Un debate con estigmatizaciones políticas

Los colombianos nos aprestamos a vivir una temporada preelectoral basada en estigmatizaciones políticas, donde los contrincantes, en los medios de comunicación y en las redes sociales, tratan de ubicar ideológicamente a los diferentes candidatos, como representantes de la derecha, ultraderecha o de la izquierda o de la ultraizquierda y ahora han surgido los de centro, que no son ni sal ni agua.

Los términos de Derecha o Izquierda en Política, nacen a raíz de la votación del 11 de septiembre de 1789 en la Asamblea Nacional Constituyente en la Revolución Francesa, en la cual se ubicaron a la derecha del presidente los diputados que estaban de acuerdo en dejarle al Rey la atribución de vetar las leyes que emitiera la Asamblea y a la izquierda lo que se oponía a esto.

De esta manera a partir de esa fecha, se asocia la izquierda con la oposición política, partidaria de los cambios políticos y sociales y a la derecha como la opositora a los cambios.

En Colombia, tradicionalmente, se ha catalogado como de ultraizquierda a los partidarios de los movimientos guerrilleros, y de izquierda democrática a los que participan de los procesos electorales con ideas socialistas o comunistas y de derecha, a los que defendía la soberanía nacional y la autoridad del Estado.

La realidad, es que los colombianos elegiremos al próximo presidente, entre los candidatos o candidatas de izquierda o partidarios del otorgamiento de privilegios a las Farc, defensores del proceso de paz, enemigos de la propiedad privada, amigos del socialismo siglo XXl, de la nacionalización de los medios de producción, que tienen como bandera la de estigmatización a los que no han sido partidarios de lo acordado en la Habana, ubicándolos como enemigos de la paz.

Por el otro lado, estarán los candidatos que exponen ideas políticas que versan sobre economía, libertad de empresa y libre competencia, manejo del Estado, libertades individuales, garantías democráticas, como la libertad de expresión y la libre locomoción, comprendidas dentro de los Derechos Humanos, el respeto a la propiedad privada y por encima de muchas cosas, la garantía a la seguridad de los colombianos, sin la cual el respeto a los derechos sería una utopía, como lo era antes de los gobiernos del doctor Uribe, a estos candidatos los llaman de derecha e incluso los califican de ultraderecha por proponer modificaciones al pacto de La Habana.

Creo que tanto la derecha o la izquierda democrática, son idearios políticos respetables, lo que no es bueno para Colombia es el llamado centro, o sea ni lo uno ni lo otro, postura política considerada mundialmente como una teoría posicional, que no expone sus propias ideas, sino que depende de lo que diga la izquierda o la derecha, algo parecido al nadaísmo ideológico del siglo pasado.

El manejo del Estado, requiere posiciones claras, experiencia, planteamientos económicos que lleven a que este cumpla con la obligación de lograr el bienestar de sus asociados, que garantice la prosperidad, la libertad, la libre empresa, el empleo y todo aquello que garantice un futuro pleno de oportunidades para las generaciones venideras. Ideas que encarnan el querer de las mayorías de los colombianos y que las representa el Centro Democrático y en su defecto el doctor Germán Vargas.

¿Sabes qué? En política cada uno es libre de pensar y actuar como quiera, eso es democracia, pero respetando las ideas de los demás.

Catedrático Universitario