Déficit de docentes supera las 300 plazas

Mesa de negociación con la administración distrital avanza de forma lenta y sin posibles soluciones de fondo a la crisis del sistema educativo en Santa Marta.

Finalizado el paro de educadores a nivel nacional convocado por Fecode, y acogido por los diferentes sindicados territoriales, quedan en la mesa varias problemáticas denunciadas constantemente el magisterio y que poco o nada ha logrado el Gobierno Nacional y las administraciones locales y departamentales atender para lograr mejorar la crítica situación que se vive en el sector educación.

Según lo manifestado, por el presidente de la Asociación de Educadores del distrito, Joaquín Linero la situación en las aulas de clase de los planteles educativos de la ciudad, parece continuar en crisis, ante el alto número de docentes que hacen falta en las escuelas, además de personal administrativos y de aseo, que incluso tiene a varios colegios en alerta sanitaria, por la falta de este personal.

De acuerdo a los números que se manejan desde el magisterio y que se han presentado en las diversas mesas de concertación, la cifra de déficit de docentes, directivos docentes, personal de vigilancia, y de aseo ascendería a más de 300 plazas sumado a que desde el año 2015 no se ha definido una planta docentes, debido a la no actualización de la planta docente profundizando así en la crisis actual.

“El 70 por ciento de los rectores de las instituciones de la ciudad se quejan porque no hay como prestar unas condiciones óptimas, ante la falta de personal (…) creemos que hay una postura equivocada del Distrito a través de sus secretario de educación, es decir, siguen las escuelas con esas problemáticas y no se logra atender y resolver ninguna de las situaciones que hoy se presentan” aseguró el directivo sindical.

Lo grave según manifiesta Linero, sería el presunto interés de mantener el caos actual de la falta de personal, ya que se estaría presentando un fenómeno de nóminas paralelas que se habrían convertido en el camino fácil postergando la crisis actual.

“Pareciera que hay una política oscura de mantener ese desorden, hoy tenemos son nominas paralelas, lo que se factura en horas extras equivale a pagar una planta de 150 docentes en el sector educativo, pareciera ser el camino más fácil, el de extender el caos y no resolver el tema de fondo” indicó.

Aun así luego de varios intentos fallidos por iniciar las negociaciones con el distrito, la mesa de concertación se instaló el pasado mes de julio, aunque lo ideal era hacerlo en el mes de abril, y hasta el momento solo se ha sesionado en dos ocasiones, lo que para los maestros significa que no existe disposición alguna para lograr mejorar las condiciones.

“Estamos en una mesa de negociación tardía y tenemos instituciones sin docentes, aseadores y personal de vigilancia, hay celadores que cumplen turnos extras (…) lo que se ha hecho es intentar cubrir esas falencias con el mismo personal que ya está y lo eso lo único que genera es una sobrecarga laboral, es inaudito eso” enfatizó el presidente de ADED.

Precisamente uno de los casos más preocupantes, pero no el único es el que se vive en el Colegio IED Simón Rodríguez, donde a pesar de los constantes llamados a las autoridades distritales, los ceses de actividades académicas y jornadas de protesta, aún continua sin resolverse de fondo uno de los tantos problemas que aquejan la IED Simón Rodríguez y que pone en peligro la salud de los más de mil estudiantes y docentes de la institución.

En otras instituciones como en la sede de El Yucal de la IED Once de Noviembre, el panorama se ha convertido también en una escena de alerta sanitaria por la acumulación de basuras y desechos en las afueras del plantel y que incluso obligo por varios días a los estudiantes a no cumplir con su jornada académica.

El panorama es crítico, y merece ser intervenido prontamente según los maestros, no solo por las condiciones humanas y de salubridad, sino porque todos estos problemas se han convertido en una “bola de nieve” que ha resultado en datos históricamente bajos en los niveles educativos en la ciudad, como lo demostró el Informe de Calidad de Vida del programa Santa Marta Como Vamos, que ubicó a la ciudad entre los demás entes territoriales analizados en los tres últimos puestos, y más aún que según las pruebas Saber 11, más de la mitad de los colegios públicos de la ciudad son de mala calidad.