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Entre los barrios Ciudadela 29 de Julio y El Pando se ubica el negocio ‘Donde Totó’, que durante 32 años se dedicó a la venta de licor y al sano esparcimiento, hoy en las vitrinas exhibe un racimo de cilantro, a los lados yuca, papas y otros víveres.
POR
JUANK
CARDONA FREITE
‘Estadero donde Totó, pura sala’, ese lugar famoso por las pantallas gigantes para ver los partidos del Unión Magdalena, Junior de Barranquilla y de la Selección Colombia, o por los shows los viernes con algunos artistas, le tocó reinventarse al verse afectado por la emergencia económica que atraviesa el mundo por culpa del Covid-19.
El popular estadero ubicado entre los barrios Ciudadela 29 de Julio y El Pando y que funciona hace 32 años, guardó las pantallas para poner puestos de frutas sobre las mesas donde se servían bebidas alcohólicas. Hoy en esos lugares se desinfectan los huevos y las frutas como moras, guayabas y legumbres.
“La idea me nace, porque estaba muy triste por el encierro. A través de la ventana de mi cuarto veía pasar a la gente con mucho afán en la búsqueda de alimentos y un amigo me recomendó que aprovechara el espacio y montara un Centro de Abasto”, expresó Adaulfo Narváez, más conocido como ‘Totó’.
‘Totó’ asegura que no le da pena cambiar, que está aprendiendo, sin embargo, su carisma y su amabilidad para atender al que llega comienzan a convertir el centro de abastos, en un negocio casi tan próspero como el que tenía antes que apareciera el coronavirus.
“Mi familia, amigos y yo estamos muy orgullosos de este emprendimiento, los clientes que antes venían a tomarse sus cervecitas ahora vienen y compran frutas y verduras”, explicó el empresario.
Y que además de las ventas de frutas y verduras, Adaulfo Narváez, también comercializa almuerzos a domicilios, otra fuente de ingreso para mitigar la crisis.
“Vendemos almuerzos a domicilio también, es otra fuente de ingreso, aquí la comida es conocida por su gran sazón y la gente siempre nos llaman para hacer sus pedidos”, afirmó el empresario.
El ‘Centro de abastos donde Totó’ cuenta con todos los permisos necesarios para funcionar, la venta de frutas y verduras está en medio de bares y discotecas es un ejemplo de reinvención en medio de las dificultades que trajo la pandemia para millones de personas.
“Envío un mensaje para los empresarios y los samarios, no se queden quietos y busquen la forma de reinventarse y no cruzarse de brazos, y a los samarios para que se cuiden en este tiempo, de seguro que si tomamos medidas, muy pronto volveremos a vernos y abrazarnos”, concluyó Adaulfo Narváez.