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Comunicación: ¿el gran problema del presidente Iván Duque?

La imagen del presidente Iván Duque no atraviesa por su mejor momento. Con a penas un 30 % de favorabilidad, en tan solo 16 meses de mandato, la alarmas se encendieron en esta Navidad en la Casa de Nariño. La falta de gobernabilidad, la difícil relación con el congreso y las fallas en la estrategia de comunicación son algunos aspectos que los principales críticos le han atribuido a estos resultados reportados en la más reciente encuesta.

Este último eje ha vuelto a poner sobre el tablero de análisis de la favorabilidad del Gobierno debido al reciente nombramiento del periodista Hassan Nassar como nuevo consejero de las comunicaciones de la Presidencia. En el mar de críticas que se ha desatado en las redes sociales, algunos avecinan cambios en la estrategia que se ha venido utilizando para comunicar los avances de la administración.

Sin embargo, también surge el cuestionamiento de si lo que sucede con la imagen del Gobierno solo se reduce a las comunicaciones o a la estructura con la que ha venido gobernando el mandatario desde que se posesionó. De hecho, en la coyuntura actual del paro nacional, el presidente ha tenido que salir de forma reiterada a mostrar los avances en materia social para calmar los ánimos de quienes aseguran no ver resultados.

El experto en comunicación política, Carlos Andrés Arias Orjuela, señala que si bien piensa que Hassan Nassar podría llegar a hacerle importantes aportes al Gobierno desde la Consejería de las Comunicaciones, los problemas de la administración del presidente Duque son de fondo y solo parcialmente de comunicaciones.

Según el experto, lo que está pasando con el presidente se origina en la estructura misma, desde donde se ha construido una retórica bien desarrollada alrededor del plan de Gobierno, mientras que la construcción de política pública es precaria, lo que significa que hay un buen discurso para los medios de comunicación y la comunidad internacional, que no tiene efectividad en el corto plazo para las regiones.

De esta manera, la poca conexión que se ha evidenciado del Gobierno con las realidades políticas del país, de acuerdo con Arias, no se soluciona cambiando las comunicaciones, pero reconoce que en el marketing político es primordial este aspecto y que Nassar podría ser útil en este tema.

Entre la mayoría de las críticas que se le ha hecho al nuevo consejero de las comunicaciones hay algunas inclinadas hacia el hecho de que en el periodismo que realizó hasta la fecha era evidente su afinidad con el Gobierno, y es precisamente este tránsito el que debe dar, según Arias, Nassar para tener éxito en el cargo: pasar de ser un líder de opinión a un estratega de comunicación.

“Yo sí creo, a diferencia de los juzgamientos que se han planteado en redes sociales, que el nombramiento sí podría llegar a aportarle al Gobierno Nacional una mirada diferente, porque a pesar que ha trabajado en los medios de comunicación, es básicamente un politólogo internacionalista, un analista de opinión”, agrega el analista.

Hassan Nassar quedó ubicado en el tercer lugar de los periodistas más tuiteados, según informó esta misma red social. El ahora consejero presidencial para las comunicaciones estuvo al frente de La FM, hizo parte de La W, ZOOM, RCN Radio y RCN TV, entre otros medios.

John Mario González, analista político, agrega a lo dicho por Arias que en realidad el problema del Gobierno no está allá, porque lleva mucho tiempo sin dirección, sin tener una ruta clara de para dónde va y cometiendo errores políticos. Por esta razón, a su juicio, cualquier estrategia de comunicación por sofisticada que sea no podrá ocultar los problemas del Gobierno.

González señala que duda que la presencia de Nassar llegue a darle un aire fresco a la Consejería Presidencial para las Comunicaciones, pese a ser un hombre hábil, carismático y que puede tener muy buena sintonía con María Paula Correa, la jefe de Gabinete del presidente Iván Duque. “Ahí está claro que la falta de química entre María Paula y Álvaro García fue determinante para que este saliera”, dice.

Sin embargo, el experto agrega que la prueba de fuego que deberá enfrentar el nuevo funcionario será en enero cuando se decante la época navideña y regresen los problemas que no se han atendido de manera oportuna como las movilizaciones por parte del Gobierno o la necesidad de que el presidente conforme una mayoría que le dé paz política en el Congreso de la República, sin generar celos con su propio partido, el Centro Democrático y los conservadores.

“Lo de Hassan es una buena designación, le da oxígeno al Gobierno, seguramente va a llegar con buenas ideas, pero suponer que el problema es de comunicaciones es como querer tapar el sol con un dedo”, agrega González.

El analista Jorge Iván Cuervo, en este mismo sentido, señala que los jefes de comunicación hacen su trabajo cuando tiene algo que comunicar. Dice que el Gobierno tendría que ayudar a Nassar para que este pueda mostrar logros importantes de la administración.

Según Cuervo, muchas veces los Gobierno no solo muestran obras concretas, sino que muestran discursos y el discurso del actual Gobierno no está sintonizado con los tiempos que corren, porque no reconoce abiertamente la existencia de un acuerdo de paz con las FARC ni está sintonizado con la dinámica social.

“Lo hemos visto en esta época del paro, el Gobierno no entiende lo que está pasando a nivel social y es un Gobierno que cada vez más se quiere parecer al Gobierno de Uribe en 2002, y ahí el escenario político era otro, el escenario en América Latina era otro y desde eso ha pasado mucho tiempo. Comunican de manera anacrónica”, añade Cuervo.

El analista indica que un comunicador no resolvería la crisis del Gobierno, porque este no puede inventar realidades sino informa sobre los hechos, aunque destaca que con hechos como el atentado que cometió el Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra la escuela de cadetes, el presidente y su equipo tuvieron un buen manejo de las comunicaciones debido a que exaltaron su narrativa.

Sin embargo, este parece no ser el único viraje que hará el presidente Iván Duque en su Gobierno. Se rumoran cambios en el Gabinete Ministerial en las carteras del Interior, Trabajo y Cultura, pero también se anunció que se presentará nuevamente el proyecto que le otorga 16 curules a las víctimas del conflicto en el Congreso, proyecto que en su momento el Centro Democrático y el Partido Conservador pusieron en jaque al salirse del recinto en el momento de la votación.

De esta manera, se espera que los vientos de 2020 en el Gobierno inicien con algunos virajes, tanto en la estructura ministerial como en algunas posiciones.

BOGOTÁ (Colprensa).

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