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“Esta huelga tomó por sorpresa a todo el Mundo”

El director de Latam Airlines Colombia, Santiago Álvarez Matamoros, aseguró que la huelga de pilotos de la aerolínea Avianca, que ya completa 39 días, viene afectando de manera significativa a las demás compañías del sector en cuanto a la operación y la reputación de las marcas.

El directivo, quien se posesionó en el cargo el pasado 1 de octubre, aseguró que esta situación tomó por sorpresa al sector por lo que se vieron obligados a recibir el peso de la demanda y operar a su máxima capacidad, cuando están dimensionadas para operar con un factor de ocupación menor.

En el caso de Latam Colombia, el factor de ocupación está proyectado para operar en un 82 %, y en este momento lo viene haciendo al 95 %. “La gente desde afuera puede pensar que estamos haciendo fiesta, pero la realidad es que no, esta huelga también impacta de cierta maner, nuestra marca”, dijo.

Álvarez Matamoros, el primer colombiano en dirigir la aerolínea en el país, habló  sobre los retos que tiene, las proyecciones para el próximo año y el actual momento de la economía, que también ha golpeado al sector aéreo.

– Desde hace más de un mes que se adelanta la huelga de pilotos de Avianca y la afectación para el sector ha sido significativa. ¿Qué tanto los ha impactado a ustedes?
Lo primero es que esta huelga tomó por sorpresa a todo el mundo, pasó muy rápido, por lo que nadie estaba preparado. Segundo, la huelga ocurrió en el operador dominante, pues tienen cerca del 65 % del mercado, entonces gran parte de la demanda se le traslado a los otros operadores, que no somos capaces de absorber todo y, obviamente, en esa dinámica la gente desde afuera puede pensar que nosotros estamos haciendo fiesta pero la realidad es que no. La realidad es que esta huelga también impacta, de cierta manera, nuestra marca porque la operación se ve afectada.

 

– ¿Por qué se ve afectada la marca de la compañía?
Nosotros estamos dimensionados para operar a un factor de ocupación más o menos del 82 % y lo que hemos visto es un factor del 95 %, entonces cuando uno está full los tiempos de embarque y desembarque se tienden a alargar y cuando hay contingencias ajenas a la operación es muy difícil cumplirle a los pasajeros porque no hay donde meter más gente y eso trae una cantidad de costos ocultos como pagar el hotel de quienes no se pueden ubicar o compensar a la gente, pero no solo es el costo económico sino el tema de la marca se viene a impactar porque el consumidor se lleva una mala imagen. Por eso le digo que acá no hay una fiesta, ha sido una oportunidad para que los consumidores nos conozcan, para generar más ingresos, pero a la vez esto ha generado un fenómeno en el que la imagen y la marca se han visto afectadas.

 

– Mucha gente dice que a raíz de la huelga se han incrementado las tarifas. ¿Cómo han manejado este tema?
No se puede llamar incremento de tarifas, porque en ningún momento aumentamos el tarifario. Las aerolíneas lo que hacen es que se van moviendo en ese tarifario que se presenta a la Aerocivil y, obviamente, empezamos a vender unos espacios que nunca se han vendido, entonces toda esa franja, del 82 % al 95 % se vende a tasas más altas, que es lo que ayuda a contener un poco la demanda. 
La mejor forma de explicarle a los usuarios este tema es por la oferta y la demanda. En la medida en que hay menos sillas disponibles, las tasas tarifarias que se empiezan a vender son las más caras, como medida de contención.

 

– ¿Qué medidas tomó Latam en el primer mes de huelga?
Cuando todo arrancó pusimos a disposición, más o menos, unas 80.000 sillas a un precio de 120.000 pesos por trayecto o menos. Luego pusimos unos topes de 450.000 pesos por trayecto, independiente de que se estuvieran acabando los cupos. Después se vino la semana de receso y por la cantidad de demanda tocó dejarla abierta para que el mercado se autorregulara con el precio y luego volvimos al tope tarifario de 550.000 pesos, porque de octubre hacia adelante la demanda formal de pasajeros también se incrementa por la llegada de la temporada alta.

 

– Recientemente lanzaron unas nuevas medidas para noviembre. ¿En qué consisten?
Se lanzaron 80.000 sillas en el mes de noviembre a 150.000 pesos por trayecto, o menos, y también lazamos otras 120.000 sillas, entre diciembre y febrero, por debajo de los 150.000 pesos. Estas son medidas de auto regulación para tener una tarifa más accesible, pero se entiende que no pueden ser todos, porque de cierta manera toca autorregular la demanda, para que los cupos no se agoten totalmente, ya que la industria aérea, como se ha dicho en el proceso de Avianca, es un servicio público esencial y tenemos que tener cupos para gente que tenga viajar por alguna necesidad de salud, negocio y es gente que tendrá que pagar más, pero está garantizado que los cupos existan.

