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Colombia debe cambiar a un modelo económico mucho más inclusivo

Muchos sectores de la economía se mantienen en vilo tras la extensión de aislamiento obligatorio en todo el territorio nacional, que ya no irá hasta este lunes 13 de abril, como en un principio lo había estipulado el Gobierno, sino que terminará el próximo 26 de este mes a la medianoche, con lo cual la reactivación de la productividad también se verá aplazada.

Esta decisión anunciada por el presidente Iván Duque a comienzos de esta semana expone en total un mes de cuarentena para los colombianos, desde el 25 de marzo hasta el 26 de abril, que reflejan un poco las miradas que han venido haciendo diferentes sectores para calcular el impacto que tendrá esta pandemia del Covid-19 en Colombia y hasta dónde podría caer la economía del país.

Para el centro de estudios de Fedesarrollo, el actual escenario que nos presenta el país podría traer un impacto sobre la economía de entre 48 billones de pesos, equivalentes a un 4,5 % del PIB, y 64,5 billones, equivalentes a 6,1 % del PIB. Durante este periodo de aislamiento de un mes deja una operación agregada de 63,3 % en el mejor de los casos, y en el más pesimista de 50,8 % de operación.

Expertos consultados por COLPRENSA consideran que el impacto económico que generarán todas las decisiones serán muy fuertes, y que los mayores problemas se observarán con el aumento de la tasa de desempleo, que podría llegar casi al 20 %, y el crecimiento de la línea de pobreza, que está directamente relacionada con el tema laboral.

Para el economista colombiano Salomón Kalmanovitz, “la caída de la capacidad económica será proporcional al tiempo de cierre del periodo de aislamiento que decida el Gobierno Nacional”, donde se va a perder cerca del 70 % de la actividad del país que no está funcionando y que se vería reflejado en el PIB anual que se perdería.

Entre tanto, el economista y escritor Eduardo Sarmiento considera que la situación que está atravesando el país en medio del aislamiento puede traer consigo otro tipo de resultados, como una hiperinflación o una recesión muy fuerte, producto del “exceso de demanda sobre la producción de la economía”, que se da por el cierre de las empresas.

Todo esto lleva a que el país empiece a prepararse para una reactivación de la economía una vez se levante el aislamiento obligatorio, que tendrá que liderar el Gobierno Nacional, para empezar a analizar cómo proteger los empleos y cómo proteger a la mediana y pequeña empresa, que son dos aspectos fundamentales dentro de la economía del país.

¿QUÉ HACER?

Son muchas las voces que se suman por estos días a proponer un verdadero cambio del modelo económico que trae el país desde hace más de dos décadas y el cual ha llevado a la economía a tener momentos de incertidumbre, pese a que ha logrado sortear las últimas crisis económicas a nivel mundial de la mejor forma y salir adelante frente a otros países de la región y del mundo.

Un cambio de esta magnitud tendrá que surtirse a largo plazo y, por ahora, el país tiene que concentrar sus esfuerzos en poner a funcionar nuevamente la economía en el menor tiempo posible. Por eso, es importante empezar a mirar mecanismos para evitar todas esas situaciones como la quiebra de empresas y el alto índice en las tasas de desempleo.

Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda, señaló que todo apunta a que el Gobierno Nacional tendrá que buscar medidas fiscales muy audaces, manteniendo la capacidad adquisitiva de ciertos grupos de la población que son muy importantes y para los cuales el país cuenta con programas ya montados para irrigar más recursos y otros a través de, por ejemplo, puntajes del sisben.

Esto estaría enmarcado en lo que expertos de la Universidad de los Andes denominaron como la receta tradicional de la economía, donde se requiere un estímulo fiscal y monetario, “en este caso seguramente en dosis altas y rápidas”, inyectándole al mismo tiempo una mezcla extraordinaria para un momento histórico que requiere soluciones diferentes a las que siempre se han adoptado.

Para el economista Kalmanovitz, por ejemplo, el gasto público debe focalizarse en las pérdidas que han tenido los sectores más vulnerables, los trabajadores informales, los trabajadores y empresarios de pequeñas y medianas empresas que no pueden sostener su nómina. “Ahí debe focalizarse el esfuerzo del Gobierno para atemperar un poco los impactos nocivos de la cuarentena”.

La Universidad de los Andes, en sus notas macroeconómicas, resaltó tres aspectos fundamentales para la recuperación gradual de la economía: “Minimizar el impacto negativo sobre la provisión del crédito”, ya que muchos hogares y empresas verán afectados sus ingresos; “minimizar la perdida de recursos de las familias, especialmente las más vulnerables”, propuesta en línea con la de Cárdenas.

