Balance de Colombia en su paso por la Copa América

El sueño de la Selección Colombia en Brasil 2019 llegó a su fin. Al igual que en Rusia 2018, la ‘tricolor’ se despidió de esta Copa América en los tiros desde el punto penal, esta vez 4-5 frente a Chile en el Arena Corinthians, donde igualaron sin goles durante los 90 minutos en el marco de los cuartos de final.

El equipo de Carlos Queiroz se va de la Copa América sin haber recibido goles y con buenas sensaciones desde lo futbolístico, sobre todo por lo mostrado en la fase de grupos en la que avanzó con puntaje perfecto gracias a los triunfos sobre Argentina, Qatar y Paraguay, este último con nómina alterna.

Esto es lo que le deja este torneo a la Selección de cara al futuro, teniendo como próximos objetivos la Copa América 2020 y las Eliminatorias para el Mundial 2022.

 NUEVO ESQUEMA

Colombia venía jugando con un 4-2-3-1, pero desde los amistosos previos a esta Copa América, Queiroz probó un 4-3-3 que se fue consolidando con el paso de los partidos y los buenos rendimientos individuales y colectivos.

Roger Martínez, ante la lesión de Luis Fernando Muriel, se quedó con el puesto de extremo por izquierda, mientras que por el otro costado apareció James Rodríguez, acompañando al centrodelantero, bien fuese Falcao o Duván Zapata. En el mediocampo Wilmar Barrios como cabeza de área, formando el triángulo con Mateus Uribe y Juan Cuadrado.

Sin embargo, cuando Colombia no tenía la pelota, el sacrificio y retroceso de Roger y James le permitía a Colombia formar un 4-5-1 o 4-1-4-1 para poblar la mitad de la cancha a lo ancho y taponar los avances de los laterales rivales.

EQUIPO AGRESIVO SIN LA PELOTA

La ‘tricolor’ solía esperar a sus rivales en campo propio, priorizando el buen posicionamiento para tapar espacios. Pero en esta Copa se vio a un equipo presionando constantemente a la primera línea adversaria, forzándola a dividir la pelota y llevándola a cometer errores. Algunos de los que sufrieron esta presión fueron Franco Armani y los centrales argentinos Nicolás Otamendi y Germán Pezzella.

Cuando la presión no surgía efecto, Colombia volvía y retomaba el bloque compacto para posicionarse en campo propio y esperar al rival.

CONSOLIDACIÓN DE BARRIOS

De los tres partidos en los que fue inicialista (empezó en el banco frente a Paraguay con Colombia ya clasificada a cuartos), en dos fue el más destacado de la Selección. El primero de ellos fue en el debut ante Argentina. Agresivo en la marca, atento en las coberturas y clave para neutralizar a Lionel Messi, quien en ese compromiso no pesó en el ataque de su Selección.

En estos cuartos de final ante Chile, Wilmar volvió a ser el mejor de la ‘tricolor’. Un volante corrector que sabe leer el juego y entiende los momentos del partido para presionar, anticipar y posicionarse de la mejor manera. A pesar del buen momento que también atraviesa Gustavo Cuéllar, el hombre del Zenit parece ser el dueño de la posición de volante de recuperación y el sucesor de Carlos ‘La Roca’ Sánchez en ese lugar del campo.

VARIANTES POR LAS BANDAS

Los laterales titulares de Colombia en esta Copa América fueron los que menos se esperaban. Stefan Medina por derecha y William Tesillo por izquierda tuvieron buenas presentaciones, además que son dos jugadores con mayor vocación defensiva y que priorizan el orden para que no tomen mal parada a la Selección.

Con mayor presencia ofensiva para cuando se requiera están Santiago Arias por derecha y Cristian Borja por izquierda (además de Frank Fabra, ausente porque está regresando de una grave lesión), quienes fueron titulares ante Paraguay en el cierre de la fase de grupos. Queiroz tiene opciones para elegir en los costados a partir del rival que haya en frente y de la prioridad del entrenador: defensa o ataque.

 ALTERNATIVAS OFENSIVAS

Si Barrios es el sucesor de Sánchez en la mitad, Duván Zapata será el de Falcao en el ataque en los próximos años. El delantero de Atalanta terminó con dos goles en esta Copa como máximo anotador de la Selección. A estas variantes en ataque se suman dos por los costados: la potencia de Roger Martínez y el desequilibrio y cambio de ritmo de Luis Díaz.