, sin indefiniciones, sino desde los cuales se puedan hacer los correspondientes balances, que sirvan para dejar en claro situaciones, conclusiones y saber cuáles han de ser los horizontes y estrategias mejores por donde transitar de cara al porvenir.

Debates con participantes de primera condición, donde los temas que se traten sean los importantes para nuestros entes territoriales (municipios y departamento). Debates que no sirvan de escenario para que se pavoneen los intervinientes ni para que especulen sobre conceptos y teorías, sino para exponer soluciones, propuestas alternativas, criterios para ser evaluados desde la consistencia teórica y la validez práctica.

[email protected]*Jurista

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