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Edificio de la Esap debe ser demolido

Dos años y medio llevan paralizadas las obras de la sede de la Escuela de Superior de Administración Pública, Esap, en el distrito de Santa Marta, ubicada en la Avenida del Libertador con Avenida del Río.

 

Más de 4.500 millones de pesos se invirtieron en la obra. Los miembros del Consejo Estudiantil y de la Veeduría que vigila desde 2012 las obras, aseguran que las denuncias por el irregular contrato entre la Esap y Fonade, también debe ser conocido por la Fiscalía. 

 

 

El ´elefante blanco´ que representa hoy la inconclusa obra de la nueva sede de la Escuela de Superior de Administración Pública, Esap, corre el riesgo de que sea demolida, sencillamente porque los graves errores arquitectónicos y la inobservancia de las normas técnicas de anti sismoresistencia, no permite corregir lo que no se hizo desde un principio. Por esos errores, el Estado enterró allí cerca de  $ 4.521 millones de pesos, de acuerdo con una investigación que adelantó la Contraloría General de la República la cual está llamando a responder a los presuntos responsables por detrimento patrimonial.

Pero los estudiantes y miembros de la Veeduría de las obras de la sede de la Esap en Santa Marta, quieren que los órganos de control vayan más allá y lleguen hasta el fondo, por cuanto consideran que pudo haber negligencia de quienes ejerciendo la Dirección de la Esap a nivel nacional

´No puede ser que una obra de esta naturaleza, el Director de la entidad no esté enterado de lo que se esté haciendo, y mucho menos de lo que ocurre con el proyecto. Por eso consideramos que se deben vincular a la investigación a quienes tuvieron directa injerencia sobre el mismo´, señalaron Ronald Brito, representante de los estudiantes y Julio Buendía, presidente de la Veeduría.

Ronald Brito representante de los estudiantes de la Esap y Julio Buendía, presidente de la Veeduría de obras.

 

El escándalo por el ´elefante blanco´ de la Esap en Santa Marta lo removió una auditoría de la Contraloría General de la República, tras la apertura de un proceso de responsabilidad fiscal contra directivos de la Esap y Fonade, por las irregularidades en la construcción de la nueva sede en Santa Marta.

Para los estudiantes y dirigentes de la veeduría de la obra aún hacen falta más investigaciones y sanciones a directivos y ex directivos de las entidades, quienes al parecer conocían desde el momento inicial de las fallas en la obra y se desentendieron de la misma

De acuerdo con lo manifestado por Ronald Brito, representante de los estudiantes y Julio Buendía, presidente de la Veeduría, desde el año 2012 le vienen haciendo seguimiento a las obras que llevan dos años y medio de encontrarse paralizadas.

´Nosotros les advertimos a los directivos de la Escuela que la obra venía presentando sería irregularidades e inconsistencias, que no reunía los requisitos y las normas de sismoresistencia, y hoy el tiempo nos está dando la razón, ahí está el informe de la Contraloría que avala nuestras observaciones´, dijeron

Por otro lado Brito y Buendía señalaron que a partir del año 2014 cuando denunciaron las fallas estructurales en la obra, las cuales fueron verificadas a través de un peritaje, hubo “oídos sordos y omisión, por parte de las directivas de la entidad. Aquí hay gato encerrado y deben ser los órganos de control los que se encarguen de decirnos qué pasó y quienes son los responsables de esta debacle”.

El hoy senador Honorio Henríquez, ex director de la Escuela de Administración Pública, Esap, dijo que cuando se suscribió el contrato ya había cesado en el cargo, por lo tanto, aseguró, ´no tengo nada que ver con lo que está pasando´.

 

EL CONTRATO

En el marco del Contrato Interadministrativo 052 de 2011 suscrito entre la Esap y Fonade, se dio inicio a la construcción de la primera fase de la edificación, que incluía no solo la estructura, sino también la fachada. Sin embargo, luego de lo manifestado Julio Buendía, presidente de la Veeduría tras una inspección que contó con un peritaje, “al momento de la entrega se evidenciaron elementos estructurales con daños y averías en las placas, y las vigas presentan deformidades y abultamientos, esto es un peligro para la estabilidad del mismo edificio´, anotó.

