HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Del lado correcto

Cuando de elegir y de gobernar bien se trate, importará siempre estar del lado correcto del devenir histórico, a efecto de combatir de la mejor manera nuestros males sociales, posibilitar una mejor calidad de vida a los habitantes de una comunidad, conservar los beneficios, avanzar socialmente, construirnos en contexto de modernidad en la mejor significación del vocablo, procurar siempre lo más conveniente para nuestros territorios; y en fin, gestionar y conservar los más valioso para la colectividad y sus integrantes.

Oponerse siempre a los arrebatos destructores de los gobiernos de turno, hacerlos entender que existen normas jurídicas, lineamientos, instituciones, espacios sociales y prácticas que conviene conservar en su todo integral, evitar por todos los medios que sean aniquiladas o debilitadas.

Fomentar y promocionar lo meritorio, para que no sigan muchos asuntos sujetos a decisiones acomodaticias que agrandan el inmenso abismo de la equidad, cuando necesitamos es mejorar y corregir los aspectos que así lo ameritaran, lo que nos dará un carácter evidentemente progresista, democrático, en el entendido que una posición progresista es la que propugna conservarlos y profundizar todos los avances, lo mismo que defender la división de poderes, el apego estricto de todos los actos de las autoridades a la legalidad, el respeto a las instituciones autónomas, el otorgamiento de obra pública previos los caminos legales, cero corrupción, la tolerancia ante la crítica. Estar por la conservación y la profundización de esos avances es una postura democrática.

Bien han afirmado columnistas, tratadistas, investigadores y cientistas sociales, que la verdadera pugna en lo social, la política, lo cívico y lo económico, la única realmente relevante, es la que se da entre posiciones progresistas y posturas que no lo son y van en detrimento de la comunidad en su conjunto. Las primeras exigen romper con lo que impida y obstaculice los avances sociales y los derechos individuales, y conservar, mejorándolo continuamente, todo aquello que los favorezca.

Estamos en momentos en que interesa la defensa de la democracia, la libertad, la legalidad, del Estado de Derecho; y no de nadar en aguas de impunidad, caminar sobre acciones aisladas y sumatorias de casualidades, de romper normas, institucionalidad o todo el orden constitucional. Como ciudadanos no podemos apoyar una degradación democrática progresiva sino construir alternativas políticas y unificar criterios en beneficio comunitario.[email protected] *Jurista

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