HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Un año del pacto

Después de haber trascurrido un año de haberse firmado el acuerdo de paz, como pomposamente lo llaman quienes lo suscribieron, no se puede negar que este ha servido para que cesara el enfrentamiento entre las Farc y el gobierno, más no ha traidor la paz, porque este es un concepto muy amplio, donde se conjugan elementos de la sociedad, tales como lo económico, lo social y lo político en el mejor sentido de las palabras que llevan a una convivencia pacífica, lo que no tenemos aún los colombianos.

Igualmente, ha quedado al descubierto que el acuerdo, por lo pretenciosos en sus alcances, partió de unas premisas falsas.

Premisas que podemos resumir de la siguiente manera: 1) No es verdad que los colombianos estuviéramos en guerra, aquí no nos matábamos los unos contra los otros, el país no estaba dividido en dos facciones, aquí existía un grupo armado ilegal que actuaba en contra del Estado, y de la población civil, sufriendo las consecuencias de este enfrentamiento. Por eso ganó el NO en el plebiscito. Nunca hemos vivido una situación como la de Sur África, Honduras, o Guatemala o Nicaragua, ni parecida a la de la península de los Balcanes.

2.- El pacto fue impuesto contra la voluntad del pueblo, bajo la creencia del gobierno y sus asesores que los colombianos lo aceptarían aún en contra de su voluntad. Falsa premisa, los colombianos sienten que se les traicionó en su querer y políticamente castigan y castigarán a los que impusieron un acuerdo creyéndose poseedores de la verdad revelada.

3.- Los auspiciadores del pacto partieron de la base que este le daría al presidente Santos, grandes índices de favorabilidad, cuando ha ocurrido todo lo contrario, la popularidad del presidente es cada día más baja, lo que indica que le faltó legitimidad política al acuerdo.

4.- El error de a élite bogotana, es creer todavía que  la gran prensa, puede seguir manejando el país a su antojo, olvidándoseles, que Colombia no es la misma del siglo pasado, donde un editorial del Tiempo o El Espectador ponían a pensar a los colombianos e imponían presidente, hoy las redes sociales y la prensa regional, son mucho más influyentes que la nacional.

5.- El sentimiento del pueblo colombiano es que las Farc, como guerrilla estaba al borde de la derrota y que su acciones eran los estertores de un grupo en estado agónico, por eso sienten que el pacto los revivió y les concedió demasiadas gabelas que no  eran necesarias.

  1. Y lo más grave, se les olvidó a los negociadores del gobierno y las FARC que ellos no son el Estado, que este está compuesto por el territorio, el poder, el reconocimiento internacional y el pueblo, que es el elemento más importante de cualquier Estado, razón, principio y fin de la existencia del mismo. Una cosa es el gobierno y otra el Estado, les faltaron unas clase de Constitución.

Por ello, hoy el Congreso y la Corte Constitucional, como representantes de las otras Ramas del Poder Público, pueden y deben racionalizar las prebendas otorgadas por De La calle y su séquito en la Habana a las Frac.

Por último, las Farc siguen siendo miopes políticamente y actúan como piensan, creyendo que por la fuerza puede seguir imponiéndole condiciones al pueblo colombiano. Si quieren intervenir en política, tiene que aprender cómo se actúa en democracia.

¿Sabes qué? Los que fuimos liberales, vemos con tristes como el gran partido lo han convertido casi en un movimiento de garaje.

*Catedrático universitario

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