 

– ¿Estas medidas están pensadas en que la huelga de pilotos cumplirá los 60 días anunciados?
Nosotros creemos que va a durar hasta el 20 de noviembre, por eso pusimos a disposición esas 80.000 sillas entre el 1 y el 30 de noviembre, previendo que eso va a pasar, para que sea más accesible y luego los precios por demanda irán nuevamente subiendo por temas tarifarios, donde tenemos un techo de 550.000 pesos por trayecto.

 

– ¿La temporada de fin de año se podría ver afectada por la huelga de pilotos?
En la medida en que Avianca se recupere, la temporada de fin de año va a funcionar muy normal a como han funcionado en los últimos años. La economía viene lenta, no creo que hayan crecimientos más allá del 5 % o 6 %, máximo. Entonces podemos tener una temporada de fin de año buena si la industria está operando al 100 % de su capacidad, se van a atender a todos sus pasajeros y esperamos que el problema de Avianca con sus pilotos se resuelva, para que funcione de esa manera. Si no se resolviera, el país va a estar en problemas, porque no va a haber capacidad suficiente para operar, pero eso no debería pasar.

 

RETOS DE LA COMPAÑÍA

 

– Usted asumió el cargo el pasado primero de octubre. ¿Cómo encontró la compañía?
Lo primero es que nosotros como aerolínea, a nivel general, estamos en un proceso de transformación, donde se hizo un cambio en el modelo de negocio para los vuelos domésticos y ese cambio ya se está ejecutando y ya está lanzado en todos los mercados en los que operamos: Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Brasil y Colombia, y hoy tenemos dos grandes retos con este nuevo modelo.

 

– ¿Cuáles son esos retos para Colombia?
Ese nuevo modelo de negocio tiene dos grandes frentes: el primero viene por el servicio abordo, donde tomamos la decisión de sacar lo que tradicionalmente dábamos, que era un jugo o un café, y se tomó la decisión de lanzar un menú abordo en el que el cliente puede comprar seleccionando desde una oferta de 50 productos, entre fríos, calientes, gaseosas, tragos. Hay todo un abanico de oportunidades para el consumidor.

El segundo frente tiene que ver con un modelo de venta, donde desempaquetamos los servicios que tradicionalmente trae un tiquete. Cuando uno compra un pasaje viene la comida que le dan, la maleta que le transportan, la posibilidad de hacer cambios, entonces cambiamos el modelo, porque nos permite limpiar la tarifa unicamente a lo que significa volar y ese es el precio más barato que nosotros damos y por eso dividimos las tarifas en cuatro grandes grupos: la promo, light, plus y top, donde cada uno tiene unos atributos diferentes. Entonces el primer retos es ese, consolidar nuestro nuevo modelo de negocio que lanzamos para todos los vuelos domésticos a donde la compañía opera.

 

– Y el segundo reto…
Tiene que ver con seguir consolidando nuestra posición dentro del mercado y obviamente no pretendemos una posición de liderazgo en Colombia, porque esta es la casa de Avianca, pero sí queremos seguir mordiendo mercado, estamos en un 24 % y la aspiración es seguir creciendo. Con este nuevo modelo de negocio esperamos que nos lleve a tener 50 % más de pasajeros en los próximos cuatro años.

 

– ¿En este momento cuántos pasajeros moviliza Latam en Colombia?
Nosotros movemos al año alrededor de 5 millones de pasajeros y debemos terminar en 7,5 millones en los próximos cuatro años. También tenemos unos retos dentro de los temas higiénicos de la operación como la puntualidad, el buen servicio al cliente, cumplir los itinerarios, tratar amablemente a los pasajeros. Eso es lo más importantes que tenemos y obviamente el que tiene cualquier compañía, que es ganar plata y acá la operación en Colombia no ha ganado dinero y este año ya estamos este año a tener un punto de equilibrio para que así podamos preparar la compañía para crecer. Al final del año esperamos tener un margen de rentabilidad de 2,5 %, que ya es algo positivo, viendo que hemos tenido una operación deficitaria.

