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 Ula Joel, Mujer Cafam Magdalena

La tolimense  Ana María Joel Bernal, más conocida por la comunidad como Ula Joel, hija adoptiva del departamento del Magdalena, se encuentra nominada a Mujer Cafam 2020, por la gran labor social que cumple desde hace muchos años en la zona de Costa Verde, jurisdicción del municipio de Ciénaga.

“Mi nombre es Ula Joel, nací en Líbano Tolima, fui desplazada por la violencia a finales de 1951, a los 6 años de edad. Criada en la región Caribe, aprendí sobre el sabor que se le debe tener a la vida sin importar las circunstancias”, con estas primeras letras narra su interesante historia, la misma que llamó la atención de la Caja de Compensación Familiar, Cafam, para tenerla en cuenta entre su grupo de mujeres nominadas al premio, el cual será entregado en marzo, en el marco del Mes de la Mujer.

Por el departamento del Magdalena se postularon tres mujeres al Premio Cafam, incluyéndose ella, resultando de interés para los seccionados, su historia de vida y el proyecto social que adelanta por la comunidad de escasos recursos económicos de Costa Verde, teniendo en cuenta que la mayoría de las familias que residen en este lugar viven de la pesca.

“Como víctima, me convencí que el trabajo duro y desde el que hacer de cada uno de nosotros es lo que contribuye para el mejoramiento de nuestro territorio; nunca me gustó estar en el papel de víctima, me gusta más levantarme de cada tropezón y reinventarme”, narró en su historia Ula Joel, y eso mismo es lo que ha puesto en práctica desde que se radicó en este hermoso lugar ubicado en Ciénaga, Magdalena.

Ella es pedagoga en Preescolar, especializada en atención a niños y jóvenes con problemas sociales. Vivió muchos años en Alemania, pero al jubilarse de su trabajo regresó a Colombia.

“Luché en Alemania por los derechos de las mujeres inmigrantes, realicé trabajo social para los refugiados que llegaban de los diferentes países a  Alemania, a pedir asilo político. Y este trabajo lo hice hasta mi jubilación en Alemania. Mi legado, mi segundo hijo Patrick Oriana, quien comparte conmigo la sensibilidad por lo social y afianzó en mí, los principios de trabajo duro, educación y ayuda a la comunidad”, indicó.

POR LA COMUNIDAD

Después de muchos años de trabajo en Berlín llegó la hora de pensionarse y extrañaba el Caribe; así, que decidió  vivir en Ciénaga, Magdalena.

“En el año 2001 me mudo al barrio Costa Verde, al iniciar entonces la construcción de mi casa, lo primero que me llama la atención son los niños,  quienes en la mayoría de  horas de clases estaban en sus casas. Empecé a indagar ¿por qué no iban al colegio? y ¡oh sorpresa! nunca tenían desayuno a tiempo para ir a la escuela, les faltaba un cuaderno para sus tareas o sencillamente nadie les decía que tenían que asistir”, manifestó.

Afirmó que los niños pasaban su tiempo con los pescadores de quienes aprendían éste arte, ir al río o no hacer nada en todo el día. Se dedicó entonces a ayudar con las tareas de los niños en las tardes y a invitarles a desayunar a quienes no tenían alimentos, con el compromiso de asistir al colegio que quedaba a solo una cuadra de sus casas; pero mientras les ayudaba con las tareas notó el déficit escolar y como buena cachaca “de la Sierra” les impartió lecciones sobre responsabilidad, trabajo duro y algo de valores; estimulándolos al aprendizaje de la escritura y que ejercitaran la lectura.

“Les ilustré sobre la importancia de saber un idioma diferente y me comprometí con ellos a enseñarles Inglés. Durante este tiempo con los niños pude profundizar más en los problemas de la comunidad, noté que el agua que consumían en sus casas era la que las fincas dejaban correr después de haber regado sus plantaciones, una agua turbia y salobre con la que la comunidad cocinaba, lavaba y bebía de la misma, no había otra forma y ya estaban acostumbrados, pensaban que era normal y que era peor no tener nada”.

Con base en lo anterior, se motivó a gestionar la prestación del servicio de agua  potable y lo logró, tanto así que fueron colocados taques de suministro de agua para la comunidad de Costa Verde.

Así mismo, se motivó a luchar por la protección del medio ambiente para que el mar no continuara inundado sus casas, debido a la erosión costera, tocó puertas muchas veces en la Alcaldía de Ciénaga y en la Gobernación del Magdalena, dándole solución en gran parte a esta problemática, que todavía requiere de mejoras no solo en Costa Verde sino también en la vía que de Ciénaga comunica a Barranquilla.

Por todo lo anterior Ula Joel, fue postulada como Mujer Cafam Magdalena, por parte del Club Rotario de Ciénaga, y el próximo lunes 3 de febrero viajará a Bogotá, donde será entrevistada por el jurado del concurso Mujer Cafam Colombia 2020.

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