HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Se cumplió el objetivo: descender

De nuevo se repite la historia pero ahora  con más signos visibles y hasta descarados podríamos decir, en el absurdo afán del Unión Magdalena de querer permanecer en la categoría B del fútbol profesional colombiano. En esta oportunidad la afición no tragó entero y pudo observar como poco a poco en cada juego el equipo  hacía todo lo posible  para  descender, y al final, hizo bien la tarea alcanzando el logro propuesto: el anhelado descenso. La fugaz ilusión de ver nuevamente en Santa Marta clubes del rentado profesional después de trece años, fue sólo eso,  una fugaz utopía que cercenó de un solo tajo la deshonestidad deportiva de los integrantes del club en su gran mayoría incluyendo directivos y técnicos.

Todo se hizo mal para el segundo semestre del año, desde el cambio de la dirección técnica hasta los jugadores que llegaron en calidad de refuerzos. Un primer semestre  lleno de triunfos, expectativas , buen juego en la medida que la nómina lo permitía  y al final, lograr clasificar entre los ocho mejores de Colombia. Todo indicaba que para el segundo torneo las cosas iban a mejorar y los éxitos serían mayores.; desafortunadamente no fue así , todo se hizo al revés quedando en el ambiente la percepción y el deseo del equipo  de querer permanecer en la categoría B.

Queda la afición estupefacta, resentida, frustrada al ver la mal intencionalidad, el poco compromiso  y sobre todo, la falta de profesionalismo y honestidad deportiva  de muchos de los integrantes del club. Les quedó grande el defender la permanencia y con ello demostraron el poco amor por la institución. Un grupo de jugadores sin garra, sin espíritu de lucha  y sin pundonor deportivo no pueden considerarse excelentes profesionales porque les están faltando a la ética deportiva.  La afición con el club no tiene ninguna esperanza ya que este es manejado al antojo del propietario. La situación administrativa del Unión Magdalena  a diferencia de los otros clubes profesionales colombianos, es totalmente diferente y no resiste un análisis profundo. Mientras que unos clubes son fortalecidos por sus propietarios y dirigentes para alcanzar grandes logros, acá en Santa Marta  queda la impresión y el deseo de que se hace todo lo posible para que el club permanezca en la categoría B.

Desde luego que la afición está triste, nos ilusionamos los hinchas de nuevo con el fútbol profesional en Santa Marta y no esperábamos semejante deshonestidad deportiva. Todo fue fríamente calculado  para alcanzar el objetivo final y coronar con el descenso. Los goles en los minutos finales y en los tiempos de descuentos, no fueron coincidenciales y más de uno ya los preveía que se iban a dar. No se necesitaba ser tan ingenuo  para no percatarse de esa trama tan repetitiva. ¿ Qué viene ahora ? Nada, seguramente más de lo mismo, esto no va a cambiar hasta que el propietario del club no lo  decida; continuará siendo  la misma farsa quizás con otros protagonistas pero con un mismo final,

La honestidad en el deporte es el  juego limpio y honesto, es la sublime expresión deportiva de un gran respeto por nosotros mismos y entre todos los que conforman, de alguna manera, el entorno  de la competencia  deportiva. Para tener éxito en el deporte necesitas una actitud adecuada. La honestidad, la dignidad, el juego limpio, el respeto, el trabajo de equipo, el compromiso y el valor, son esenciales para una actuación deportiva memorable. Todos estos valores pueden resumirse en el término  juego limpio. Juego limpio que desconocieron nuestros jugadores y por esa razón, están condenados a fracasar y a mantenerse en la mediocridad, sin grandes aspiraciones de éxitos sin tener vergüenza y humillados  por desconocer el valor de la honestidad en el deporte.

*Internacionalista.

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