HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Con dolor y nostalgia fue despedido el  ‘Médico del pueblo’  

Cuando apena le sonreía a la vida, cuando se esforzaba por ganarle unos minutos al tiempo, para tratar de salvar a los afectados por el Covid – 19, especialmente a las familias pobres de Santa Marta, murió el ‘Médico de los pobres’.   

Ayer con calles de honor frente a una de las instituciones de salud, donde trabajó, y en medio del dolor de compañeros de labores y la ciudadanía en general fue sepultado el  médico Héctor Núñez Ocaña, quien murió a causa del terrible mal.

Las distintas agremiaciones del sector de la Salud de Santa Marta y el Magdalena, al igual que de los gremios afines, lamentaron este absurdo deceso de un adalid del trabajo, que le entregó su vida a su pasión: salvar a los más necesitados, de allí que era conocido como el ‘Médico del pueblo’.

Después de varios días de lucha constante, y del esfuerzo de sus compañeros y personal que lo atendía, la madrugada del domingo, el profesional de la medicina, en medio de la impotencia de quienes lo asistían y de sus familiares murió a causa del temible virus.

Su obra humanitaria será más sentidas entre las familias pobres del sur de la ciudad, de los barrios María Eugenia, Pastrana, Primero de Mayo, Daniel Sánchez, entre otros, donde las atendía en muchos casos sin cobrarle nada, debido al estado de iliquidez de estos,  a quienes atendía a través de su Fundación Fundainfa.

 “Se fue una gran persona, un gran profesional, dijo uno de los directivos del gremio de la Salud del Distrito de Santa Marta, quien anunció, que un héroe más del sector salud muere en ejercicio de sus funciones humanitaria, en atención a la gente”, dijo uno de los miembros de las asociaciones médicas existentes en la ciudad.

Igualmente señalaron que era tanto su capacidad de servicio, que en el debate anterior aspiró a una curul en el Concejo del Distrito de Santa Marta, pero desafortunadamente los votos no le alcanzaron para ellos.

 “Él decía que si salía elegido al concejo, desde allí desarrollaría una mejor labor a favor de los más necesitados de los sectores vulnerables de la ciudad. Desafortunadamente no pudo cumplir con ese cometido, porque el virus maligno, se lo llevó dejando un gran dolor entre la gente pobre de toda Santa Marta”, dijo Ernesto Carranza Díaz dirigente comunitario del sector de Alto Pastrana.

Así como Carranza, Luis Meriño Patiño, Julia Navarro y Juan Machado, residente en los barrios Primero de Mayo y Colinas del Pando lamentaron el sensible fallecimiento del médico Núñez Ocaña, quien hizo mucho por esas comunidades.

 “La gente muchas veces no tenía plata para pagar la consulta y él nos atendía, porque decía que la salud de la gente, especialmente quienes carecen de atención por parte de las EPS y del Sisbén, era algo que no se puede negar”, dijo Meriño Patiño.

 “Es una gran pérdida para nosotros los pobres. Como la esperanza es lo último que se pierde, nosotros confiamos que desde ayer, el médico Núñez Ocaña, está en el cielo buscando a alguien para que siga su obra en la tierra”, sostuvieron a su turno Navarro y Machado, quienes aún no salen del asombro de lo que está pasando con esta pandemia, que ya ha cobrado muchas vidas en la ciudad.

Aunque no fue dado a conocer el nombre de la clínica donde falleció, las instituciones que aglomera al sector de la salud, ha solicitado mayor compromiso de estas para con el personal que allí labora. Dotarlos de las herramientas necesarias para que puedan desempeñar bien su trabajo y no ser víctimas del mal que ellos mismos están combatiendo.

LOS HÉROES CAÍDOS EN EL EJERCICIO   

A la inesperada muerte del médico Héctor Núñez Ocaña, en el Distrito de Santa Marta y el Departamento del Magdalena, se suman la de otros cuatros profesionales de la medicina, que también han muerto al salir infectado por Covid – 19 en la atención a las personas que llega en busca de salud para evitar ser víctima de ese mal.

Estos casos dolorosos se iniciaron el 26 de abril, con el sensible fallecimiento de la enfermera Alexis Panetta, de 40 años, lo que fue considerado como una alerta, de que los trabajadores del sector de la salud también estaban expuestos a contraer el virus, sino se guardaban las recomendaciones del caso.

Cabe resaltar que la enfermera samaria había perdido días antes de su muerte a su esposo, al parecer también contagiado con el coronavirus, pero a quién no se le había practicado la prueba. La pareja dejó dos hijos de 7 y 14 años.

También hay que recordar el caso de Enrique Antonio Gamarra Acosta, de 63 años de edad, reconocido médico, quien contaba con una importante trayectoria en distintas clínicas y EPS de la ciudad y quien lamentablemente se convirtió en la segunda víctima fatal entre los profesionales de la salud de Santa Marta y el Magdalena.

Asimismo, se destaca el lamentable fallecimiento de Julio César Thomas Bornachera, quien fue otra de las víctimas del Covid-19 o también conocido ‘virus asesino’. El médico murió luego de permanecer durante varios días recluido en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica La Milagrosa, centro hospitalario en el que se encontraba luchando por su vida.

Y uno de los más recientes fue el caso del reconocido galeno Juan Andrés Diazgranados Gámez, quien prestaba sus servicios en el centro penitenciario ‘Rodrigo de Bastidas’ de Santa Marta, luego en el que se presume contrajo el mortal virus.

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