“No hay que dejar morir el vallenato clásico”

El maestro Adolfo Pacheco Anillo se mostró agradecido con el homenaje que le hizo el 41 Festival Cuna de Acordeones, evento que terminó anoche en Villanueva, La Guajira.

A sus casi 80 años, el maestro Adolfo Pacheco Anillo, es uno de los grandes defensores del vallenato clásico o típico, el cual según su concepto no se debe dejar  morir y eso debe ser el motivo de existencia de los Festivales Vallenatos en el país.

Para él, es fundamental que los Festivales Vallenatos exijan entre los requisitos a cumplir por parte de los concursantes, interpretar vallenatos clásicos, así como  sucedió este fin de semana en el 41 Festival Cuna de Acordeones, en Villanueva, donde fue homenajeado por la junta organizadora.

“El vallenato se puede interpretar en varios ritmos: cumbia, son, merengue, puya, pero la gente joven le canta a la gente joven y eso no está mal,  sin embargo debe ser una prioridad  conservar el vallenato clásico a través de los Festivales Vallenatos”, manifestó el maestro Adolfo Pacheco Anillo en el diálogo que sostuvo con HOY DIARIO DEL MAGDALENA.

Precisó que el artista Carlos Vives en sus primeros trabajos discográficos promovió el vallenato clásico y lo internacionalizó, hecho que se debe aprovechar junto con la declaratoria de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad  que hizo la Unesco.

Por ello su llamado es a las nuevas generaciones del vallenato, que le canten a la gente joven, pero que no se olviden del vallenato clásico, ese que inspira poesías por medio de la naturaleza, la belleza de las mujeres y el amor.

Adolfo nació en el municipio de San Jacinto, Bolívar. A lo largo de su vida ha estudiado el origen de sus antepasados.

Su bisabuelo paterno era de Ocaña, Santander y llegó a San Jacinto, alrededor del año 1850, durante la ‘fiebre del tabaco’, era blanco y pecoso, probablemente de ascendencia española, varios años después se casó con Crucita Estrada, una negra recién liberada de la esclavitud.

Su abuelo paterno, Laureano Antonio Pacheco Estrada, fue quien descubrió en él su inclinación por la música, él era  tamborero de gaita.

La madre del maestro Adolfo cantaba a voz, pasillos, vals y boleros, en su casa; de sus recuerdos infantiles aún tiene fresco en su memoria el primer verso que hizo a los seis años de edad, que es un canto indio en ritmo de puya “Mazamorrita cruda”, y que años después terminaría de componerlo.

Estudió Derecho en la Universidad de Cartagena, iniciando los estudios correspondientes en 1976, terminándolos en 1980 y graduándose en 1983.

El maestro Adolfo Pacheco se hizo acreedor, para que La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata en el año 2005 lo declarara “Compositor Vitalicio”; distinción que comparte con los maestros Tobías Enrique Pumarejo, Rafael Escalona, Leandro Díaz, Emiliano Zuleta y Calixto Ochoa, entre otros.

El maestro Pacheco tiene en su haber más de 40 canciones vallenatas de su autoría, entre estas ‘La hamaca grande’,                grabada por Carlos Vives y Egidio Cuadrado en el álbum denominado ‘Clásicos de La Provincia’ en el año 1993.

De igual forma, compuso el popular tema ‘El viejo Miguel’, el cual fue grabado con un éxito rotundo por los hermanos Zuleta.

Hoy estos dos temas musicales le han dado la vuelta al mundo, dejando claro que el vallenato clásico o típico es toda una poesía.