Bishop Mularz, el niño que se ‘robó´ el encuentro de duque con connacionales

No fueron ni el senador estadounidense Bob Meléndez, ni el propio presidente Iván Duque los que se llevaron la atención en la cita que el mandatario nacional con los colombianos residentes en Nueva Jersey, en Estados Unidos. Lo fue un pequeño de tan solo 8 años.

Se trató de  Bishop Mularz, quien sorprendió al auditorio con su pregunta al jefe del Estado. “¿Qué va a hacer Usted con el Amazonas, que se están quemando?”, le dijo el infante, una y dos veces al mandatario mientras le ubicaba en el amplio auditorio del Elizabeth High School, que acogió a unos 500 connacionales que escucharon la muy rápida exposición de Duque.

Bishop lucía la camisera tricolor de la Selección Colombiana de Fútbol y a su lado estaban sus dos hermanas, también con prendas colombianas, una con el vestido típico para bailar las cumbias.

Para algunos de los asistentes, el niño les recordó la lucha que por la protección del ambiente adelanta la jovencita sueca Greta Thunberg, quien llegó por estos días a Nueva York,  para reclamar ante la 74 Asamblea de la ONU, a los presidentes del mundo para que se comprometan con la lucha por el cambio climático.

Una cumbre en ese sentido arrancará el lunes en el marco de la asamblea, en donde el mandatario colombiano tendrá el discurso de apertura. Al responder a Bishop, Duque sostuvo que “vengo también a la ONU a hablar sobre los efectos del cambio climático y proteger la biodiversidad”.

Destacó el mandatario que este año Colombia no ha tenido un solo incendio en la Amazonía, y contó que sí han habido muchos a nivel interno. “¿Qué nos toca hacer proteger la Amazonía?, evitar la deforestación, en Colombia en los últimos años hemos perdido cerca de 200 mil hectáreas por año, allí hay minería ilegal, cultivos ilícitos”, añadió el presidente.

Pero mientras se daba eso en el auditorio del  Elizabeth High School, una veintena de colombianos en un parque gritaban y exponían pancartas reclamando por la protección a los líderes sociales, y reclamaban por la muerte de cientos de ellos.

Su reclamo tan solo fue escuchado por los compatriotas que ingresaban por esa puerta, porque Duque entró y salió por otro lado, muy lejos de dónde ellos expresaban su molestia.

NUEVA JERSEY, ESTADOS UNIDOS (Colprensa).