HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Por falta de bioseguridad, los conductores  de buses amenazan con irse a paro  

POR  
KATIA VÁSQUEZ  

Las empresas de transporte de buses en Santa Marta amenazaron con un cese de actividades. Los transportadores exigen a las autoridades locales elementos de bioseguridad y garantías para brindar el servicio en medio la emergencia sanitaria. 

Y es que el temor es latente, en lo que va de la pandemia por el covid-19, cuatro buseteros han perdido la batalla ante el virus.

“Ni las empresas, ni el Distrito, ni el Sept, han implementado ninguna mecánica de bioseguridad a sus trabajadores, no nos están brindando la atención, ni tampoco la dotación necesaria para prevenir el brote del virus”, afirmó Durlandi Morales, vicepresidente del sindicato Unión Nacional de Trabajadores del Transporte en Santa Marta, Untt.

Como si el sistema de transporte público de Santa Marta no tuviera suficientes afanes en esta época de pandemia, ahora se suma otra preocupación, cuatro de los trabajadores han muerto a causa del Covid-19 y muchos otros se han contagiado, algunos ya se están recuperando, mientras que otros permanecen aislados, por lo que se encendió las alarmas por la posibilidad de que se origine un brote de la enfermedad entre los colaboradores del sistema. Es por ello que los conductores de buses, instan a las autoridades a prestar mayor atención.

Y si bien, la situación obliga a que en los buses se fortalezcan los protocolos de prevención, para que cada conductor extreme las medidas de autocuidado, pero es claro que el riesgo de contagio por estos días aumenta y tanto trabajadores como usuarios del transporte deben cuidar más su ritual de ingreso y permanencia en los sistemas masivos.

Con respecto a esto, Durlandi Morales, aseguró que, “en un patio automotor hay hasta 360 vehículos, no hay distanciamiento de los trabajadores, a las empresas lo único que le interesa es el tema de la cartulina, no les interesa el tema de la bioseguridad de los trabajadores, el tema de la salud, sólo se están preocupando por las tarifas, tampoco están desinfectando los vehículos, los tapabocas y el alcohol ha sido comprado con recursos propios”.

A diferencia de otros profesionales, que desempeñan sus funciones en am bientes cerrados, climatizados y relativamente confortables, el conductor de bus realiza sus prácticas en ambiente público: el tránsito. No tiene, por tanto, un lugar restringido y bien definido para realizar sus tareas, sino, que, al contrario, trabaja fuera de las puertas de la empresa, estando expuesto al contagio del Covid-19.

Por otro lado, Morales expuso que, pese a las condiciones de trabajo, los propietarios de los buses exigen el cumplimiento de las tarifas que rige entre los $150.000 y $200.000, además, de que a muchos trabajadores le adeudan el pago de las vacaciones y primas, “necesitamos que las autoridades competentes tomen las medidas para poder sobrevivir a la crisis que ha generado la pandemia” concluyó.

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