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El valle de Aburrá tiene seis nuevas zonas industriales de aire protegido

Esta nueva estrategia, que está incluida dentro del Plan Integral de Gestión de la Calidad del Aire (Pigeca) con metas a 2030, se suma a dos polígonos urbanos que fueron delimitados en enero de este año, pero que están más relacionados con restricciones para vehículos (ver recuadro).

“En las Zuap-i se harán mediciones específicas para la industria establecida en esos polígonos. La idea es llegar a acuerdos con las compañías para ir reduciendo los niveles de contaminación”, le dijo Eugenio Prieto Soto, director del Amva, a EL COLOMBIANO.

Dos de los polígonos están en Medellín (Guayabal y Caribe) y los otros se reparten entre Bello, Itagüí, Sabaneta y Girardota (ver Mapa).

¿Qué pasará en las zonas?

Para delimitarlas, el Amva llevó a cabo un estudio que determinó que el 80 % de las fuentes de contaminación atmosférica se encuentran en Medellín, Sabaneta, Itagüí y Girardota.

Además, estos dos últimos municipios junto a Bello representa un 55 % de las emisiones de óxidos de nitrógeno, y del 60 % del dióxido de azufre que ensucian el aire del Aburrá. Ambos contaminantes son considerados los generadores del material particulado en la atmósfera.

Por ello, luego de que el Amva identificó los sectores industriales más críticos en los cinco municipios, con la resolución que está vigente desde septiembre pasado, se implementarán medidas adicionales a las que se aplican en otras zonas.

En este caso, según Prieto, el Amva no está atada a la reglamentación que haga cada municipio, pues como autoridad ambiental regula a la industria, que no es el caso de las zonas urbanas de aire protegido relacionadas con la movilidad.

Las compañías establecidas en los polígonos delimitados deberán dar cuenta de su actividad, sus procesos, el número de fuentes fijas de emisiones y el tipo y cantidad de combustible que usan.

Adicionalmente, señala la norma metropolitana, las empresas tendrán que contar con un plan para reducir a 2030 sus niveles de contaminación, que deberá implementarse en un plazo máximo de seis meses desde la entrada en vigencia de la resolución.

Por ejemplo, para el caso de compañías de papel, las emisiones deberán bajar 83 %, el sector textil 76 %, fábricas de plásticos, cauchos y empaques 73 % y compañías químicas 70 %. Tampoco podrán llegar a instalarse nuevas fuentes fijas en dichos polígonos, con el fin de garantizar la gradual disminución de la contaminación en las seis zonas.

La resolución también contempla, luego de determinar las características de las industrias, que aquellas que superen ciertos niveles en el flujo de material particulado en sus calderas deben instalar un sistema de monitoreo continuo que entregue información cada cinco minutos y que almacene los datos al menos por dos años.

El Amva subraya que esta instalación tendrá que hacerse dentro de los 12 meses siguientes a la expedición de la norma metropolitana.

En caso de no cumplir con las directrices, la autoridad ambiental podrá sancionar a las empresas de acuerdo a la legislación colombiana, según sea el tipo de la infracción.

“Con esta resolución avanzamos en el camino de llegar a niveles mínimos de contaminación, lo que va a repercutir en la calidad de quienes trabajan en dichas zonas, pero también para toda el área de influencia”, expresó Prieto.

Comentarios de la norma

Uno de los municipios con mayor actividad industrial es Girardota, que cuenta con alrededor de 276 chimeneas industriales.

El alcalde de esta localidad, Vladimir Jaramillo, expresó que la estrategia de las Zuap-i es acertada. “Es un paso fundamental para que en el futuro Girardota, y no solo un polígono dentro del pueblo, sea declarado como área fuente de contaminación y podamos tener normas más estrictas y severas para las fuentes fijas”, dijo.

El mandatario agregó que esto permitirá, en las seis zonas, que las industrias asentadas migren a tecnologías limpias, amigables con el medio ambiente. “Con controles más rígidos, al final las chimeneas deberán desaparecer”.

El concejal de Medellín Daniel Carvalho calificó la norma como una oportunidad interesante para controlar mejor las fuentes fijas, pero observó que debería priorizarse la reglamentación de las otras zonas urbanas de aire protegido que ya estaban delimitadas.

En todo caso, según Prieto, el proceso continuará, pues si bien ya existen ocho polígonos delimitados —contando los seis industriales—, el Área estudiará la viabilidad de crear más zonas en otros sectores del Aburrá.

Medellín (El Colombiano).

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