HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Construir la esperanza de la paz

El vídeo de Márquez y Santrich ha sido aprovechado por quienes han vivido de la guerra durante los últimos 50 años para reoxigenarse políticamente. Por un lado, la extrema derecha ha aprovechado la situación para proclamar el fracaso del acuerdo de paz, buscando un impulso para ganar unas elecciones regionales en las que están fracasando estruendosamente. Por otro lado, la extrema izquierda quiere pescar en río revuelto para señalar que la culpa de la creación de disidencias la tienen el gobierno anterior y el actual por no haber implementado integralmente el Acuerdo de Paz. Todo eso es mentira.

En todos los procesos de paz en el mundo existen disidencias que no están de acuerdo con lo pactado y que quieren volver a las armas. No es fácil renunciar al poder y el dinero que daba la guerra en los territorios y por ello hay una minoría que siempre estuvo tentada a rechazar la paz. La amenaza de Iván Márquez no constituye la fundación de una nueva guerrilla, es un llamado desesperado de 5 ex miembros de las FARC para buscar apoyos en donde no los van a tener. El llamado al ELN es la mayor prueba de ello, pues ambos grupos nunca se han entendido. La convocatoria a otros disidentes también demuestra que no están en contacto con ellos sino que quieren buscarlos angustiosamente para no quedar aislados. Sin embargo, este llamado es totalmente inane pues quienes nunca entregaron las armas actualmente son narcotraficantes sin ninguna ideología que no quieren repartir su dinero.

La verdadera amenaza es la captación de los territorios que antes dominaban las Farc por grupos de delincuentes y narcotraficantes sin ninguna ideología. En el Norte del Cauca se vive una confrontación entre el Cartel de Sinaloa y los resguardos indígenas en la que las comunidades quedaron como carne de cañón y en cualquier momento se presentará un genocidio. El Bajo Cauca es dominado por las Autodefensas Gaitanistas, los Caparrapos y el Eln. El Catatumbo es básicamente un territorio del ELN. El Chocó y el Guanía se convirtieron en la nueva frontera de la minería ilegal. Es la lógica de las guerras recicladas en la que si no se cambia la situación de la región mediante presencia institucional simplemente los miembros de un grupo pasan a otro que no se haya desmovilizado.

En Colombia existen muchas personas que quieren que el proceso de paz fracase. Sin embargo, qué podrán decir en 3 años si la violencia aumenta en el país? Que fue culpa del Gobierno anterior? Que durante 4 años no pudieron mejorar la situación? Es necesario fortalecer la presencia institucional en los territorios, rodear a los desmovilizados para que no engrosen a las Bacrim, mejorar la situación de empleo y oportunidades en el campo para evitar que se sigan reclutando personas para el conflicto, reforzar la seguridad y luchar frontalmente contra el narcotráfico.

El Gobierno debe entender que si la situación se sale de las manos nadie va a pensar que la culpa la tuvo el proceso de paz, sino la falta de liderazgo para saber diferenciar entre intereses mezquinos que recurrirán a las banderas del odio para esconder el fracaso de sus promesas electorales o pensar en el futuro del País fortaleciendo el proceso llegando con cohesión social a las regiones y liderando todos los actores políticos para no volver al pasado y seguir luchando por la esperanza de tener un país en paz, es hora de construir y no destruir lo que se ha avanzado.

*ExMinistro de Estado

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