HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

El complicado diálogo que Venezuela busca y que otros paises lograron tener

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En estos días de confusión y caos en una Venezuela que cuenta con dos presidentes, la salida a la crisis económica y social parece diluirse, como se diluyen las esperanzas de los 4 millones de venezolanos que han cruzado la frontera por la falta de alimentos y medicinas.

Para salir de esa crisis, agudizada con el paso del tiempo, el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, propuso desde el 23 de enero de este año un gobierno de transición que llevara a la salida del poder de Nicolás Maduro, y conseguir el “cese de la usurpación y unas elecciones libres”. Pero 131 días después, esa promesa de cambio sigue sin darse, y el país tiene dos “presidentes”, quienes se consideran a sí mismos como mandatarios legítimos.

El Palacio de Miraflores sabe de transiciones. Entre abril de 1953 y enero de 1958, el país vivió un régimen de facto encabezado por el general Marcos Pérez Jiménez que comenzó a trazar su fin en diciembre de 1957, cuando convocó a un plebiscito para mantenerse en el poder. Este era considerado como anticonstitucional, porque la Carta Magna de 1953 solo contemplaba un periodo de cinco años.

Entonces, en la votación, según los registros históricos, ganó el “Sí” con un 86 % a favor de que se extendiera el periodo de Pérez Jiménez, un resultado que no reconoció la oposición y que desencadenó una fase de protestas en su contra. Un mes después, en enero de 1958, se dio un primer intento de rebelión militar para tumbar al mandatario, y el general terminó exiliándose a finales de ese año.

Ya en la historia reciente, durante los primeros años del gobierno de Maduro, opositores y oficialismo intentaron dialogar en 2014 y 2017. En el primer año, las conversaciones se realizaron en Caracas. En el segundo, en un territorio neutral, República Dominicana, donde comenzaron los acercamientos el 12 de septiembre y finalizaron en la primera semana de febrero de 2018, sin un acuerdo.

Desde ese momento, el régimen agudizó la represión, la oposición perdió el liderazgo, hubo políticos que buscaron protagonismo y faltó interés de la comunidad internacional, explica el investigador del Observatorio de Venezuela de la U. del Rosario, Ronal Rodríguez. “Solo hasta que la situación se volvió una crisis humanitaria evidenciada por la migración, fue que se aceptó que podía convertirse en un asunto regional”, afirma. Por esta razón se ha buscado el diálogo para hallar una solución a esa crisis.

 

Ejemplos de soluciones

Los antecedentes de sus países vecinos, y la historia de las luchas que se han disputado en Caracas –que van desde dictaduras anteriores hasta intentos de diálogo–, trazan el relato de momentos similares que se vivieron América Latina.

Para que Argentina, Chile y otros países hispanohablantes (España, Panamá, Paraguay y Uruguay) pudieran tener una transición de la dictadura a la democracia en el siglo XX, se hizo necesario un diálogo entre gobierno y oposición, la interlocución de actores internacionales o el llamado a unas elecciones.

Corría la década de los 80 y en la región comenzaban a caer los regímenes autoritarios para dar paso a un cambio de sistema. Entonces figuras como las de los militares en Argentina y Brasil o la de Augusto Pinochet en Chile, perdieron su legitimidad y dejaron el poder.

Ahora, casi cuatro décadas después, estos países viven bajo modelos democráticos y consiguieron restablecer la estructura del Estado tras vivir transiciones que dejan claves que, aplicadas teniéndose en cuenta los contextos en los que se desarrollaron, podrían dar luces a una Venezuela llena de dudas y sombras.

Para algunos expertos en ciencias políticas los hechos no son comparables, mientras otros encuentran enseñanzas en las soluciones que se dieron en el pasado a esas dictaduras y serían una hoja de ruta para el país vecino. Estas son sus claves.

 

Argentina y las elecciones

La directora del Instituto Pensar, de la U. Javeriana, Martha Márquez, cuenta que la coyuntura actual encuentra similitudes con la dictadura Argentina. “Se ahondó tanto la crisis económica que cuando se sentaron a negociar estaban muy debilitados”, afirma. Además, había presión internacional a causa de la Guerra de las Malvinas.

Entonces, los líderes del Proceso de Reorganización Nacional que instauró la dictadura cívico-militar convocaron a elecciones para octubre de 1983, cuando el pueblo volvió a votar y eligió a Raúl Alfonsín, cuyo mandato significó una solución democrática a esa crisis de siete años.

No obstante, para el analista político y exdirigente peronista Julio Bárbaro, quien fue diputado en Argentina cuando regresó la democracia, las situaciones son difíciles de comparar porque “Venezuela es un gobierno que tiene una ficción democrática y en Argentina había una dictadura absoluta que se retiró asumiendo su fracaso”.

 

Chile y el plebiscito

El Director del Centro de Estudios Políticos y Gobierno de la U. Católica Andrés Bello de Caracas, Benigno Alarcón, se refiere a la transición de Chile en la que el dictador Augusto Pinochet convocó a un plebiscito para determinar si continuaba en el poder tras tres años (entre 1983 y 1986) de una presión interna que reclamaba el fin de su gobierno.

“La movilización de la población pedía cambios, acorraló al gobierno y le hicieron costoso mantener el poder por la fuerza”, afirma Alarcón. En el caso de Pinochet, al ganar el “No”, este aceptó llamar a elecciones para 1989 y ya en 1990 el general entregó el mando a Patricio Aylwin.

Alarcón destaca que terminaron negociándose mecanismos para reducir los costos de su salida que se tradujeron en una amnistía. Incluso, Pinochet se mantuvo como Comandante en jefe del Ejército hasta ocho años después de dejar la presidencia y fue senador de la República entre 1998 y 2002.

El profesor de relaciones internacionales de la U. Central de Venezuela, Félix Gerardo Arellano, comenta que cada proceso histórico tiene sus especificidades y un elemento presente en casi todas las transiciones es que hay una negociación que lleva a que ambas partes hagan concesiones.

“A Chile le costó mucho llegar a acuerdos, coordinarse, pero después de que se logró un pacto ambos bandos lo hicieron muy bien. En Venezuela a la oposición y el oficialismo se les está dificultando coordinarse”, afirma el experto.

 

Diálogo, ¿solución definitiva?

Analistas coinciden en que las negociaciones para la crisis de Venezuela y unas elecciones pueden ser la puerta que abra el camino a la transición, así como sucedió con Argentina y Chile y ante otros regímenes políticos.

Ese escenario ya está en marcha. En Oslo, Noruega, el gobierno de ese país intenta una mediación entre delegados de Guaidó y Maduro, mientras que continúan otros esfuerzos como el Grupo Internacional de Contacto, impulsado por la Unión Europea, y el Grupo de Lima.

En un país que ya sabe de diálogos y una región que pasó por transiciones, dos visiones buscan gobernar Venezuela, un país petrolero que se convirtió en un centro geopolítico y terminó sumido en una crisis con una economía colapsada y un sistema social precario. Por ahora hay dos certezas: una promesa y un régimen que no cambia pero al que buscan derrotar.

El Colombiano

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