Ciudad segura

Santa Marta próxima a sus 500 años, debe llenarnos de sano orgullo. Tenemos por vez primera una mujer elegida por elección popular sentada en el solio de Bastidas, de la que pienso, a pesar de todo lo que de ella se afirma respecto de su total dependencia del gobernador y ninguna autonomía, debe reorientar rumbos, lo que es totalmente posible, demostrar su propia gestión y empezar a mostrarnos desde su visión las novedades, cambios, avances, adelantos, panoramas, planes, proyectos, programas y transformaciones prometidas.

Estamos acostumbrados los samarios a ver apenas inaugurar de vez en cuando y de cuando en vez obras de poca monta; y escasamente, una que otra de gran factura, faltando entre otras muchas, la más de las más, como es la que concierne al idóneo suministro del más vital de los elementos, el agua. No nos presentan planes que realmente funcionen, que se inauguren muchas obras ni que nos entreguen nuevas propuestas en varias áreas. Mucho por hacer y mejorar en una ciudad capital que no debería detenerse y menos frente al mayúsculo compromiso que le espera pronto ante la comunidad de naciones.

Otro aspecto en el que fallamos es en la seguridad, incrementado por una inmensa cantidad de factores diversos y cambiantes, que determinan que combatirla sea vital y respecto de cual debe hacerse un trabajo descomunal, so pena de seguir inmersos en índices que dan terror y mantienen atemorizada, preocupada y con incertidumbre a la ciudadanía, lo que bien amerita un plan lo más ambicioso posible, donde logística, conocimiento, información y presupuesto converjan adecuadamente, además de un fuerte liderazgo en la colectividad para que sea su grande fortaleza la inmediatez de percepción y actuación en las áreas que están llamadas a ser controladas, debiendo contarse con la comunidad, en la verdad que nadie puede manejar mejor la ciudad que sus propios deudos.

Santa Marta debe mostrar independencia y autonomía para trabajar por sus superiores y comunes intereses. Ser líder de sus propias realidades y necesidades en todas las asignaturas. Levantarse generando soluciones planteadas desde su propia verdad. Requerimos transformaciones de fondo para no fracasar. Concretar, materializar, consolidar más pronto que después y más temprano que tarde ser una ciudad referente para el país, sitio obligado de turismo para propios y foráneos que vienen en busca de vacaciones y negocios, lo que será posible cuando garantizar se pueda la seguridad física para todos.

Debe liderarse sin duda un programa de manejo de la delincuencia, sin robo a personas, carros y domicilios, asesinatos, trasegar de bandas irregulares; producción, tránsito y consumo de sustancias psicoactivas, actividades que inciden negativamente en materia de seguridad, que obligan necesidades de control y operativos intensos, con dimensión y logística apropiadas con un plan de trabajo y objetivos para generar resultados. Sea este un llamado sobre la forma de atender un problema que es grave, a efecto que se reaccione ante una situación que a todos afecta y compete. [email protected]