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Virus mata a otro médico

 De acuerdo con el más reciente informe del Instituto Nacional de Salud, 678 profesionales de la salud tienen Covid-19. De ellos, 527 se contagiaron en medio del ejercicio de su profesión.

La Subred de servicios de salud Centro Oriente y la secretaría de Salud de Bogotá confirmaron la muerte de otro profesional de la salud. Se trata del doctor Miguel Barragán Nocua, quien se desempeñaba como médico general en el CAPS Chircales de la localidad Rafael Uribe Uribe.

«El doctor Barragán fue diagnosticado con Covid-19 y estaba siendo atendido en el Hospital San Ignacio. La entidad lamenta profundamente la partida de este profesional, quien siempre fue un trabajador comprometido, carismático y durante años, entregó lo mejor de sí, por la salud y bienestar de los habitantes de Bogotá», informó la secretaría a través de un comunicado.

La entidad manifestó que no se debe bajar la guardia frente a la amenaza del COVID-19, pues sigue representando un alto riesgo para la ciudadanía y para el personal médico y asistencial que se encuentra en la primera línea de atención.

Además de él, el pasado 9 de mayo se reportó el deceso del médico Enrique Gamarra, quien llevaba 40 días en la UCI de la Clínica Prado de Santa Marta.

«El citado galeno que laboraba en varias clínicas de la ciudad, fue una persona de 63 años de edad, que padecía de hipertensión arterial. Aunque fue diagnosticado como positivo, 17 días después, la segunda muestra resultó negativa, cumpliendo el criterio de recuperado (es un criterio de laboratorio más no de evolución clínica)», resaltó la clínica Prado.

Sin embargo, el profesional de la salud tuvo complicaciones de salud por Covid-19 y otra bacteria, lo cual le ocasionó la muerte.

De acuerdo con el más reciente informe del Instituto Nacional de Salud, 678 profesionales de la salud tienen Covid-19. De ellos, 527 se contagiaron en medio del ejercicio de su profesión. Con la muerte de los dos médicos, son diez los trabajadores del sector salud que han fallecido por el nuevo coronavirus.

GREMIOS LLAMAN A LA SOLIDARIDAD

El Comité Intergremial del Atlántico y ANDI seccional Atlántico hacen un llamado a la comunidad para abstenerse de señalamientos y agresiones contra personal del sector salud, personas contagiadas o empresas donde se detecten casos positivos de COVID-19.

El llamado en tal sentido está sustentado en las siguientes consideraciones:

-Los sectores productivos de Barranquilla y Atlántico trabajan de forma mancomunada con la Alcaldía Distrital y la Gobernación del Departamento para definir y aplicar los protocolos de bioseguridad para cada actividad productiva. De esa manera se minimiza el riesgo de transmisión, y se protege la salud de los empleados, sus familias, proveedores y clientes a medida que se reactiva la economía.

-Barranquilla se encuentra en una fase de crecimiento del número de casos de COVID-19, prevista por las autoridades de salud, circunstancia en la que todos estamos expuestos a resultar contagiados en nuestros hogares, lugares de trabajo o sitios donde necesitemos acudir personalmente.

-Los médicos, enfermeras y el personal que practica las pruebas están sirviendo a la comunidad y honrando su profesionalismo y vocación de servicio lo cual solo merece agradecimiento y respeto.

-Las autoridades distritales y departamentales y sus equipos de gobierno, asesorados por epidemiólogos y expertos, han trabajado para atender oportunamente los nuevos casos positivos y tomar las decisiones pertinentes y necesarias para salvaguardar la vida.

-Las medidas de máxima restricción fueron motivadas por la resistencia de una proporción menor, aunque inaceptable, de ciudadanos a cumplir con la cuarentena, la utilización de tapabocas, el no sobrecupo de los buses y el distanciamiento social.

-No acatar dichas disposiciones tiene altos costos sociales adicionales pues desvía recursos limitados de tiempo, logística y presupuesto y retrasa la reactivación económica.

-Necesitamos avanzar en la mezcla de “testear y aislar” incrementando la capacidad para identificar los casos positivos, aislarlos y darles del tratamiento debido. Esa receta, aplicada con éxito en países que están superando la pandemia, depende de una ciudadanía disciplinada en el cuidado propio y de los demás y solidaria con quienes lamentablemente resulten contagiados.

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