 

– Digamos que esos son unos retos enmarcados a cuatro años, pero específicamente ¿cuáles son las proyecciones de la compañía para el 2018?
Nosotros para el cierre del próximo año estamos viendo que la economía colombiana va a seguir lenta. Nos mantenemos positivos en que va a mejorar, pero digamos que tampoco se va a poner a los niveles de hace cuatro años, donde crecíamos al 5 %. El año entrante va a llegar al 2 % o 2,5 % de crecimiento y eso hace que nuestros planes de expansión tampoco sean tan grandes, porque este negocio se mueve mucho dependiendo cómo esté la economía. Teniendo en cuenta eso, para el año entrante estamos planteando un crecimiento de pasajeros de alrededor del 7 %, que representan cerca de 350.000.

 

– Ese cambio de modelo es una apuesta para convertirse en aerolínea de bajo costo…
El fenómeno que hay en Latinoamérica es que están entrando al mercado aerolíneas de bajo costo y las aerolíneas tradicionales tienen que transformarse y adoptar algunas estrategias similares a las de ellos para poder competir, por lo tanto nuestro reto grande será tener mucha disciplina en costos y ser hiper-eficientes, pero tener siempre una propuesta de valor diferenciada al cliente. Por ejemplo: una aerolínea de bajo costo no tiene un programa de viajeros frecuentes, nosotros sí lo tenemos; una aerolínea de bajo costo no tiene sistema de entretenimiento en sus aviones, nosotros sí lo tenemos. El tercer diferencial grande está en términos de servicio, cumplimiento de itinerarios, puntualidad, donde Latam viene cuatro años seguidos siendo la compañía líder en esta materia, según la Aerocivil.

Estos retos nos diferencian de una aerolínea de bajo costo y por eso no nos definimos como tal, pero si estamos preparándonos y transformándonos para que la aerolínea sea capaz de no dejarse ganar de esos nuevos actores del mercado.

 

– ¿Están pensando en este momento en ampliar el número de rutas a nivel nacional e internacional?
Actualmente tenemos 18 rutas nacionales y ocho internacionales. Este año nosotros creamos cuatro rutas domésticas: Cali-Cartagena, Medellín-Barranquilla, Medellín-Santa Marta y Cartagena-San Andrés; y a nivel internacional lanzamos Lima-Cartagena. Eso demuestra el interés de Latam por este mercado. Hacia adelante se siguen evaluando rutas, pero nuestra aptitud es seguir impulsando el mercado, Colombia es el segundo mercado de pasajeros más grande de Suramérica, después de Brasil, donde queremos competir y en la medida que podamos seguiremos incrementando nuestra operación.

 

– ¿Para incrementar la operación están pensando en algunas regiones en particular?
El hub principal en Colombia es Bogotá, porque por allí pasa la mayor cantidad de la industria de pasajeros, pero si uno pensara en cual es nuestro segundo mercado sería Medellín, desde donde originamos a San Andrés, Barranquilla, Santa Marta, Cartagena y Bogotá, cinco rutas de las 18 que tenemos. Por eso, gran parte del crecimiento que venga hacia adelante es por fuera de Bogotá, teniendo en cuenta que el aeropuerto El Dorado tiene sus limitaciones, entonces cuando uno piensa en crecer en Colombia tiene que mirar cosas por fuera de Bogotá y eso es lo que hemos hecho.

 

– ¿Cómo analiza el momento actual del sector aéreo en Colombia?
Es un sector que está en crecimiento, que si uno mira los últimos cinco años se ha desarrollado de manera espectacular. Todavía da mucho más para crecer, tiene unos retos grandes de infraestructura y hay que reconocer que el gobierno ha venido trabajando mucho en eso. Yo creo que El Dorado es el mejor aeropuerto de Latinoamérica, no puedo decir que el más grande, porque están en Brasil, pero si el mejor en cuanto a infraestructura y es de reconocer que le gobierno ha hecho un esfuerzo, no solo en Bogotá, también en Medellín, Cali y Barranquilla, entre otros.

 

– ¿Qué tanto le ha pegado la desaceleración de la economía al sector?
Lastimosamente ahorita estamos pasando por una desaceleración y eso hace que su dinámica de crecimiento baje y seguramente cuando el país retome sus niveles nuevamente va a ser una industria a doble dígito. La industria en los últimos cuatro años había crecido a dos dígitos, más o menos un 14 % promedio cada año, y tanto en 2016 y 2017 los crecimientos han estado entorno al 5 % o 6 %, entonces uno si ve que tuvo un gran impacto creciendo a un tercio de lo que crecía antes. Colprensa.

 

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