Luego explicó que al momento de la visita realizada por el equipo de la Contraloría, las obras se encontraban suspendidas, a pesar de que la Esap ya había suscrito un nuevo contrato para el desarrollo de la segunda fase, el cual está igualmente suspendida, sin que el contratista haya podido realizar los ajustes de los precios y demás etapas necesarias para su ejecución.

Para el presidente de la Veeduría de la obra es necesario que los doctores Honorio Henríquez Pinedo y Elvia Mejía, que ocuparon la dirección de la entidad se pronuncien y entreguen las explicaciones necesarias, ya que ellos son oriundos de Santa Marta y debieron tener mucho cuidado y ser diligentes en sacar adelante esta obra

La doctora  Elvia Mejía, fue también directora de la Escuela Superior de Administración Pública, Esap, y una de las impulsoras de la obra.

 

Julio Buendía presidente de la Veeduría reveló lo que hasta ahora había sido un detalle desconocido: “La obra arranca y al mes tiene tres órdenes de suspensión, porque el contratista aseguraba que había cambios que no estaban en el objeto contractual. Luego a la obra se le hicieron una serie de adiciones presupuestales, comenzando en 2 mil 800 millones y terminando en 4 mil 800 millones”, añadió el Presidente de la Veeduría.

Las obras contratadas no cumplían con las normas de sismoresistencia, y a pesar de que las mismas no habían sido avaladas por la Esap, Fonade sí las recibió desconociendo incluso las fallas estructurales y las directivas se desligaron de la verificación del proceso, a pesar de ser ordenador del gasto.

 

El escándalo por el ‘elefante blanco’ de la Esap en Santa Marta lo removió una auditoría de la Contraloría General de la República, tras la apertura de un proceso de responsabilidad fiscal contra directivos de la Esap y Fonade, por las irregularidades en la construcción de la nueva sede en Santa Marta.

 

QUEJAS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN

Para los estudiantes y la Veeduría es incomprensible el silencio sepulcral que guarda la administración de la Escuela Superior para la Administración Pública, Esap. Señalaron que no se ha podido tener un pronunciamiento de la directora actual, Claudia Franco.

“La Esap guarda silencio por sus incumplimientos, a pesar que Fonade asume la Gerencia del proyecto, la Esap no puede desligarse de la verificación de las obras, en la supervisión, porque ella es la ordenadora del gasto, del recurso, es la que aporta la plata. En esta nueva administración notamos falencias enormes, nos reunimos con la directora el 20 de junio del año 2016 y se comprometió a entregar la obra en diciembre de 2016 y desde entonces no se ha pegado un solo ladrillo”, dijo Julio Buendía, de la Veeduría Cívica.

 

LAS IRREGULARIDADES

El 11 de mayo de 2014, cuando se registraron las denuncias ante la Contraloría, luego de la inspección que arrojó el mal estado de la obra, los estudiantes y miembros de la Veeduría Cívica aseguraron que la firma del Convenio Interadministrativo número 211046 en octubre del 2012, donde Fonade se compromete a ejecutar la gerencia integral del proyecto,  y mediante el proceso de selección  OPC 097-2012 se derivó en número 2123778, suscrito con el señor Oscar Daniel Garzón Forero por un valor inicial a los $2 mil 830 millones 308.525 el cual tenía como plazo de ejecución 10 de junio del 2013. El mencionado contrato registró varias irregularidades entre ello el aumento de las cantidades de obra.

Desde el mes de octubre del 2012, hasta el año 2014 se dieron adiciones presupuestales de $130 millones 137 mil 510 pesos; una segunda por $453 millones 505 mil 008 pesos  y en estudio para aprobarse una tercera por 726 millones 211 mil 660 pesos.

“Desde un principio nos pareció irrespetuoso, como la Esap presenta unos diseños con falencias técnicas tan visibles como lo fue que el área del edifico es de 3.266 metros cuadrados y no de 2.332”, explicó Ronald Brito.

Así mismo añadió que “no entendemos como Fonade, entidad que tiene entre su compromiso el desarrollo del país firme un acta de suspensión de esta construcción faltando tres días ( 07 de julio del 2013) para que se cumpla el plazo de entrega de esta importante obra, permitiendo por igual que se firmen tres actas de suspensión para esta construcción lo cual es una señal de mala planificación, improvisación y va en contravía a la eficiencia, eficacia y efectividad enmarcada en nuestro sistema jurídico”, precisó..

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