Descarga salsera con Johnny ‘El Bravo’ López

El Boricua,  Johnny  López llega a sus 50 años de vida artística y es recordado con temas como ‘La Barola’, ‘El Melón’ y ‘Cuca Puruca’.

Por primera vez Santa Marta, tierra donde se respiran aires vallenatos pero también existe una gran ‘descarga’ salsera, recibe a uno de los grandes exponentes del género timbalero, quien con temas como ‘La Barola’, ‘El Melón’, y ‘Cuca Puruca’, puso a bailar a varias generaciones latinas desde los años 60.

¡Sí  señores! Es Johnny ‘El Bravo’ López, quien se encuentra de visita por la ciudad para retribuir y agradecer el cariño que por tantos años le ha brindado el pueblo de Colombia y por supuesto, Santa Marta, donde su música tiene gran aceptación por parte de hombres y mujeres amantes de la salsa de antaño.

Precisamente por cumplir sus Bodas de Oro de trayectoria musical, este sábado 2 de diciembre, se le rendirá un sentido homenaje en el marco de ‘La Noche de los Mejores’, evento que se llevará a cabo en la Quinta de San Pedro Alejandrino y organizado anualmente por la Organización de Periodistas Independientes, donde se exalta a personalidades, empresas y medios de comunicación.

“Para mi es una gran bendición y un placer llegar a Santa Marta; en mi caminar como músico y cuando empecé, nunca pensé que iba a llegar a todos estos países. Tengo una gran familia en Barranquilla que me ama mucho y cuando salí, dije que voy a conocer una nueva familia en Santa Marta y creo que no fallé, porque estoy haciendo una nueva familia aquí”, expresó ‘El Bravo’ en su visita a la sede de HOY DIARIO DEL MAGDALENA.

A ‘La Perla’ lo trae además de un profundo agradecimiento por el apoyo del público, un nuevo proyecto que está terminando y que quiere darlo a conocer, luego de un año y medio en Barranquilla, tras ganar el Congo de Oro en el Carnaval como la mejor orquesta y de lanzar su sencillo ‘No la trates mal’.

‘Mi salsa sí que está buena’ es el nombre de la nueva producción que tiene previsto su lanzamiento para febrero del 2018, luego de unos ajustes de voces que están en proceso; un compilado de 11 canciones que mantienen la esencia de la salsa que lo catapultó hace cinco décadas.

‘El bravo de la salsa’ llegó por primera vez a Santa Marta, donde recibirá un homenaje este sábado 2 de diciembre en el marco del evento ‘La Noche de los Mejores, en la Quinta de San Pedro Alejandrino.

 

“Ahora estoy cerrando presentaciones con el empresario más grande de Colombia, Álvaro Gómez, para retomar mi carrera, ya que en Colombia ha explotado aún más el nombre de Johnny ‘El Bravo’ y además, este álbum viene con un tema para Dios que se llama ‘Llena tu boca de risa’”.

 

TRAYECTORIA MUSICAL

Los inicios de Juan Enrique López Llanos (su nombre de pila) se dieron en tiempos de escuela cuando la percusión lo sedujo, admiraba a grandes de la salsa como “El Gran Combo de Puerto Rico” y Rafael Cortijo, y los pupitres se convirtieron en sus congas; así fue como incursionó en el mundo de la música, en una orquesta estudiantil de la que hizo parte y que lo ayudó a afianzarse.

Poco a poco fue ganando terreno y conformó su orquesta llamada “Johnny López y su combo” en el rincón de su casa en Puerto Nuevo, a donde, cuenta, le llamaban a la Policía para que los mandaran a callar por el ruido que hacían; nunca pensó que “50 años después, iba a visitar tantos lugares y siendo reconocido por todo lo que se hizo”.

De la mano de esos mismos artistas a los que admiraba, entre los que está el mismo Cortijo y Rafael Ithier,  Johnny fue encontrando su ritmo dentro de este amplio género, consolidándose en la escena musical boricua e incluso, poniéndose casi a la altura de la música de aquellos grandes; en medio de ese proceso de ir de pequeñas a grandes ligas, surgió su curioso apodo ‘El Bravo’.

“Hacia 1965, gracias a Catalino Rolong, un gran empresario de Nueva York que me contrató para un baile que nunca se hizo; en compensación a eso, luego de 2 o 3 meses, me dio contrato con la casa disquera a la que pertenecía La Sonora Matancera y todos esos cantantes. Me dijo que me iba a llamar ‘El Bravo’, porque en Cuba estaba ‘Pancho El Bravo’ y Puerto Rico debía tener a su ‘Bravo’; así se  tituló  mi primera producción de LP y hasta hoy así me conocen”, cuenta.

 

DIOS EN SU VIDA

 

Desde hace más de 20 años cuando era empresario y no músico, Johnny camina agarrado del Señor,  gracias a la llamada de un amigo con quien tuvo un problema fuerte y pensó que nunca iba a hablar con él; lo llamó para saludar y compartirle de que conoció a Dios y cuánto había cambiado su vida con Él.

“Me invitó a la iglesia y se me acercó para hablarme de la misericordia de Dios y me contó que por causa de que yo era representante de artistas merengueros, conspiraban contra mí y mi familia, habían hecho planes para sacarme del sistema y matarme. Me siguió compartiendo en casa y con su hija de 9 años, me convenció de que con la música podía promover que hay un Dios que cambia, restaura y transforma”.

Cuenta que ha experimentado situaciones vivas y encuentros personales con Dios, que hicieron que lo aceptara en su vida junto con su esposa y pese a que sus hijos se rehusaron al principio, se dejaron llevar y también buscan de Dios.

 

APASIONADO POR EL BÉISBOL

 

Durante la época del colegio en Puerto Rico, el deporte de ‘la pelota caliente’ era su mayor pasatiempo y se destacó como pelotero de segunda base, teniendo muchas posibilidades de llegar a ser profesional, dado que su talento era conocido entre las escuelas de educación intermedia y superior de varias ciudades.

Pero el ‘home run’ que lo hizo correr de segunda al mundo de la música, se dio en una oportunidad donde el maestro, quien ya tenía las mejores referencias de ‘El Bravo’ como pelotero, lo invitó a un partido de softbol, que se juega con una pelota mucho más grande y que él lanzó duro sin calentar; su hombro se lesionó y lo sacó del diamante hacia la salsa.

“Mi sueño fue llegar a las Grandes Ligas, yo fui amigo de Roberto Clemente y muchos buenos jugadores; ese suceso fue la piedra que me detuvo, yo podía pensar en el béisbol y no en la música, pero la música ha sido de grandes logros para mi vida. Mi pasión sigue siendo el béisbol; tanto que mi hijo mayor lo encaminé hacia ese deporte, al igual que al segundo hijo y a mi nieto, que tiene 11 años y ya se destaca”.