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Con calles vacías, samarios acatan el toque de queda como medida de aislamiento obligatorio, para evitar la propagación de la pandemia por Covid-19.
Desde tempranas horas de la noche, una ciudad temerosa se recoge, dejando como resultado calles despojadas y lejos del andar humano, consecuencias de las medidas restrictivas impuestas por el gobierno en lucha contra la pandemia del nuevo coronavirus.
Cabe resaltar que el aislamiento obligatorio inició en las horas de la madrugada, desde mucho antes, locales, negocios, personas ya se habrían mantenido fuera de la zona urbana y guardando distancia desde sus viviendas.