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Conociendo México y más de su historia

“El clima era casual, la temperatura casi como en una fresca primavera paisa y los acentos abotonados al cantadito ranchero de los mexicanos”, describe Salua a Cabo San Lucas, México.

POR:
SALUA
KAMEROW

Finalmente llegamos a esta aventura planeada por 2 meses: Cabo San Lucas. Bajamos del barco anclado en proximidad al Cabo, pero adentrados en la profundidad del mar donde requeríamos una lancha para llevarnos de rumba a uno de esos bares para turistas ubicados sobre el muelle principal. Eran más o menos las 7:00 de la noche y la brisa galopeaba en mi pelo rizado y sin control, mientras yo disfrutaba la serenidad de las vacaciones y respiraba la humedad y salinidad del Mar Pacífico.

El clima era casual, la temperatura casi como en una fresca primavera paisa y los acentos abotonados al cantadito ranchero de los mexicanos nos despedían, para recogernos a la 1:00 de la mañana a más tardar para llevarnos de vuelta al crucero.

Nora, quien se sentía libre porque acababa de cumplir 18, rogaba que entráramos al primer bar de mala muerte a tomarnos cualquier cosa intoxicada con alcohol. Yo, a la edad que conserva mi alma, intentaba rescatar la noche de su impaciencia escogiendo un restaurante exclusivo.

“Era 5 de mayo y solo un bar celebraba la ‘Independencia de México’ en Cabo San Lucas” objetaba Billy, mi hijo mayor (hijastro — pero no usamos esa denominación en nuestro hogar), todo un gringo con cara de asiático. Lo miré con vergüenza y le conté que el 5 de mayo no es el día de la Independencia de México. Es, sin embargo, la conmemoración de la Batalla de Puebla; la Independencia de México ocurrió un 16 de septiembre con el Grito de Dolores y duró más de una década.

Por algún motivo, el 5 de mayo es celebrado efusivamente en los Estados Unidos, bien es cierto, como una fecha de reconocimiento político a México, pero muy obsoletamente con el credo de que lo celebrado es la Independencia Mexicana.

Llegamos a Agua Salada, un restaurante-bar gigante con luces colgantes, colorido y con una vista única hacia el camellón. Ahí, continuamos la conversación sobre la Independencia de México y la Batalla de Puebla con Harry, quien continuó explicando los pormenores de la guerra y desafiando la decadencia académica de algunos gringos en cuanto a cultura general.

Quedé curiosa después de la conversación porque, aun sabiendo que el 5 de mayo no es la fecha de la Independencia Mexicana, mis conocidos latinos insisten en celebrarla.

Lo cierto es que, las reuniones no conmemoran la independencia en ninguna forma y es un día para promover diversidad e inclusión. Acepto, sin embargo, que muchos seguimos como borregos hambrientos los festivos y las fiestas sin saber la historia detrás de ellas porque además es muy conveniente social y económicamente, así como sucede con el día de San Patricio y San Valentín en Colombia.

En el restaurante, mientras hablábamos de todo esto y nos preguntábamos porqué la celebración del 5 de mayo se volvió viral en EE.UU., aprendí que un grupo de inmigrantes mexicanos provenientes de Puebla residían en el Estado de Texas en los años 80s y propusieron reunirse para elogiar su cultura y patriotismo, donde acogieron a varios de sus vecinos años tras años para compartir una parte de sus raíces.

Tres décadas después observamos en EE.UU una ola decorativa de artículos relacionados con México desde mediados de abril; los supermercados portan más guacamole que en otros meses, las empresas sin ánimo de lucro recaudan fondos con ocasión al “Cinco de Mayo” (en el acento gringo) y las universidades organizan almuerzos para acoger a sus estudiantes de otras razas y culturas.

En Cabo San Lucas el ambiente es hecho para el turista en busca de placer y lujo, y los restaurantes preparan comida internacional para satisfacer a todos sus clientes. Dónde estábamos me comí dos tacos con carnitas, cilantro, cebolla y limón decorados como si me estuvieran sirviendo caviar sobre caimán, y me quedé con las ganas de rumbear. No obstante la falta de rumba, disfrutamos la noche, Harry conoció a un colega de Nueva York, Nora se prendió con un par de cervezas y Billy aprendió lo que realmente ocurre el 5 de mayo.

Para más datos curiosos, no se pierdan mis historias en Instagram donde tengo cuestionarios para estimular su cultura general.

Les escribiré el próximo martes sobre la celebración del Eid en el mundo durante la pandemia.

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