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‘Judy’ tiene a Renée Zellweger, más cerca del Oscar

POR: GONZALO

RESTREPO SÁNCHEZ

A pocos días de la entrega de los ‘Oscar’ muchos hacen sus apuestas por quién ganará a Mejor Actriz. Este humilde cronista apunta sin vacilación a Renée Zellweger (sería su segunda estatuilla). Un trabajo excepcional que la Academia de cine no pasará por alto; además, encarna a un mítico personaje del cine de Hollywood.

Así que el reto de convertirse en la actriz de ‘El mago de Oz’ empezó en 2017, cuando el productor de cine David Livingstone le envió el guión, que está basado en la obra de Peter Quilter ‘Al final del arcoíris’. Así empezó a involucrarse en el proyecto, que en un comienzo no hizo mucho esfuerzo por creérselo.

En el filme ‘Judy’ mira a la cámara (a nosotros) y sobre ella,  un señor productor de cine le dice “¿qué ves más allá de esta pared?”. Así comienza la película biográfica de Judy Garland (‘Ha nacido una estrella’ y ‘El mago de Oz’) que obliga además, a observar el mundo del espectáculo y una parte final en la vida de la cantante y actriz norteamericana, a quien siempre se le exigió el éxito y que el público nunca supo de ello.

En diciembre de 1968, cuando Judy Garland tenía 46 años y estaba sin dinero, sin casa, adicta al alcohol a las pastillas y sobre todo, luchando por la custodia de sus hijos, accedió a cinco semanas de conciertos en un club nocturno de Londres, “The Talk of The Town”, pero su actitud errática cada noche, la llevó contra la pared, aunque algunas veces animada por el amor de su público, lograba salir adelante.

Un drama musical pues de esta genial artista, donde la actriz es encarnada por Renée Zellweger -logra un trabajo excepcional-. Y es que representar un momento embarazoso en la vida de la actriz no debe ser fácil, teniendo en cuenta además que, la mirada de Garland siempre fue un algo a favor (y un algo en contra) de su propio destino, evocando -y parafraseando una sentencia- que hay muchas formas de ser un ganador y, solo una condición de ser un perdedor: naufragar y no ver más allá del fracaso.

Si bien, Judy podría ser el rostro del dolor y del fracaso al que castigan los estereotipos de género, es pertinente aclarar que no es un filme sobre el fracaso. En el camino tendrá que enfrentarse a los múltiples juicios que la sociedad. ‘Judy’ es una historia sobre las posibilidades que surgen para romper cadenas  y ataduras que pueden terminar por cortarnos el aliento.

La película, sobre el guión firmado por Tom Edge, cuenta además la vida subyugada por la Metro -relatado esto en flash back- y el último año de la que fuera una niña prodigio: una Garland completamente arruinada (en medio del alcohol, drogas y su propia soledad).

Plano tras plano y desde este punto de vista, el relato se concentra asimismo en un universo de oropel premeditado y madurado por hombres -yendo en contra de los principios- y, una sociedad en indeleble alboroto y pendiente de sí misma.

En la mejor escena del filme -y como un epílogo sin final-, Zellweger-Garland canta ‘Over the rainbow’, rescatando sus aspavientos y mutismos de un estado mental y un imperecedero trauma en medio del espectáculo. “Un corazón no se juzga por lo mucho que tu ames, sino por lo mucho que te amen los demás” (‘El mago de Oz’).

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