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Profesionales de la salud reclaman condiciones dignas para el trabajo

los médicos son personas que merecen un trato digno, no solo en la convivencia con las personas del entorno que los aplauden en los balcones mientras los discriminan por ignorancia y pánico a un posible contagio en las calles y supermercados, sino también a un salario y condiciones adecuadas para ejercer su labor.

El Covid-19 ha mostrado una de las realidades más crudas del personal de salud: las condiciones precarias en las que muchos trabajan en cuanto a bioseguridad y garantías laborales; como también la vulnerabilidad a la que están expuestos los profesionales del área.

Este panorama se ha recrudecido más con la muerte de los médicos Carlos Nieto, de 33 años y William Gutiérrez de 59 años el pasado 11 de abril, quienes han sido llamados héroes por el cumplimento de su labor, mientras que otros los denominan mártires de un sistema de salud que no cuida a su propio personal.

Sin embargo, antes de esas etiquetas, los médicos son personas que merecen un trato digno, no solo en la convivencia con las personas del entorno que los aplauden en los balcones mientras los discriminan por ignorancia y pánico a un posible contagio en las calles y supermercados, sino también a un salario y condiciones adecuadas para ejercer su labor.

El Centro Policlínico del Olaya afirmó en un comunicado del 8 de abril de 2020, que los 5 médicos con Covid-19 que tenía el centro hospitalario «no se dio por atención a pacientes y lastimosamente ocurre debido a la falta de reporte del personal en lo solicitado por el Ministerio de Salud  en la fase de contención. La falta de adherencia al uso de los elementos de protección en plena situación de emergencia y culpa y múltiples contactos sociales dentro de la organización sin el uso ni cumplimiento del manual de bioseguridad, como se indicó, socializó y solicitó en varias situaciones dentro de la organización».

Esta afirmación, sin duda, deja en una posición compleja al personal, puesto que directamente, culpa al personal por contactos estrechos cuando los contagios ocurrieron en función de su trabajo.

El Colegio Médico Colombiano recalcó que así como se protege a las Fuerzas Militares y se les provee de armas, uniformes, pólizas de seguro, ingresos fijos, medallas y homenajes, los profesionales de salud deben también tener los parámetros de protección necesarios para su labor.

«Hoy Colombia enfrenta otro tipo de amenaza y para defender a la población tenemos otro ejército constituido por el recurso humano de salud. En este caso las comparaciones que suelen ser odiosas, pues dejan al descubierto que nuestros escuderos por bien equipados que se encuentran,  no tienen los elementos básicos para librar esta batalla. La dura realidad de la pandemia ha revelado que quienes tienen la tarea de salvar todos los días vidas en las salas de urgencia, no cuentan con los implementos básicos para hacer su trabajo como corresponde y tampoco tiene las mínimas condiciones laborales que estipula la Organización Mundial del Trabajo (OIT)», recalcó la organización.

Por tal motivo, los profesionales de la salud piden que se trate con dignidad al profesional de la salud y reconocerle lo que merece, pues médicos, enfermeras y demás profesionales de la salud están expuestos al riesgo y se sacrifican con tal de preservar la vida de tantos compatriotas.

La Asociación Colombiana de Neurocirugía denunció a la opinión pública que en todo el país, ninguno ha recibido comunicación alguna de sus respectivas ARL y mucho menos ninguna respuesta en cuanto a equipos de protección personal.

«Insistimos en que las IPS deben suministrar todo el equipo de protección personal que su talento humano requiera, independiente del tipo de vinculación laboral o contrato existente y que deben ser las IPS las que gestionen a las ARL los reembolsos a que haya lugar. Recordamos una vez más a nuestros asociados que nuestra primera responsabilidad es cuidarnos a nosotros mismos, a nuestros pacientes y nuestras familias», enfatizó la entidad.

A inicio de este mes  un grupo de paramédicos realizó un plantón en cercanías al estadio El Campín. En esa ocasión el paramédico César Ariza resaltó que el motivo de este plantón fue la falta de garantías para quienes trabajaban en las ambulancias y el personal médico en general.

SIN INSUMOS

Una encuesta realizada por la Federación Médica Colombiana a más de 2700 profesionales de la salud, concluyó que más del 90 % de los profesionales de la salud en Colombia no cuentan con equipos como trajes, tapabocas y demás insumos necesarios para preservar la vida e integridad de ellos.

Además, sólo el 25% de los encuestados tienen contrato laboral de planta o tiempo indefinido, el restante, que corresponde al 75%, tiene otro tipo de modalidad de contratación. Sobre la dotación frente a esta emergencia, la calificaron como mala, con un promedio de 2,3 en una escala de 1 a 5.

«Se evidencian amenazas al personal de salud por parte de  empleadores y en muchas instituciones se constriñe la Autonomía profesional no permitiendo hacer búsqueda activa de casos en las instituciones. En muchos casos las amenazas han llevado a despidos masivos. Ejemplos: “La dirección científica constriñe el acto médico, se presenta acoso laboral y no se permite sospecha y búsqueda activa de casos y si se envían artículos que contradigan la pobreza de los protocolos institucionales, amenazan con despido”», denuncia de la institución.

En cuanto a la disponibilidad de elementos de bioseguridad, el mayor insumo con el cual se cuenta es con guantes. Los médicos con disciplinas de la primera línea de atención, manifiestan no contar con tapabocas N95 en un 87.2% de los casos. Analizados por disciplinas y especialidades médicas, sólo el 8% de los médicos generales, el 20.4% de los anestesiólogos y el 10.3% de los intensivistas que respondieron la encuesta, cuenta con disponibilidad de tapabocas N95.

«Es evidente la falta de camas de Unidad de Cuidados Intensivos -UCI- “La UCI es tercerizada y nos manifestó que no recibirá pacientes con Covid”. Es notorio para los encuestados la falta de disponibilidad de elementos de bioseguridad para el personal de salud, consideran que el talento humano tiene las capacidades técnicas suficientes para atender la pandemia, pero sin elementos de bioseguridad esta atención se ve alterada», enfatizó la federación.

En cuanto a los protocolos de atención a pacientes COVID-19, el 54.6% de los encuestados considera que estos no están bien estructurados. El 56.2% de los médicos señala no contar con protocolos de atención institucionales para el personal de salud que se contagie y cuando estos existen, el 29% de los encuestados reportan que estos deben ser mejorados.

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