HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Álvaro Uribe Vélez,  el reto de la Justicia

El entramado de testigos en el proceso contra el expresidente pondrá a prueba al sistema judicial colombiano.

Después de varias semanas en las que han desfilado entre dos y tres personas diarias por los pasillos de la Corte Suprema de Justicia, para declarar en el proceso por la supuesta compra de testigos de la que se acusa al expresidente Álvaro Uribe, el alto tribunal tiene ya un panorama bastante claro de lo ocurrido en este caso. El martes 8 de octubre será la hora cero: rendirá indagatoria el expresidente por su supuesta responsabilidad en los delitos de fraude procesal y soborno.

Aunque el caso es bastante complejo, por la cantidad de personas involucradas, que incluyen a paramilitares presos, abogados, políticos, un exfiscal y un exvicefiscal y hasta un periodista, todo se resume en que una parte de los testigos respalda la sindicación que se le ha hecho a Uribe de que a través de sus abogados ofreció prebendas y beneficios a antiguos paramilitares para que declararan a favor de él o familiares suyos en procesos que se les siguen por paramilitarismo y participación en masacres.

La otra parte de los testigos es la que ha llevado la defensa de Uribe para demostrar que todas las acusaciones en su contra hacen parte de un complot promovido por adversarios políticos, especialmente el senador Iván Cepeda.

LOS ORÍGENES DEL CASO

En este caso bien podría aplicarse la frase de que a Uribe le salió el tiro por la culata. Todo comenzó con la denuncia que el expresidente Uribe presentó contra el senador Iván Cepeda, reconocido contendor político suyo y quien ha sostenido que el líder del Centro Democrático ha tenido vínculos con grupos paramilitares.

Uno de los testigos claves de Cepeda fue el paramilitar Juan Guillermo Monsalve, cuyo principal atributo es ser el hijo del administrador de la finca Guacharacas, en donde se habría creado el Bloque Metro de las Autodefensas y se habría planeado la ejecución de masacres.

La forma como los abogados de Uribe llegaron a Monsalve es uno de los puntos más importantes de esta investigación. La defensa de Uribe asegura que fue Monsalve el que buscó a los abogados del expresidente para retractarse de la declaración que le había dado a Cepeda.

Según esta versión, Monsalve arrepentido de su declaración, aseguró que lo había hecho porque Cepeda le había ofrecido beneficios.

Lo que dice Monsalve es todo lo contrario, que a él llegó Diego Cadena, abogado de Uribe, a través de un detenido con el que compartió celda, Enrique Pardo Hasche, quien, entre otras cosas, está preso por el secuestro del suegro de Andrés Pastrana.

Según Monsalve, pese a los ofrecimientos que le hizo Cadena, que incluían beneficios jurídicos para él y para su esposa, prefirió sostenerse en su versión contra Uribe.

VERSIONES Y RETRACTACIONES

Otro caso similar es el del paramilitar Carlos Enrique Vélez, alias ‘Víctor’, comandante del bloque Cacique Pipintá. En un primer momento, él aseguró que Cepeda le ofreció beneficios jurídicos por enlodar a Uribe, y su testimonio fue secundado por un grupo de exparamilitares que incluían a Euridice Cortes, alias ‘Diana’; Fauner José Barahona, alias ‘Racumin’; Darley Guzmán, alias ‘Jopra’, y John Jaime Cárdenas, alias ‘Fosforito’.

Según la versión de algunos medios, en su declaración ante la Corte, Vélez no solo se retractó de sus señalamientos contra Cepeda, sino que acusó a Cadena de haber sido quien lo presionó para mantenerse en su declaración inicial.

Agregó que Cadena le pagó (el abogado de Uribe dice que el dinero que le dio fue por razones humanitarias) y que lo instruyó para que buscara que los otros paramilitares respaldaran su versión inicial. Al no recibir lo que les prometieron tanto él como los otros exparamilitares, habrían decidido retractarse.

Y el otro caso clave tiene qué ver con el ex fiscal general Eduardo Montealegre y el exvicefiscal Jorge Perdomo, quienes debieron presentarse a declarar porque el exparamilitar Juan Carlos, el ‘Tuso’ Sierra aseguró que ellos le ofrecieron beneficios dentro de su proceso de justicia y paz a cambio de declarar en contra de Uribe.

