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El navío humanitario Sea-Watch 3, con bandera holandesa, fue alertado por el avión Colibri, perteneciente a la ONG francesa Pilotes Volontaires, de la presencia de una lancha en las aguas internacionales, a 30 millas náuticas al norte de Zuara.
La ONG alemana Sea-Watch, que volvió frente a las costas de Libia a principios de semana tras pasar meses bloqueada, anunció que había rescatado a 65 migrantes el miércoles, incluidos varios menores.
El navío humanitario Sea-Watch 3, con bandera holandesa, fue alertado por el avión Colibri, perteneciente a la ONG francesa Pilotes Volontaires, de la presencia de una lancha en las aguas internacionales, a 30 millas náuticas al norte de Zuara.
Los socorristas de la ONG alemana rescataron de ese bote a 65 personas, entre ellas 11 mujeres, una persona minusválida, dos bebés, cinco niños y ocho adolescentes menores no acompañados.
Muchos de ellos sufrían deshidratación y agotamiento, precisó la ONG en un comunicado, en el que añade: «En el Mediterráneo, hay menos testigos, no menos salidas».
El ministro italiano del Interior, Matteo Salvini (extrema derecha), publicó enseguida una directiva que prohíbe al Sea-Watch 3 acercarse a las aguas territoriales italianas. «Nuestros puertos están y seguirán estando cerrados», insistió.
Sin embargo, la gestión de la circulación en las aguas y los puertos es competencia del ministerio de Transportes. Según juristas, el ministerio del Interior solo decide dejar o no desembarcar a las personas una vez el barco llega a puerto.
En enero, el Sea-Watch 3 socorrió a 47 migrantes, que pudieron desembarcar en Catania (Sicilia, Italia), tras un acuerdo para repartirlos entre varios países europeos.
Salvini pidió incautar el barco e iniciar acciones judiciales contra la ONG por ayudar a la inmigración clandestina, pero los investigadores no vieron delito alguno. Tras tres semanas bloqueado, el barco pudo partir.
ROMA AFP
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