¿Funcionarán los pactos para prevenir violencia política en el país?

En icónica se convirtió la foto en la que, en el marco de la firma del pacto por la cultura y la no violencia política, el presidente Iván Duque le estrecha la mano a Rodrigo Londoño, líder del partido FARC, que nació luego de que la guerrilla más antigua de América Latina dejara las armas.

Sin embargo, más allá de la imagen a lo que se comprometieron los partidos firmantes fue a cesar la violencia política que aún persiste en el país.

Por cuenta de la intolerancia, según los registros de la Misión de Observación Electoral, hasta el 27 de julio dejaba 37 líderes políticos, sociales y comunales víctimas de este de delito.

De hecho, el mismo presidente Duque reconoció que en el país siguen presentes amenazas contra las elecciones que se realizarán el próximo 27 de octubre por parte de grupos violentos, por la injerencia de dineros oscuros y de la corrupción, e hizo un llamado a que todos los líderes políticos trabajen por una democracia en la que nadie sea estigmatizado por su forma de pensar,  asesinado o amenazado por la defensa de sus postulados.

Por su parte, Londoño aseguró: “Teníamos el reto de comenzar a construir la paz, hicimos la paz, ahora tenemos el reto de plasmar todo lo que acordamos y en este momento es erradicar la violencia, sacar las armas del ejercicio de la política, trabajar por toda una cultura de paz, terminar la estigmatización. Creo que eso es muy importante”.

Y es que precisamente el desafío, según el analista político Eduardo Pizano Narváez, más allá de la firma de este documento es combatir a las estructuras que están generando la violencia política en el país, tales como los llamados ‘Pelusos’ o las disidencias de las FARC.

Para Pizano, pese a que muchos pueden pensar que este tipo de pactos no son útiles, un acuerdo por la no violencia en la política, aunque se diga que este es un principio básico de una democracia, lo que busca es rescatar la importancia de sacar las armas de la contienda electoral.

Agregó Pizano que el hecho de que Rodrigo Londoño haya firmado el pacto es de gran valor por el mensaje que representa que un grupo que estuvo tantos años en armas, ahora esté del otro lado.

Sin embargo, el experto no opina lo mismo sobre la efectividad del pacto que hace algunos días suscribieron los partidos y las instituciones estatales para combatir las noticias falsas, porque no es algo que estos puedan controlar debido a que las redes sociales, que es donde más se producen, son de uso individual y carecen de regulación.

Mientras, la analista Bibiana Clavijo dice que desde el plano propositivo este tipo de pactos es una estrategia muy buena, sin embargo, el reto sigue siendo cómo los partidos pueden lograr controlar a sus activistas, que en muchos casos son los que más generan este tipo de acciones.

“Creo que el reto es lograr que los mismos candidatos, las cabezas de partidos, logren trasmitir ese mensaje a las bases, y en especial  a aquellos que tienen mayor presencia en redes sociales, que se ha vuelto por excelencia el escenario de mayor confrontación política”, añade Clavijo.

No obstante, reconoce que este tipo de estrategias son poco efectivas en la práctica debido a que en términos generales en las distintas campañas políticas que se asume es el «todo vale».

De acuerdo con el último informe del Ministerio del Interior sobre los delitos electorales los más frecuentes en el país continúan siendo violación al régimen de propaganda electoral, constreñimiento al sufragante, trashumancia electoral y violencia política.

Se reportó que hasta el 15 de agosto se había presentado un aumento de 20,8% en el total de quejas electorales a través de la Unidad de Recepción Inmediata para la Transparencia Electoral (URIEL) del Ministerio del Interior, pasando de 989 a 1.195 en solo una semana.

“Ese pacto es una decisión que toman organizaciones de la sociedad civil en donde podemos llegar a la jornada electoral con candidatos vivos; tenemos registro de hechos violentos, con amenazas e intimidaciones, tres candidatos, cada uno de un partido diferente, fueron asesinados en quince días”, dijo Alejandra Barrios tras la firma del acuerdo.

Estas agresiones, de acuerdo con la ONG, a lo largo del año se habrían presentado en 131 municipios pertenecientes a 26 Departamentos, equivalentes al 11,6% del total nacional, incluyendo la divulgación de panfletos amenazantes a colectividades y atribuidos a grupos al margen de la ley como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército de Liberación Popular (EPL), las ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’ y las ‘Águilas Negras’.

Por su parte, el candidato independiente a la Alcaldía de Medellín, Juan Carlos Vélez, aseguró que ese compromiso lo deben asumir los aspirantes, incluso quienes se postularon hasta con firmas.

“Como candidato independiente que soy, queremos hacerles un llamado a todos los candidatos que pertenezcan o no a un partido político que se vinculen a este pacto de no agresión. Por mi parte estoy dispuesto y comprometido con él», dijo Vélez.

BOGOTÁ (Colprensa)