El periodista Juan Carlos Giraldo también está involucrado en este caso, pues, según Sierra, él le transmitió la oferta de los entonces funcionarios cuando lo entrevistó en Estados Unidos.

Montealegre, por su parte, ha asegurado que tiene cómo probar la responsabilidad del expresidente Uribe en masacres.

Y así la lista de testigos podría seguir. Hasta hace pocos días, el expediente, que sigue creciendo, estaba conformado por 8 cuadernos principales, 9 anexos y 6 reservados, cada uno con un máximo de 300 folios, además de audios y videos en poder de la sala.

Lo cierto, por el momento, es que la Corte, mediante el magistrado César Reyes de la Sala de Instrucción, tendrá mucho de qué hablar con el expresidente Uribe cuando lo tenga en frente  el próximo martes y se empiece a destrabar el que puede ser, por sus implicaciones políticas, el caso judicial más importante de los últimos años en el país.

¿Cuáles son los escenarios políticos que traerá la indagatoria a Álvaro Uribe?

Mientras en la Corte Suprema de Justicia se prepara todo para escuchar la versión en indagatoria del expresidente Álvaro Uribe Vélez, por el caso que se adelanta en su contra sobre supuesta manipulación de testigos, el uribismo enfila a sus seguidores para salir a la calles en diferentes partes del mundo y manifestar el apoyo al líder natural de este movimiento. Desde ya se avecina un álgido panorama político que avivará fuerzas a favor y en contra de lo que sea que suceda el próximo martes en el alto tribunal.

Los delitos de fraude procesal y soborno, de los que se le acusa al expresidente, no han generado gracia entre sus seguidores, quienes han manifestado que existe una persecución política, debido a la capacidad de liderazgo y movimiento social que genera su imagen en el país. Incluso, se ha hablado de la posibilidad de que el Estado llegue al punto máximo de polarización en caso de que el alto tribunal decida dictar orden de captura al hoy senador del Centro Democrático, debido a los odios y amores que este genera en las diferentes esferas sociales.

En este sentido, el domingo, que se hará la gran marcha de solidaridad con el expresidente en importantes puntos a nivel mundial, será el día clave para medir el nivel de los ánimos políticos para el próximo martes, cuando el presidente se siente en el estrado de la Corte Suprema de Justicia. También será un momento social para la máxima estancia judicial y para el mismo presidente de la República, Iván Duque Márquez.

POLARIZACIÓN Y PRESIÓN A LA CORTE

Para el analista Jorge Iván Cuervo, las marchas y la misma indagatoria del expresidente tendrán como resultado un ambiente de mayor polarización en el país, que incluso, pueden terminar en disturbios o enfrentamientos, porque así como habrá quienes defienden a Uribe, hay muchas personas que clamarán la independencia de la Corte Suprema de Justicia.

Sin embargo, el experto advierte que la máxima instancia jurídica queda con una presión muy complicada, porque una de las facultades que esta tiene es dictar orden de captura ahí mismo, pero que debido a la influencia social y política que existe alrededor de este caso, es poco probable que lo haga.

John Mario González, experto en política, alejándose un poco de Cuervo sostiene que este efecto solo sería probable en el caso de que el alto tribunal tomara la decisión de detener al expresidente Uribe, pero este escenario, según expresa, es poco probable. Por el contrario, agrega, es más viable que el hecho no pase de una simple marcha a favor del uribismo o de una tendencia momentánea en Twitter, no lo que a su juicio esperan los seguidores más fieles del líder natural del Centro Democrático.

 “Tampoco se puede descartar el arrastre de la figura del expresidente Uribe, pero la gente tiene confianza en que la investigación en la Corte Suprema se está llevando con imparcialidad y está en buenas manos, entonces, no creo que haya esos brotes de solidaridad que esperan sus seguidores. Fuese mayor si se advirtiera una situación injusta”, apunta González.

Por su parte, la senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, una de las figuras más cercanas al expresidente, señala que contrario a lo que parte de la opinión pública afirma sobre las supuestas presiones del uribismo a la Corte Suprema, lo que buscan con las manifestaciones es mostrar apoyo y respaldo a quien ella considera un gran líder del país, pero también pedir justicia.

