HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Los ocho bandos que participan en el conflicto de Siria

Lo que comenzó como una más de las protestas de la llamada primavera árabe, en 2011 contra el gobierno del mandatario Bashar al Asad, convirtió a Siria en el campo de batalla de múltiples ejércitos que, luego de casi una década, amenazan con seguir en confrontación.

La guerra siria escaló de revuelta social a conflicto interno debido a la respuesta violenta del régimen de Al Asad a las primeras manifestaciones. Después, con la creación de Estado Islámico (EI) en Irak en junio de 2014, bajo la promesa de crear un califato musulmán sunita a lo largo de la provincia siria de Aleppo hasta la irakí de Diyala, cambió la lógica del conflicto.

El régimen de Al Asad dejó de ser el enemigo principal, y potencias como Rusia, Estados Unidos e Irán respaldaron la ofensiva contra los extremistas de EI.

La última etapa de la guerra, que implicó el acorralamiento de Estado Islámico en el norte del país, está a punto de ser reactivada debido a la inclusión de un nuevo actor: Turquía, el cual emprendió la semana pasada un ataque contra las milicias kurdas, aliadas de Estados Unidos y enemigas de Estado Islámico, que coincidió con la retirada de las tropas norteamericanas por orden del presidente Donald Trump.

A esto se le puede sumar un nuevo episodio que, incluso, podría escalar a un nuevo nivel el choque armado y tiene que ver con el acuerdo de dos enemigos históricos para combatir a los turcos en la frontera norte: las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), que es una fuerza liderada por los Kurdos y el régimen de Al Asad.

Una guerra con trágico saldo

Siria, el experimento del horror de la segunda década del siglo XXI , se ha convertido a la vez en un titular recurrente de los medios, en cifras –370.000 fallecidos, entre ellos 21.000 menores, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y 6,7 millones de desplazados según Naciones Unidas – que solo volvían a ser condenadas cuando adquirían rostro humano.

Sucedió en 2015, cuando una fotografía expuso la muerte de Aylan Kurdi, un exiliado sirio de 3 años ahogado en el mediterráneo mientras huía de la guerra y cuyo cuerpo fue retratado como dormido sobre las playas turcas y pasó de nuevo en 2016; en esa ocasión, la crudeza de los bombardeos del gobierno sirio contra los rebeldes en Aleppo quedó reflejada en el rostro ensangrentado y sucio de Omran Daqneesh, un niño de 5 años fotografiado tras los ataques en el interior de una ambulancia.

Pero ante la ausencia de imágenes simbólicas, la guerra en Siria ha seguido transcurriendo de forma silenciosa, en medio de bandos que se disputan un territorio clave por sus reservas de gas, y su posición entre Medio Oriente y el Mediterráneo

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