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Cómo saber si padece un trastorno del sueño

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Es tan esencial para la supervivencia como la comida y la bebida, sin embargo, muchos humanos aún luchan por obtener un buen descanso. Por eso hoy se celebra su día mundial, para recordar su importancia.

Aunque hay personas que dicen “no he dormido hace un año”, es imposible que suceda, dice Luis Guillermo Duque, profesor asociado a la Facultad de Medicina de la U. de A. Sin embargo, esta aseveración llama la atención pues se refiere a que no se está durmiendo lo suficientemente bien para alcanzar los beneficios de un sueño reparador.

En 2015 Arianna Huffington dijo en su guía instructiva de éxito La revolución del sueño de la editorial Plataforma: “Si no continuamos eliminando nuestra ilusión colectiva de que el agotamiento es el precio que debemos pagar por el éxito, nunca podremos restablecer el sueño en el lugar que nos corresponde en la vida”.

Esta escritora norteamericana se puso un régimen del sueño: simplemente decidió dormir las horas necesarias para ella y en un ambiente silencioso y oscuro. Ahora, dice, no solo ha mejorado su calidad de vida sino también su negocio. “¡Duerme hasta llegar a la cima!”, recomienda.

Aunque el libro de Huffington puede dejar una impresión engañosa de que dormir es una opción de estilo de vida, que se elige, y muchas veces no lo es.

Algunos de los principales indicadores de falta y pérdida de sueño son los bajos ingresos familiares, trabajo por turnos y la inseguridad alimentaria, dice Karem Josefina Parejo, neuróloga especialista en medicina del sueño y coordinadora del laboratorio del sueño de la Clínica Shaio, quien agrega que esto se debe a la sociedad industrializada que nunca para. Una enfermedad específica también puede ser el problema para que no lo logre, hay varias (vea las más comunes en el Glosario).

 

Explore si es un trastorno

No importa el número de horas que duerma –no para todos es ocho, algunos descansan con menos–, si en el día presenta fatiga, irritación, somnolencia, disminución de la concentración y fallas en la memoria a corto plazo, consulte a su médico.

También, dice Duque por su parte, estos son los cuatro grandes rasgos por los que debería ir a un especialista en sueño: si tiene dificultades para conciliar el sueño o permanecer en él, si tiende a caer en momentos inapropiados, a dormir demasiado y a presentar conductas anormales durante este.

Así mismo, si por la noche ronca –esto no es normal–, se despierta ahogado, tosiendo o atragantado, estos podrían ser indicadores nocturnos de que no está durmiendo plenamente. Busque ayuda, no todas las personas son iguales.

Dormir mal o con interrupciones desempeña un papel crucial en la disminución de las capacidades mentales que tipifican la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo. Matthew Walker, quien investiga el sueño en la Universidad de California en Berkeley, dijo a la revista británica The New Scientist que cuando se interrumpe su dormir, no hay tiempo para pasar por todas las etapas de sueño restaurativo. Por eso hacerlo lo suficiente es uno de los factores más importantes que determinan si desarrollará la afección en el futuro.

Uno de los trabajos científicos que lo sugiere se publicó en Nature Neuroscience en junio de 2015. Pero no todo estaría perdido en opinión de Walker, autor senior del estudio: hay formas de mejorar el mal dormir a través del ejercicio, terapia del comportamiento y con estimulación eléctrica que amplifica las ondas cerebrales en medio de esta actividad. Pregúntele a su médico cuál funciona mejor para usted.

Duque recuerda que de los 100 trastornos de sueño que existen en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5, los tres que encabezan la lista son el sueño insuficiente, debido a las pantallas tecnológicas; la apnea del sueño y los ronquidos producidos por el exceso de peso, y el insomnio –presente en cerca del 30 % de la población–, que se debe a trastornos psiquiátricos que no se tratan y a una mala higiene al pernoctar. “No se cuidan los horarios, falta oscuridad, no hay silencio, falta comodidad, hay hambre o exceso de llenura o se ha hecho ejercicio cerca de la hora de dormir”, apunta.

Por eso, despeje su habitación, use la cama casi exclusivamente para descansar y si puede saque los distractores. Más importante, intente crear unos hábitos similares. Si trabaja por turnos, cuide las horas de sueño y ahora con la información, juegue con sus posibilidades.

 

El Colombiano

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