HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Billboard-Sociales

La música y el cine

[themoneytizer id=22300-1]

Los eventos que rodearon la Guerra Civil son dramatizados, en esta película clásica del cine mudo por D.W. Griffith.

POR:
GONZALO
RESTREPO SÁNCHEZ
Cineasta y escritor

De pronto, el espectador normal y corriente no se percata que muchos de sus sentimientos al observar una película los produjo la música. Y si es de terror, ni se diga. Se está en una aprehensión permanente de que algo puede pasar en cualquier momento. Pero que nadie se crea que este es un asunto fácil.

Elmer Bernstein sentencia que para poner la música que le pertenecía a una secuencia de escenas, había que “observar su naturaleza cinética”.

Avanzando en la década de los años 10, se van produciendo cada vez más películas con fondo musical (en el mismo momento de proyección) creados para ellas, pero es a mitad de la década en 1915, cuando se exhibe la película ‘El nacimiento de una Nación’, cuya música fue compuesta por J.K. Briel, para que a partir de este momento, se popularicen las composiciones para películas y cada estudio cuenta además con sus propios compositores.

Entonces, la importancia que la música iba a tener en el cine se vislumbra ya en las primeras películas sonoras de la historia: “El cantante de Jazz” de 1.927, y al año siguiente, “Luces de Nueva York”. El sonido se graba ya en la propia cinta, pasando el silencio a ser un recurso narrativo más e importante.

De todas formas hablar de la historia de las composiciones musicales daría para un amplio libro. Hoy, se pretende resaltar su importancia desde el punto de vista emotivo. Y es que dentro de esta función direccional se encuadra la música: la música disfraza, concreta, subraya o sencillamente secunda la información visual.

Como el cine es un arte que une a otros en sentido afín (justo para una lógica comprensión de la película), cabe esperar que no es la música únicamente la encargada de «comentar» la imagen. De hecho, la misma manipulación de la imagen es ya un “comentario”, de tal forma que podríamos concluir que la música es al sonido lo que la fotografía (cinematográfica) al objeto mismo.

Por su naturaleza, la labor del músico de cine, universalmente un compositor, se coloca al final de esa larga cadena, cuando ya el filme ha sido rodado y montado. Esto colocaría al compositor frente a una cómoda posición si no fuera por los problemas de producción. El mercado cinematográfico se ha establecido de forma que se entiende todo el proceso como inversión que se amortiza en las taquillas, cuando se exhibe la película al público (ahora existe una segunda amortización: internet).

También hay que tener en cuenta los géneros cinematográficos que son acotados por la música: cine de terror, ópera filmada, teatro musical, biografías de músicos, etc. Reducir la música de cine a unas pautas de análisis lleva habitualmente al error por percepción desenfocada de la realidad. La música de cine tiene como último fin, acompañar a la imagen en un mismo sentido.

¡Que nada! Con toda seguridad que usted tendrá la banda sonora de su vida. Aquella que le recuerda que la vida (no tan cinematográfica) bien vale la pena vivirla. “La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio”. El escritor francés Víctor Hugo dejó esta reflexión, una de las frases sobre la música más recordadas.

[themoneytizer id=22300-28]

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más