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La FLIP exhorta al presidente Duque a rechazar agresiones contra el periodista Jesús Blanquicet y a sancionar a los responsables

La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) rechaza las agresiones de las que fue víctima el periodista Jesús Blanquicet del diario El Heraldo de Barranquilla. La FLIP hace un fuerte llamado al presidente Duque para que rechace públicamente estas agresiones y, en nombre de su equipo de seguridad, emita unas disculpas públicas.

El 6 de noviembre de 2019, mientras el mandatario salía de un evento en el Malecón Puerta de Oro, el periodista abordó al presidente para preguntarle su posición sobre el bombardeo del Ejército ocurrido el pasado 29 de agosto en Caquetá, que habría dejado al menos ocho menores de edad muertos. El presidente respondió “¿De qué me hablas, viejo?”.

A continuación, cuatro hombres del equipo de seguridad del Presidente y dos Policías abordaron al periodista. Según el reportero, uno de los guardias de seguridad le propinó un golpe cerca del riñón e intentó ponerlo de rodillas. Blanquicet se identificó en repetidas ocasiones como periodista del Heraldo.

 

El periodista también asegura que Karen Abudinen, Alta Consejera Presidencial para las Regiones, se acercó al notar la situación y le manifestó que si quería una entrevista con el Presidente ella se la conseguía pero que borrara el material. El periodista asegura que finalmente y ante la negativa de eliminar el material periodístico, la Alta Consejera le ofreció disculpas por lo sucedido.

El periodista Gustavo Gómez de Caracol Radio dio a conocer que el Presidente de la República le manifestó que no atendió al reportero porque no escuchó lo que le dijo y sus protocolos de seguridad en lugares públicos no le permiten detenerse ante alguien que no está identificado. Sin embargo, esto es contradictorio porque al ser abordado por el periodista, Duque estaba interactuando con otros ciudadanos y, además, Balnquicet sí portaba el carné del medio para el que trabaja. Valga recordar que de cualquier forma ningún tipo de acreditación es necesaria en Colombia para ejercer la libertad de prensa.

El periodista sufrió tres violaciones a su libertad de prensa: agresión física, obstrucción de su trabajo y solicitud de eliminación de material periodístico legítimamente recogido. La gravedad de estas agresiones se acrecienta por el hecho de provenir del equipo de la Presidencia de la República.

Todos los funcionarios tienen un deber de tolerancia al escrutinio y las preguntas de los periodistas y demás ciudadanos, por el interés público que tienen sus acciones y decisiones. Sin embargo, este deber se acentúa cuando se trata del Presidente de la República quien, por ostentar el más alto cargo electivo del país, está sometido al mayor grado de escrutinio social (Corte IDH, Caso Fontevecchia y D’Amico vs. Argentina, sentencia del 29 de noviembre de 2011, pár. 6).

El mensaje que deja Presidencia con su actuar es contundente: a los periodistas que indagan sobre asuntos que resulten incómodos se les castiga con agresiones. Este mensaje no sólo llega al periodista agredido, también llega a los demás periodistas y medios de comunicación del país, quienes se pueden sentir disuadidos de hacer preguntas incómodas y a los funcionarios y ciudadanos, quienes pueden leer esto como una autorización para agredir a los periodistas.

 

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