‘No me gusta cuando me dicen diva’

Amparo Grisales, siente más suyo el programa Yo me Llamo y no oculta su satisfacción por lo que ha logrado en él.

POR:
LEIDY
HENRÍQUEZ GALVIS

Por estos días, Yo me Llamo sigue concentrando la atención de los televidentes colombianos que no quieren perderse ni un detalle de lo que sucede, no solo con los participantes que luchan por convertirse en el doble exacto de su artista favorito, sino por las divertidas y a veces polémicas interacciones de los jurados.

Justamente, uno de ellos, el único que se ha mantenido en las siete temporadas, llegó más recargado que nunca y apropiado del formato, del que dice sentirse parte de su “embrión”; Amparo Grisales hoy, siente más suyo el programa y no oculta su satisfacción por lo que ha logrado en él.

La actriz dialogó con HOY DIARIO DEL MAGDALENA para contar detalles de su paso por este concurso, las expectativas que tiene con la edición 2019 que además, trajo muchos cambios; cómo se adaptó a ellos, lo que busca en un participante y su actualidad fuera del set, lo dijo en entrevista.

¿Qué estás buscando este año en Yo me Llamo?

Es muy enriquecedor, tanto para los participantes como para mí. Me ha tocado tener de compañeros a varios jurados, todos con esencias diferentes, con muchos ha habido química, con otros ninguna; me ha tocado atravesar ese umbral porque no es fácil compartir en un estudio este oficio durante largo tiempo y he aprendido mucho de la tolerancia, el silencio…

Aunque en Yo me llamo lo importante es que haya confrontación, discrepancias y yo defiendo la escuela a capa y espada; entonces a veces me parece que es necesario hacerles caer en cuenta que no es un programa musical como todos, que este es diferente porque son empíricos y hemos visto unas transformaciones impresionantes.

Con los nuevos jurados, que la mayoría de veces son  cantantes estrellas en su género y quieren ver en la primera presentación que no desafine en tal nota… eso a mí me enerva porque yo tengo la esencia del programa. Como yo sí he visto milagros, los jurados que no llevan seis temporadas, dicen que es imposible transformarlos, pero sí se puede.

Hay un nuevo integrante que es Jessi Uribe… ¿cómo ha sido trabajar con él?

Muy bien. Como digo yo siempre, los desapegos no son fáciles, uno se va acostumbrando, por ejemplo, a Ernesto Calzadilla, yo lo extraño mucho, pero eso no quiere decir que no le haya dado la bienvenida a Calero y a Valerie, porque me parecen divinos, son regios amigos, son profesionales y Jessi, es un gran cantante, me fascina de los populares, me gusta su estilo para cantar y también guía a los participantes.

Esto es de irnos amoldando porque como te digo, no es fácil en un comienzo. Jessi los quiere perfectos porque él estuvo en un programa de participante… pero como vamos a ver la evolución y yo lo que disfruto es la evolución con los profesores que tenemos que son maravillosos.

¿Qué te ha dejado este camino en Yo me Llamo?

He podido compartir con una cantidad de gente maravillosa. Es un programa que ha crecido muchísimo del cual he aprendido, porque muchas veces la gente dice que yo no sé de música, yo creo que primero aprendí la escala musical que a actuar, porque yo de pequeña estuve en un conservatorio y canté.

Aquí en Colombia, a los actores no les dan mucha oportunidad de cantar y siempre te quieren matar de entrada. Con el programa he aprendido a conocer otros géneros musicales, otras épocas… he tenido recordación de épocas de mis padres, me he compenetrado más con los nuevos ritmos y en qué nivel se mueven. Esto es lindo porque la gente adora el programa  y les gusta porque a la gente mayor -como yo, de 125 años- (risas) conoce lo nuevo y viceversa.

Todos aprendemos y yo me estudio a los artistas originales al dedillo, lenguaje corporal, expresión, canto… son muchos detalles que  cuando los ‘dobles’  llegan a la escuela creen que hacían igual, pero resulta que les falta.

Te vimos en Las Muñecas de la Mafia y dijiste que el personaje de Lucrecia llegaba en el mejor momento de tu carrera. ¿Por qué?

Porque es un personaje muy fuerte. Para mí, el mejor momento de mi carrera siempre ha sido desde que empecé y en este momento lo digo, porque ya hay una madurez actoral donde he representado a muchos personajes en cine, televisión y teatro.

Lucrecia es complicado, ahí no me importa si salgo o no bonita, porque quiero quitar ese estigma de que la diva no actúa, sino que quiere salir bonita. Eso es falso, me parece una falta de respeto porque yo he hecho muchos personajes que han sido galardonados, que la gente recuerda y no soy Amparo Grisales.

Por eso no me gusta cuando me dicen “diva” porque es una etiqueta que no va; para mí lo importante es el talento. Con este personaje me quito la máscara, salgo vuelta nada, paso por momentos emocionales muy fuertes…

¿Qué más se viene para ti?

Ahorita no tengo tiempo de nada (risas). Con Yo me Llamo no tengo tiempo sino de música y más música. No me gusta tener varios focos al mismo tiempo; me gusta estar concentrada en lo que estoy y no dispersarme porque eso te vuelve un poco mediocre, cuando no estás del todo al 100 por ciento en lo que haces.  Hay proyectos para el año entrante, no les cuento… y ya en su momento los conocerán.