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Viena-ciudad señorial

Zarita  Abello

 

Nos encontramos en Austria-Viena, es una ciudad señorial, parece salida de un cuento de Hadas, sus bellos palacios y su tradicional arquitectura ofrece ejemplos característicos de una nación, de una ciudad en la que modelan la personalidad de sus respectivos patrimonios artísticos, en ella se encuentra el Museo de Viena, este representa las aficiones coleccionistas guiadas por el móvil de prestigio de la rama austriaca de la dinastía Habsburgo, el Archiduque Fernando y el Emperador José II fueron durante el siglo XVI, quienes activaron la política de adquisiciones artísticas.

A ellos se debe la iniciativa de poner este patrimonio de la corona a disposición de todos sus súbditos, fundando un Museo que abrió sus puertas en 1780, quedó instalado este museo de arte e historia en un pequeño palacio junto al Palacio Imperial.

La madurez de criterio coleccionista de la dinastía austríaca llegó con la figura del emperador Rodolfo II, este personaje permaneció en la corte madrileña desde los 12 a los 17 años de edad, recibiendo una rígida educación religiosa y aprendiendo la exigencia de la calidad artística, el recuerdo de la obra de El Escorial se mantendrá siempre vivo en su mente, como ejemplo vivo de ser emulado; dedicó todos sus esfuerzos a reunir una importante colección artística, en la cual se hallaban representados diversos géneros, pintura, escultura orfebrería y artes aplicadas a su muerte, estas colecciones austríacas se habían enriquecido con nuevas obras de Durero, Corrggio, Ticiano, Bruegherl el Viejo y muchos otros.

De las obras que me impresionaron en este Museo fue la Bosch, el Bosco se trata del ala izquierda de un tríptico pintado por ambos lados, en el exterior aparece una alegoría tratada en grisalla, su composición es muy sencilla, un niño desnudo se apoya en un molinillo de papel, como no se conoce las otras partes del tríptico, resulta difícil decidir, cual sea el sentido simbólico de esta representación.

Los postres de Viena tienen fama mundial, terminamos el día, con la degustación de rico pudines, con caramelos y almendras. ¡Hasta el próximo artículo!

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