HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

NACION-PUBLICIDAD

NACION-Leaderboard1

La pólvora cotiza a la baja en Antioquia

El departamento ajusta cinco años con disminución en número de quemados. El reto, seguir tendencia.

Asociar la quema de pólvora solamente con cierta tradición mafiosa sería una simplificación excesiva, facilista. Si bien esta actividad tuvo una resignificación en los 80 con el auge del narcotráfico y en 2003 con la alborada del bloque Cacique Nutibara, como una muestra de poder, tal como lo explica el antropólogo Gregorio Henríquez, lo cierto es que los explosivos acompañaron la cotidianidad del arriero antioqueño desde épocas de la colonia cuando fueron usados en la minería.

Esta afición histórica por la pólvora es un problema al que las autoridades en Antioquia parecen haberle encontrado la mano con una mezcla justa entre garrote y zanahoria.

Así lo concluyen las autoridades departamentales, para quienes la tendencia a la baja del número de quemados en Antioquia por pólvora es contundente. Un dato ayuda a ilustrar el problema y los avances alcanzados: en las fiestas de fin de año, en 2014, hubo 262 personas lesionadas con pólvora y, en el mismo periodo de 2018, la cifra bajó hasta 68, es decir que se redujo un 74 %.

De alguna manera esas cifras positivas y la reducción consecutiva de estas estadísticas en el departamento (ver gráfico) muestran el trabajo articulado entre las diversas entidades que buscan erradicar una de las imágenes más tristes de la Navidad: ver a un niño luchando para recuperarse en un pabellón de quemados.

“Invitamos a las personas a evitar este tipo de artefactos y que esta sea una Navidad diferente, que la fiesta sea en familia para evitar el malestar que genera este tipo de actividades en las personas y en las mascotas”, dijo Gabriela Cano, secretaria Seccional de Salud de Antioquia.

Prevención y control

Aunque la funcionaria sabe que hay un terreno abonado en el departamento y que las cifras pintan un panorama positivo, la gravedad de cada caso que se registra invita a no bajar la guardia en materia de prevención y vigilancia. Así la utopía de cero quemados algún día podrá ser realidad.

Por esto, a partir del próximo 1 de diciembre se intensificará la vigilancia en el departamento con dos focos: el corredor sur del área metropolitana que comunica a Medellín, Envigado, La Estrella y Caldas, y el Oriente antioqueño; con especial énfasis en los municipios de El Carmen de Viboral y El Santuario. En esos seis municipios reseñados se registró, en 2018, el 44 % de los quemados del departamento.

Las cifras de Medellín

En esa percepción positiva de la problemática coincide Fernando Montes, médico epidemiólogo de la Secretaría de Salud de Medellín, quien señala que ha sido clave la comunión entre las campañas pedagógicas y el rechazo social que comenzó a interiorizar la gente. Entendió que más allá de quemarse a sí mismo, una persona que detona un artefacto puede afectar a quienes lo rodean.

“Ese mensaje de no moleste al otro, especialmente a tres grupos vulnerables como los niños, los ancianos y las mascotas, ha servido como persuasión y para que haya un tema clave de corresponsabilidad. Más de la mitad de reportes de lesionados son personas que no estaban quemando pólvora”, indica el vocero, consciente de que aún falta para lograr la meta de cero quemados por pólvora.

Montes también recalca que en los análisis estadísticos y las proyecciones que realizan en la dependencia, siempre se destaca el caso de 2016, cuando por cuenta de la tragedia aérea de Chapecoense, la ciudad estaba de duelo por lo que la alborada no se realizó y hubo un cambio de paradigma.

“Chapecoense marcó un antes y un después en ese descenso porque la ciudadanía como un gesto de solidaridad no celebró con pólvora. Creíamos que en 2017 íbamos a tener un nuevo ascenso, pero siguió bajando”, indicó el vocero.

En Medellín, al igual que en Antioquia, el número de quemados también se redujo de manera exponencial en los últimos cuatro años: 2015 (87 casos), 2016 (30 casos), 2017 (25 casos) y 2018 (18 casos).

Un problema invisible

Si bien las cifras de quemados por pólvora en Antioquia han dado tregua en el último lustro, hay otro monstruo silencioso y cotidiano que desvela a los médicos y autoridades en salud todo el año: los quemados por líquidos calientes.

“Son importantes las campañas para prevenir quemados por líquidos calientes que superan, por mucho, a los de pólvora. En eso hay que trabajar porque suelen ocurrir dentro de las viviendas por no tener en cuenta requerimientos de seguridad mínimos”, dijo Montes.

Esa visión la comparte Marco Antonio Hoyos Franco, cirujano plástico de la Unidad de quemados del Hospital Universitario San Vicente Fundación, quien cuenta que las 32 camas entre infantiles y adultos del centro hospitalario se mantienen ocupadas todo el año y en gran medida es por esta problemática que no es tan mediática como la pólvora.

“Las unidades de quemados están llenas porque la mayoría de las quemaduras que atendemos son por otros agentes etiológicos como los líquidos calientes que representan la mitad de las atenciones”, concluyó el médico.

La reducción de quemados por pólvora permite que la luz de la pirotecnia no se lleve todos los reflectores y se pueda mirar hacia otro lado, para darles la importancia que merecen otros problemas que también mandan a los niños y adultos a pasar la Navidad en clínicas y hospitales.

Medellin (El Colombiano).

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más