 “El país está sufriendo una grave crisis de la justicia, donde los criminales hoy están sentados en el Congreso sin haber dicho la verdad, sin haber pagado un solo día de cárcel, sin haber reparado una sola víctima, y en cambio, se judicializa al presidente Uribe, que ha sido uno de los presidentes más populares y el líder tal vez más importante de los últimos años en Colombia”, sostiene Valencia.

De acuerdo a la senadora, al uribimo en general lo que le preocupa es tener un resultado como el del Palacio de Justicia, donde quienes terminaron pagando cárcel fueron los militares y los que ella llama criminales terminaron absueltos y en posiciones políticas.

 No obstante, González dice que la figura del expresidente hace varios meses viene en una lenta decadencia y que por esa razón están aprovechando la coyuntura para jalonar las elecciones del próximo 27 de octubre.  Añade que hay un desencanto de algunos de los sectores con la figura del exmandatario y es la misma razón por la que, en su opinión, no se van a producir las grandes muestras de solidaridad que esperan los seguidores de este.

Valencia insiste en que lo que piden los seguidores de Uribe son juicios imparciales y rechazan las irregularidades que ha habido en los proceso en contra de este, como el hecho de que se le haya interceptado el teléfono para posteriormente decir que fue por error. “Nosotros creemos que todos estos hechos hacen que la ciudadanía tenga que estar muy pendiente de este proceso y pedir por una justicia y garantías para el presidente”, dice.

¿UN EMPUJÓN A LAS ELECCIONES?

González insiste en que no se presentará el escenario que espera el uribismo y que consiste en que el momento de solidaridad con el expresidente sirva para jalonar la votación pos sus candidatos a corporaciones públicas.

En este sentido, Cuervo dice que este hecho no tendría ningún beneficio a los candidatos del uribismo, salvo a algunos de ellos como el caso de Alfredo Ramos Maya, en Medellín, a quién un gran apoyo de la ciudadanía a Uribe le serviría para reforzar su imagen, pero en otras regiones no tanto, porque gran parte de los candidatos del Centro Democrático van en coaliciones y los temas de la agenda local son distintos a los nacionales.

Paloma Valencia, por su parte, niega que el uribismo busque sacar provecho de la coyuntura para jalonar las elecciones y, por el contrario, manifiesta que lamentan mucho que la fecha de la indagatoria se presente en vísperas al 27 de octubre, porque este tipo de procedimientos judiciales lo que hacen es enrarecer el clima electoral, como sucedió en su momento con la candidatura de Óscar Iván Zuluaga. “Es curioso que siempre haya estos llamamientos del uribismo en vísperas electorales”, puntualiza.

PRUEBA DE FUEGO PARA DUQUE

Según Cuervo, la coyuntura es una prueba de fuego para el presidente de la República, Iván  Duque, teniendo en cuenta que luego de la declaración que hizo sobre Andrés Felipe Arias en Miami, coincidentemente, la Corte Constitucional tomó la decisión de revisar una tutela a favor de este. Añade que lo más seguro es que haya presiones por parte del Centro Democrático para que el presidente o la ministra de Justicia, Margarita Cabello, se pronuncien sobre el tema y eso puede ser complicado, porque lo mejor es que el Gobierno se mantenga en silencio para que las instituciones del Estado funcionen.

Para González, debido al declive de la imagen del presidente Iván Duque, la única manera en la que esta coyuntura podría ayudarle es que la Corte Suprema de Justicia dictamine orden de captura contra este, pero como esto es una posibilidad remota, es muy probable que no pase nada en relación a este aspecto.

 “La figura de Iván Duque viene en una debacle que creo que difícilmente se va a detener y el 27 de octubre es una fecha donde el país, seguramente, va a sentir la necesidad de introducir cambios en el liderazgo presidencial, ya sea por iniciativa del propio presidente o ya sea por la obligación que va a tener de llegar a un acuerdo con las fuerzas políticas”, añade el experto.

Pese a que aún no se sabe cuál de los escenarios sucederá el martes, sin duda alguna la indagatoria del expresidente Álvaro Uribe se convertirá en un hito histórico, por ser la primera vez que una de las tantas investigaciones que se abrieron llega tan legos al interior de un órgano judicial./COLPRENSA.

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