Una tercera propuesta está encaminada a evitar que la confianza se deteriore por desorientación o por noticias que eran previsibles. En este último aspecto se mostró de acuerdo la decana de la facultad de Economía de la Universidad Piloto de Colombia, Lilian Ramírez, quien señaló que la mayor parte de la inversión en estos momentos debe ir a hacer una focalización más fuerte de los contagios.

“El impacto puede ser un poco más complejo y en este momento hay que priorizar la vida. Cuando se tiene una economía sana en temas públicos, se puede parar la economía más rápido. Yo pienso que el Gobierno Nacional ha podido hacer bien las cosas con los elementos que tiene, pero debe haber un ejercicio de cocreación”, manifestó Ramírez.

Por eso, es importante que en primera medida el Gobierno Nacional irrigue recursos a los más vulnerables de la población, buscar la forma en que los bancos puedan aplazar las obligaciones haciendo refinanciaciones a los créditos mientras está la situación y que la Dian reprograme su calendario de impuestos.

Sarmiento, por su parte, comparte la idea que se debe buscar la forma de darle las garantías a las empresas para que puedan recuperar el empleo. “Un primer paso es una buena financiación, un aumento en la liquidez con créditos o emisión, para que las empresas que han perdido el ahorro puedan volver a contratar a los trabajadores y volver a realizar inversiones para mantener la dinámica anterior”.

Según la decana de la Universidad Piloto, en estos momentos hay varios escenarios, pero se tiene que generar una mesa de concertación donde esté la academia, que tiene la investigación; el pequeño empresario, para poder comprender sus necesidades; las organizaciones sociales y donde estén los grandes grupos económicos, que son los que pueden aportar en este proceso.

“En este momento lo que puede hacer el Estado es gastar, es decir, hacer lo que está haciendo a través de los subsidios”, dijo Ramírez, quien afirmó que el país “esperaría que en este momento ya esté un grupo de economistas y de expertos trabajando en qué va a pasar después de”.

¿UN NUEVO MODELO?

Estas medidas que viene implementando el Gobierno Nacional y que seguramente empezará a fortalecer en los próximos días deben ajustarse con el tiempo a un cambio del “modelo neoliberal”, como lo determina Sarmiento, a uno que se desprenda mucho más de los mercados, que sea más planificado y regulado por el Estado, así como mucho más inclusivo y solidario.

“Esto va a tomar mucho tiempo, no va a ser de un día para otro”, señaló Sarmiento, quien explicó que migrar hacia este tipo de modelo involucra un cambio en el sector externo, donde la economía no dependa del precio del petróleo y en el que se equiparen las exportaciones con importaciones, y no como funciona hoy en día con una mayor importación por parte del país.

Según explicó Sarmiento, este modelo busca que el país tenga un crecimiento económico mucho mayor sin destruir el ambiente, que no se dañe la distribución del ingreso y se generen las inequidades que existen hoy en Colombia, porque la apertura económica que se creó buscando un crecimiento económica a cambio de mayores desigualdades.

De igual forma opinó la decana de la Universidad Piloto, cuando aseguró que “tenemos que comenzar a pensar la economía de otra manera”, llamando a repensar el tema de la economía solidaria, un modelo que permite generar estrategias de asociatividad para fortalecer las empresas y los ejercicios de cooperación, los cuales también deberían

“Hay que volver a la esencia de los humano, tratar temas de cooperación, de asociatividad, temas de trabajo colectivo, de corresponsabilidad, hay que trabajar sobre un concepto que es la unión de la fuerza. Eso no es tan fácil a nivel del ejecutivo, porque el gobierno en este momento tiene que convertirse en un gobierno gastador, que tiene que subsidiar muchísimo”, dijo Ramírez.

Este proceso debe llevar a repensar como crear una industria más fuerte y proteger a las empresas colombianas, dejar de importar tanto y producir más en el país. Así mismo, apostarle al tema rural, que se ha dejado morir poco a poco, por lo que urge que se haga “por fin” la reforma rural agraria que tanto se ha hablado, explicó la experta en economía.

“Tenemos que volver a revisar nuestras ventajas comparativas, competitivas y fortalecer esos escenarios para que nuestra industria prospere y mejore. Hay que trabajar por el crecimiento y el fortalecimiento de los sectores económicos que mueven la economía. No sacamos nada que se siga fortaleciendo el sector financiero, cuando es un sector que no mueve la economía”, dijo Ramírez.

Por eso, es importante mover sectores como la construcción, porque mueve otros subsectores para la economía se dinamice; así como la industria del entretenimiento y el espectáculo, que también mueven otras subsectores que permiten que la economía se vaya movilizando. “Si nosotros después de esta pandemia volvemos al modelo que teníamos antes, definitivamente no aprendimos nada”, concluyó.

BOGOTÁ (Colprensa).

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