Zac Efron, el encantador rostro de un asesino en serie

No todos los actores que se vuelven estrellas de series y películas juveniles logran continuar vigentes en la adultez y lograr consolidarse como actores serios, capaces de asumir verdaderos retos con cada personaje que desarrollan.

Uno de los casos más recientes es Zac Efron, una de las más famosas estrellas Disney de la primera década de este milenio, quien tras un receso y algunos excesos regresó como galán ideal para comedia romántica y ligera, pero que  poco a poco ha ido asumiendo otros roles que lo han sacado de la zona de confort.

Es lo que le ocurre con ‘Ted Bundy: Durmiendo con el asesino’, la película que protagoniza y que llegó a las salas de cine del país, basada en hechos de la vida real sobre el más terrorífico y encantador asesino en serie de la historia de Estados Unidos.

Tras su recorrido por distintos festivales de cine del mundo, como el Sundance, donde ha sido elogiada la actuación de Zac, llega al país esta historia de amor de uno de los homicidas en serie más recordados, todo a través de la mirada de su novia Liz Kloepfer, quien lo retrató en su libro ‘The Phantom Prince: My Life with Ted Bundy’, e interpretada por Lily Collins.

Se trata de una escalofriante mirada a los monstruos que se esconden entre la gente común, dirigida por el documentalista Joe Belinger, voz experta en el género, productor de premiados largometrajes como el de ‘Metallica: This Monster Lives’ (2014) o la serie documental de cuatro capítulos dedicada también a Ted Bundy, ‘Conversaciones con asesinos: Las cintas de Ted Bundy’ (2019), ahora dirige esta historia  entre Ted y Liz, ambientada, en su mayoría, durante los años en que las desapariciones y asesinatos de mujeres aumentaron en las áreas donde Bundy habitaba con su novia y explora como ella tuvo que enfrentar el hecho de estar enamorada de un asesino despiadado.

Lo fácil y morbosamente atractivo, sería detallar uno a uno los asesinatos de Bundy, pero Berlinger tomó otro camino en esta película e invita al espectador a seguir la historia desde el punto de vista de Liz Kloepfer, por lo que puede terminar siendo víctima del encantador asesino que en medio de sus juicios contó con una legión de admiradoras.  El mayor terror se genera al darse cuenta que en varios momentos de los 108 minutos de la historia, el espectador congenia, admira y creé en la inocencia de Ted. De ahí la destreza de Zac al interpretarlo.

FEROZ Y ENCANTADOR

A sus 28 años de edad, Theodore ‘Ted’ Robert Cowell Bundy en 1974 fue acusado de secuestrar, violar, matar y, en algunas ocasiones descuartizar, a 36 mujeres jóvenes en los estados de California, Oregon, Washington, Idaho, Utah, Colorado y Florida.

Expertos en su ‘modus operandi’ aseguraron que además era necrófilo, sostenía relaciones sexuales con algunos de los cadáveres, y en otros casos, conservaba partes de ellos como ‘trofeos’.

Un monstruo que jamás dejó verse como tal. Ante los medios siempre se mostró como un hombre sin tacha, apuesto, con estilo, carismático, quien había formado un núcleo familiar con su novia y la pequeña hija de ella y siempre se veía aparecer sonriente en los medios, afirmando que solo se trataba de un malentendido y que pronto demostraría su inocencia.

Fue el primer juicio televisado en Norteamérica y cultivó un gran club de fanáticas que asistían a verlo a sus sesiones como si se tratara de una estrella, le profesaban su amor y le escribían cartas en las que decían creer ciegamente en su inocencia.

Siempre insistió en su inocencia, hasta ser condenado a la pena capital en la silla eléctrica en la Florida por dos asesinatos en un escabroso ataque, pero algunas de las habitantes de la casa lograron salir con vida y lo identificaron.

Tras la sentencia, Bundy aceptó su culpabilidad en la muerte de 36 mujeres y fue ejecutado el 24 de enero de 1989, tras 10 años de dilatar la sentencia, entregando información de sus crímenes a ‘cuentagotas’ con la promesa de que encontrarían cuerpos que aún no habían sido hallados. /[email protected]