HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Gobierno y oposición de Venezuela se miden en las urnas tras pugna en las calles

Los venezolanos votaban este domingo con tranquilidad en unos comicios para elegir gobernadores, en los que el gobierno y la oposición miden fuerzas tras la violenta confrontación en las calles que dejó unos 125 muertos en cuatro meses.

Cuando falta poco para el cierre de urnas a las 18H00 locales (22H00 GMT), el gobierno y la oposición multiplicaron sus llamados a votar para designar por cuatro años a los gobernadores de los 23 estados del país, pero sobre todo para asestar una derrota a su acérrimo adversario.

Ante el agravamiento de la crisis, la oposición pide a sus seguidores hacer de esta votación un plebiscito contra el presidente Nicolás Maduro.

El mandatario, en tanto, clamó este domingo que la elección era un «triunfo de la democracia revolucionaria» con una «participación superior» a las regionales de 2012 (52%).

Una fuente del Consejo Nacional Electoral (CNE) precisó a la AFP que poco más del 45% de los 18 millones de electores habían acudido a votar hasta las 20H30 GMT, aunque una de las rectoras de ese organismo aseguró, sin dar datos, que la participación era «alta».

Los comicios se celebran con un año de retraso y luego de dos meses de tregua tras las marchas convocadas entre abril y julio por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para exigir la salida de Maduro.

La MUD ha llamado a sus votantes a vencer la desilusión y mostrar que aún son mayoría. Este es el primer duelo electoral desde su aplastante victoria en las parlamentarias de 2015, cuando rompió una hegemonía chavista de 18 años.

«Este país o cambia o termina de hundirse. El cambio no es un camino fácil, la batalla hay que darla», declaró Mary Delgado, administradora de 63 años, a la AFP.

En Maracaibo, ciudad petrolera en el este del país, Carmen de Guillén, de 52 años, salió a votar para apoyar al gobierno porque «se preocupa por los más pobres».

Aunque la elección es regional, los resultados «tendrán efecto» en un posible diálogo -tímidamente reiniciado en septiembre en República Dominicana- y en la elección presidencial de fines de 2018, opinó el analista electoral Eugenio Martínez.

 

Buscando legitimidad 

Buscando legitimidad nacional e internacional, Maduro convirtió estos comicios en una validación de su todopoderosa Asamblea Constituyente, desconocida por la oposición y países de América y Europa.

«El que vote está votando por la Constituyente», reiteró este domingo el mandatario.

El oficialismo intenta defender las 20 gobernaciones en su poder, pero las encuestas dan a la oposición como favorita para ganar de 11 a 18 estados, según sea la abstención.

Aún si la oposición arrasa, poco podría hacer porque Maduro dispuso que los gobernadores electos se subordinen ante la Constituyente, totalmente oficialista pues la MUD no participó en su elección al considerarla fraudulenta.

«El que no se juramente no toma su cargo y punto», advirtió el presidente.

Aunque la MUD domina el Parlamento, su poder fue anulado por la justicia -acusada de oficialista-. A las puertas está un nuevo repunte del conflicto de poderes, pues los opositores descartaron subordinarse a la Constituyente.

«Este proceso no está convocado ni por la Constituyente, ni por Maduro, sino por el pueblo venezolano y la Constitución», dijo Gerardo Blyde, jefe de campaña de la MUD.

 

 «Si comes, no te vistes»

Además de la frustración de su gente, la MUD enfrenta complicaciones como la reubicación a última hora de casi 300 centros, lo que denunció como «abusos» del CNE.

También denunció que varios centros donde mayoritariamente votan sus seguidores abrieron tarde, de lo que responsabilizó al CNE, cuya presidenta Tibisay Lucena dijo que «todo ha transcurrido con tranquilidad y normalidad».

«Necesitamos que la gente se sacuda y vaya a votar», llamó el presidente del Parlamento, Julio Borges, al asegurar que se trata de una elección para que en Venezuela «haya un cambio».

Desde que se eligió la Constituyente el 30 de julio, las protestas cesaron y Venezuela recuperó una relativa normalidad.

Pero el país sigue siendo una olla en ebullición: en medio de una de las peores crisis de su historia, está al borde de la hiperinflación, con una severa escasez de alimentos y medicinas y una caída del PIB que el FMI calcula será de 12% este año.

«Estoy cansada de la burla de esta gente que no quieren soltar el poder. En este país si comes no te vistes y si te vistes no comes», declaró a la AFP Victoria Carmona, maestra de 52 años, en San Cristóbal, estado Táchira (occidente).

Para animar a sus seguidores, la MUD argumenta que sin las protestas muchos países no habrían desconocido la Constituyente ni Estados Unidos sancionado al gobierno venezolano y a varios de sus funcionarios, incluido Maduro.

AFP

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más