Un ejercicio edificante

Apenas por un instante hagamos el ejercicio edificante de imaginarnos una justicia independiente, unos cuerpos colegiados elegidos popularmente pensando más en sociedad que en intereses particulares, los poderes todos adelantando sus funciones sin amarras ni compromisos, administraciones locales y departamentales dejando de lado prepotencia, polarización, insulto y arrogancia; el dinero del Estado, vale decir de todos, gastado con austeridad, transparencia y ahorrando para el porvenir de la sociedad; rendiciones de cuentas diáfanas; las minucias de las deudas contraídas; y, cero constreñimiento para con la prensa objetiva, entre otras consideraciones.

Que todo lo cual pudiese hacerse realidad, sería, más que un todo transformador, la grande panacea. Pasaríamos de una democracia famélica a una robusta y actuante cumpliendo en esencia su razón de ser. Fundamental en el ejercicio de la democracia la transparencia de las actividades gubernamentales, laparticipación de la ciudadanía en las decisiones relativas a su propio desarrollo como un derecho y una responsabilidad, condiciones necesarias para el pleno y efectivo ejercicio de la democracia, con unos medios de comunicación participando con objetividad.

Democracia es ese poder del pueblo que existirá mientras sus ideales y valores vivan. Según James Bryce, es el estado de sociedad donde hay igualdad. Para Norberto Bobbio, es el conjunto de reglas procesales de las que la principal pero no la única, es la regla de la mayoría. En decir de Antonio Delhumeau, es latécnica de organización social que parte de la libertad, respeto y unidad de los individuos para poder organizarse de forma en que todos participen y aporten sus opiniones para un bien común en un ambiente donde haya cultura, política y conciencia.

Vivir en democracia, es un trabajo diario, en el cual debe participar el pueblo todo sin exclusión ninguna. Quienes creemos en el sistema democrático, se asevera, debemos tener presente, además de que somos un solo pueblo, que: no hay democracia sin respeto; no hay democracia sin consulta; no hay democracia sin comida; no hay democracia sin salud (igual para todos); no hay democracia sin una educación acorde con los retos que presentan los nuevos tiempos (también igual para todos); no hay democracia sin separación de los poderes del Estado; no hay democracia sin justicia; sin justicia la paz se amenaza y la democracia es solo un cuento de camino para incautos soñadores, en detrimento de su seriedad y eficacia.

Es dar marcha atrás a toda clase de autoritarismos, populismos y de concentración de poder; de allí la exigencia que tengamos para todos una real como sabia democracia, por lo que vale la pena que reaccionemos en contexto de mejores administraciones públicas en lo local y departamental. Ya es hora que los colombianos en general, especialmente los Magdalenenses y samarios, reaccionemos

*Jurista