Propósitos macros en beneficio colectivo

Desarrollo es palabra buena, qué en nuestro caso, y me refiero a nuestros municipios en particular y departamento en general, debe ir acompañado con hacer emanar nuevas visiones desde los territorios mismos en contexto de sostenibilidad en los que todos deberíamos aportar con fundamento cierto competencias, saberes, experiencias, trayectorias, a efecto de reinterpretarnos en un ejercicio fundamental y revelador, que nos permita sacudirnos de esquemas obsoletos que no consultan nuestras realidades, necesidades ni demandas poblacionales, aspectos que impiden construir una visión territorial sostenible para una mejor calidad de vida.

En este derrotero, requerimos de modelos propios que traduzcan en verdad el imaginario social con sentido participativo y de pertenencia, entre otros, que oriente las actividades todas de manera estructurada que facilite pasar del pensamiento a la acción y como actores contribuir a su construcción, difusión y consolidación. Necesitamos lógicas propicias que nos encaminen en mejor forma por el sendero del desarrollo sostenible, equitativo, en igualdad y con crecimiento económico, además de tener en cuenta otras dimensiones territoriales como parte esencial en el logro de superiores calidad de vida y construcción social en beneficio colectivo, lo que impone propuestas de nuevas visiones y opciones de vida basadas en el surgimiento de concepciones que tengan en cuenta nuestras raíces y nos renueven en la búsqueda de una visión sobre el desarrollo de un acontecer más justo, con planes, formas de vida y visiones territoriales adecuadas con organización social y económica; y, con formas de manejo de los recursos en manera diferente.

El desarrollo debe y tiene que ser un objeto de trabajo, un proceso con visión global, conservación ambiental y crecimiento económico como condiciones necesarias e implementado con otros factores en dirección a la búsqueda y soporte de una prosperidad integral para todos.

Nuestro modelo de desarrollo debe proponerse ser básicamente un constructo permanente y continuo, que deje atrás lo que ha demostrado ser inadecuado y por tanto deshecho, para repensarlo de manera diferente en la visión de una nueva forma de entender la vida, que nos permita, como ya hemos expuesto, una visión territorial sostenible que conjunte estructuralmente, además de lo económico y ambiental, lo social, cultural y político institucional como visión dominante y transformadora, que no genere exclusión ni la constante eliminación de las ideas culturales ancestrales, sino que mantengan un equilibrio en sus estructuras dimensionales, con lo cual evitar crecientes contradicciones económicas, ambientales, sociales, culturales y políticas, como demostrado está en nuestros territorios, en los que seguiremos anclados de no definir y redefinir los particulares procesos que nos lleven a consolidarnos en manera integral.

 [email protected] *Jurista