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Partidos piden definir ruta para diálogo social

Tal como es la variedad de las ideas que defienden las colectividades políticas con asiento en el Congreso, tal es la diversidad de enfoques que proponen para la conversación que está proponiendo el presidente Duque

Los partidos políticos tienen ideas diferentes sobre lo que debe ser el diálogo social propuesto por el presidente Iván Duque tras el paro cívico nacional del jueves pasado y el camino por el que se debe conducir.

Por ejemplo, el presidente del Directorio Nacional Conservador, Ómar Yepes, dijo  que “el diálogo nacional debe partir de los promotores del paro”, pues a su juicio son “ellos los que saben cuáles son las motivaciones y las reclamaciones frente al Gobierno”.

Sin embargo, Yepes consideró “muy importante que el país entienda que no todos los problemas tendrán una solución inmediata, pues la mayoría requieren un tema fiscal y estamos en un momento donde los presupuestos ya están definidos”.

Yepes sostuvo que este diálogo debe ser limitado, con voceros concretos y “con los sectores políticos representados en el Congreso, para que de este diálogo surja la facilidad para realizar las reformas necesarias, que seguramente harán tránsito en el Capitolio”.

INTENCIÓN REAL

Para el senador Roy Barreras, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), la “conversación nacional” propuesta por Duque solo será posible “si hay la intención real de cambio en políticas públicas regresivas. Es responsable que estemos dispuestos al diálogo y que el vandalismo inducido no pretenda cambiar diálogo por represión”.

Barreras le señaló a este Diario que Duque olvidó tres aspectos fundamentales en su alocución: “El compromiso con la paz. La voluntad de cambiar políticas públicas regresivas. El agradecimiento a millones que marcharon hoy en paz con alegría y civismo”.

En opinión de Barreras, “frente a la multitudinaria movilización pacífica, la alocución presidencial debe evaluarse con cabeza fría y objetividad. Reconoce la marcha pacífica y la separa de vandalismo que todos rechazamos, pero no plantea un camino concreto hacia el diálogo nacional o hacia una agenda común”.

En la misma dirección, una alta fuente del Partido Liberal que pidió reserva de su nombre le aseguró a este Medio que “sin grandes reformas de alto contenido social no hay conversación”.

La colectividad, anotó la fuente, desde que se posesionó Duque ha propuesto reformas de alto contenido social: “Eso es lo que le ha propuesto el Partido Liberal a los colombianos y al Gobierno. Esta inestabilidad política le va a hacer daño a los colombianos. Seguridad inversionista trae progreso y futuro. Debemos retomar el rumbo y así se lo hemos pedido hace más de un año al gobierno Duque”.

Según la fuente consultada, el liberalismo está dispuesto a colaborarle al Gobierno para recuperar el rumbo con grandes reformas: “Ya las hemos hecho y sabemos qué falta por hacer. Se lo hemos planteado al Gobierno en repetidas ocasiones. Los colombianos quieren que se les devuelva la esperanza, que les den trabajo, educación, salud, más oportunidades. Los Liberales tenemos una agenda de contenido social que beneficie a los más necesitados. Grandes reformas que se necesitan tras el acuerdo de paz, acuerdo que debe ser cumplido en su totalidad por el Estado. Y para ello se requiere aplicar grandes reformas, para lo cual el Partido Liberal está dispuesto, siempre y cuando se apliquen, y se cumplan, haciendo la salvedad que no vamos a permitir pauperizar la canasta familiar, los salarios y las pensiones de los colombianos”.

FUE LA RESPUESTA

En contraste, el senador Richard Aguilar, de Cambio Radical, aseguró que “la alocución del presidente es la respuesta a quienes marcharon en paz, es un gran paso para superar la crisis y zanjar las diferencias, además para pensar en el país. Esperamos que las conversaciones nacionales sean el espacio propicio para hablar de las reformas que se necesitan en el país y mejorar la calidad de vida de los colombianos. Es imperativo un plan de choque para generar empleo, hacer una gran reforma de nuestro sistema de salud, mejorar la calidad y el acceso de la educación y no puede quedar por fuera de la agenda la correcta implementación de los acuerdos de paz. Estaremos pendientes a ese llamado para trabajar por el país y por toda Colombia”.

Pero otra cosa piensa el senador del Polo Democrático, Jorge Robledo: “El discurso violento genera violencia. Las armas no se disparan solas. A los fusiles los disparan las ideas, que son las que ordenan jalar los gatillos. Y que además no se dude: el discurso violento genera violencia física, así quien lo lanza no tenga ese propósito. Si algo explica el fin de la violencia liberal-conservadora, fue que en los acuerdos para superarla se pactó, y cumplió, lo que he llamado el desarme de los espíritus, es decir, pasar de un lenguaje público de guerra a uno de paz, aun cuando en privado se hubieran mantenido, no lo olvido, las sindicaciones de unos a otros”.

Según Robledo, “en Colombia pervive un discurso cargado de violencia verbal y como si no hubiera habido proceso de paz, que presenta el pasado como si fuera el presente y desconoce los avances logrados aun cuando falte no poco por alcanzar. Necesitamos entonces que ningún discurso conduzca a más muertes por el debate político, aunque este sea vehemente y polarizado. Sobre estas diferencias de puntos de vista debería darse una amplia discusión y ojalá alcanzar un acuerdo nacional”.

Desde la Alianza Verde, el senador Antonio Sanguino aseguró que “el diálogo propuesto por el mandatario debe girar en torno a los temas del paro nacional, no alrededor de la agenda del presidente Duque. El diálogo debe hacerse sobre el paquete económico, la reforma tributaria, la reforma pensional y de esos temas el más importante es la reforma tributaria que cursa en este momento en el Congreso”.

Sanguino sostuvo que el presidente Duque deberá “comprometerse a cumplir lo acordado en el acuerdo de paz y su implementación. Además, deberá garantizar todo lo que tiene que ver con las garantías para los líderes sociales, los excombatientes y defensores de derechos humanos. Ahora el diálogo debe hacerse con interlocutores válidos. No es un ejercicio etéreo. No son los talleres construyendo país. Tiene que ser una mesa del alto Gobierno con los principales protagonistas del paro, con las fuerzas políticas, los sectores sindicales, los estudiantes y los movimientos sociales. Este diálogo no puede ser eterno. Debe tener tiempos muy precisos”.

Al respecto, Diógenes Orjuela, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), le recordó a Duque que el paro “tiene una dirección nacional que se llama Comité Nacional de Paro, en donde están las centrales obreras, los estudiantes, los indígenas, defensores de la paz, organizaciones agrarias, y la bancada de oposición. No se invente otros interlocutores”.

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