HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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El abuso en el uso de los escoltas

Colombia es un país inseguro y es verdad que la crónica roja acapara cada vez más los titulares de prensa y en general las noticias en los medios de comunicación. Pero lo que está pasando con el abuso en la utilización de escoltas en este país hace necesario abordar este tema. Colombia es probablemente el único país donde una persona privada tiene no solo 6 carros iguales  donde en alguno de ellos va el personaje, sino que además, a plena luz del día, cuando llega a visitar a un familiar, sus escoltas desenfundan unas ametralladoras en plena calle, llena de transeúntes muchos de ellos menores de edad. Mis nietos de 17 años quedaron aterrados. Obviamente se trata de Luis Carlos Sarmiento Angulo. Ni que fuera el presidente de Estados Unidos en medio de la guerra de Irak. Claro, dirán algunos, que el tiene el dinero para tener los escoltas que quiera pero lo que su dinero no le autoriza es ese despliegue de armas en plena calle, con semejantes fusiles y escoltas amenazantes. Por favor.

Pero no es el único caso. Se menciona la avalancha de estos personajes que cuidan a Néstor Humberto Martínez, los cuales se suman a aquellos que siguen a ex Fiscales de la Nación que llevan muchísimos años retirados de funciones oficiales. Muchos hemos sido funcionarios públicos y una vez el estudio de seguridad señala que solo algunos reconocen la cara de quien fue personaje, incluso hasta lo confunden con un mal actor de telenovela, esos escoltas deberían ocuparse de la seguridad de quienes realmente lo requieren. Mientras estas escenas detestables y abusivas suceden, el asesinato de líderes sociales sigue y no hay quien los cuide. Esas son las cosas típicas de este país donde solo vale aparentemente, la vida de los ricos y la de los que se supone todavía ostentan poder aunque lo hayan perdido hace tiempo.

En este país lleno simbolismos absurdos resulta que carros blindados y escoltas son sinónimo de poder y como este da tantos privilegios, abre tantas puertas en esta sociedad arribista, el número de escoltas crecerá para proteger muchas veces, a quien no toca. Para empezar a desmontar estos abusos de fuerza, es necesario que existan normas y que se apliquen de manera que se proteja a quienes realmente están amenazados. Pero además, para aquellos que pueden pagar esta especie de ejércitos, se les deben aplicar unas normas mínimas. Por ejemplo, definir cuando pueden sacar a relucir no una sino muchas de estas armas de largo alcance. Además, establecer claramente cuanto tiempo después de haber dejado un cargo público con mucha visibilidad y además peligros por los temas que trata, se justifica que estos exfuncionarios sigan teniendo escoltas. Con esa rotación histórica de burócratas que caracteriza a este país, llegará un momento en que medio país será escolta del otro medio. Obviamente del sector privilegiado, porque los pobres especialmente si lideran causas nobles que cuestionan los hechos indebidos, esos si que se defiendan como puedan. Y por eso los han matado, los siguen matando y los seguirán matando.

En defensa de los escoltas, hombres y pocas mujeres que están expuestos a dar su vida para proteger al personaje, la culpa de estos abusos no es de ellos, sino de quienes mandan por dinero o por poder.

*ExMinistra de Estado

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