HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Las razones de una abstención

La decisión del gobierno del presidente Iván Duque de abstenerse a la hora de votar en la ONU la resolución que, desde 1992, ha venido adoptándose en relación con el denominado embargo económico, comercial y financiero a Cuba no es en modo alguno caprichosa y obedece a consideraciones del más alto interés nacional.

Al abstenerse, Colombia ha reiterado un mensaje que ha transmitido al Gobierno cubano en varias oportunidades sobre la permanencia de miembros del Eln en ese país, que son requeridos por la justicia colombiana por graves delitos y que incluso reconocieron su responsabilidad en el repudiable atentado contra la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, que segó la vida a 22 personas. El Eln ha traicionado una y otra vez la buena voluntad de los colombianos, persistiendo en el terrorismo y la criminalidad, y ha abusado también de la buena fe de la comunidad internacional, en especial de las naciones que han acompañado sucesivos esfuerzos de Colombia para alcanzar una solución con ese grupo armado ilegal.

Por eso, hemos insistido en diálogo franco y directo con Cuba, con la convicción de estar obrando con rectitud y en defensa de los intereses de Colombia y de los colombianos, en el cumplimiento de las obligaciones derivadas de las normas del régimen internacional contra el terrorismo, que constituyen normas superiores en el ordenamiento jurídico internacional. No se le hace ningún favor a la paz de Colombia amparando a terroristas confesos, desconociendo las circulares rojas de Interpol y entorpeciendo la cooperación con las autoridades judiciales.

Con la abstención en la votación de esta resolución hemos hecho una manifestación política de rechazo al apoyo del Gobierno de Cuba al régimen ilegítimo de Nicolás Maduro, que ha causado una crisis multidimensional que padecen día a día los venezolanos y afecta directamente a Colombia. No solo por razón del flujo migratorio, al cual hemos respondido y seguiremos respondiendo con solidaridad y responsabilidad, sino también en materia de seguridad, debido al santuario que ese régimen ofrece a distintas organizaciones criminales que, hoy por hoy, operan transnacionalmente y se benefician de la connivencia con ese régimen dictatorial. Así se ha reconocido en distintos escenarios internacionales, incluso en el Grupo de Lima.

La abstención del gobierno del presidente Duque solamente significa lo que se ha señalado desde el mismo día de la votación: el rechazo político a los actos hostiles del régimen cubano hacia Colombia. Nada más, pero tampoco nada menos. Todos los elementos de la política exterior para la legalidad, el emprendimiento y la equidad continúan invariables y en plena ejecución, tal como se refleja en el desarrollo de nuestras relaciones bilaterales y la presencia e iniciativa en los distintos escenarios multilaterales.

Nuestros amigos y socios en el mundo entienden muy bien las circunstancias que vivimos. Esta decisión, además, no se funda en consideraciones ideológicas o dogmáticas. Dogmático hubiera sido obrar con inercia diplomática, subordinando a esa tradición formal el deber de defender los verdaderos intereses de Colombia, como lo hace el presidente Duque, y las legítimas expectativas de nuestro país en su relación bilateral con Cuba.

Nuestra abstención es congruente con nuestra práctica de la diplomacia de la legalidad. Legalidad que practicamos en nuestro relacionamiento con todas las naciones y que esperamos sea respetada en reciprocidad también por todas ellas, especialmente por aquellas que, como Cuba, conocen muy bien el enorme esfuerzo que hemos tenido que hacer como nación, ayer y hoy, para construir paz con legalidad para todos los colombianos.

*Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más