HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Comerciantes de Taganga lanzan S.O.S

POR
KATIA VÁSQUEZ

Los comerciantes esperan que con la reapertura de vuelos internacionales y el inicio de la semana de receso escolar los turistas vuelvan a visitar a ‘El paraíso de las tangas’.

Taganga y su comercio formal y quienes están en la informalidad enfrentan una crisis sin precedentes, a causa de la pandemia por el Covid-19.

Propietarios de los restaurantes ubicados en el camellón de Taganga, aseguran que la falta de recursos para cumplir con los protocolos sanitarios exigidos, impide que la gran mayoría de los kioscos se puedan acoger al plan de desconfinamiento gradual del Gobierno Distrital, según lo informado por los afectados, indican que son muchos los kioscos que no han podido realizar la inversión económica para activar dichos protocolos, es decir, muchos o tienen siquiera para la compra del alcohol, el gel antibacterial y el amonio para la desinfección del calzado.

Por otra parte, les preocupa que pese a tener vía libre de abrir los negocios, son muchas las personas que no cuentan con los recursos, es decir, que siguen en quiebra tras crisis económica generada por la pandemia del coronavirus, dado que no han podido invertir en los alimentos necesarios para preparar el menú que piden samarios y turistas que visitan por estos días la playa.

Los comerciantes esperan que con la reapertura de vuelos internacionales y el inicio de la semana de receso escolar los turistas vuelvan a visitar a ‘El paraíso de las tangas’.

Testimonios de algunos negociantes demuestran que el coronavirus ha golpeado muy fuerte sus locales, pero tras el fin de la cuarentena también asoman luces de esperanza.

“Antes, todo esto era alegría, fiesta y mucha gente, esperamos que con la reapertura de vuelos la cosa mejore”, comenta Zulma Peñaranda Tejada, dueña del restaurante ‘Mamá Zulma’, enseñando el solitario kiosco, donde trabaja desde hace 39 años, en el centro del camellón de Taganga.

Miguel Cantillo, no está mucho mejor. «Es la primera vez que veo Taganga tan solo, esto me entristece, espero que llegue un carro de alta gama para emocionarme”, murmura un vendedor ambulante que no tiene a quien ofrecerle sus manillas y aceites para la piel.

En general este famoso camellón se quedó sin sus encantadores turistas, músicos callejeros, vendedores de recuerdos y todo tipo de comercio.

La cuarentena “nos afectó directamente y de una manera abrupta, ya que nos vimos obligados a cerrar las puertas de nuestro local y frenar por completo nuestra actividad económica; como un efecto dominó, esta situación afectó desde proveedores, empleados, clientes y familias”, reconoció ‘Mamá’ Zulma, que pudo abrir su kiosco, pero afirmó que durante los primeros días no llegó ni un solo comensal.

PÉRDIDAS 

Para Peñaranda Tejada, estos establecimientos han estado trabajando a pérdidas y lo peor, es que los servicios públicos durante el confinamiento llegaron como si hubiesen abierto normalmente.

“Es ilógico que durante el confinamiento los servicios públicos llegaron como si hubiésemos abierto todos los días, además no recibimos ninguna ayuda del gobierno para suplir los gastos, tuvimos muchas pérdidas”, exclamó la comerciante.

De la misma manera, Peñaranda aseveró que algunos locales, además de no tener los recursos para invertir en los protocolos de bioseguridad e insumos para preparar las comidas, ahora tienen que pensar en comprar nuevas neveras, dado que las que tenían fueron encontradas con óxido y deterioradas, algunas sillas y mesas que al parecer fueron hurtadas por delincuentes, que aprovecharon la cuarentena para hacer de las suyas.

En este sentido, los afectados temen que los kioscos se tengan que cerrar definitivamente por falta de recursos para subsistir, además, señalan que en medio de la crisis por la Covid-19, son muchas las personas que han quedado sin empleo, debido a los pocos recursos disponibles que reciben los propietarios de estos negocios.

BIOSEGURIDAD

En cuanto a los protocolos de atención al público, dijo que los restaurantes se están adaptando a un nuevo servicio a los clientes con todas las normas sanitarias, como las medidas de bioseguridad.

 “Algo positivo de todo esto es que ahora todos debemos manejar un protocolo de bioseguridad, ahora somos más conscientes de la importancia del cuidado personal y de todo lo relacionado con la protección del medio ambiente, la Secretaría de Salud nos vino a capacitar y estamos mejor preparados”, resaltó Zulma Peñaranda.

Además, se conoció que el protocolo recomienda remodelar la disposición de las mesas y los asientos, definiendo un límite de capacidad máxima predeterminado que proporcione un espacio normalmente no inferior a dos metros de distancia para cada cliente.

Los clientes deben usar la mascarilla en las actividades preparatorias o después de la comida en la mesa, así como también a la hora de ir a pagar o al baño.

Es necesario que los productos desinfectantes estén disponibles para los clientes y el personal también en varios lugares del restaurante, en particular, para acceder al restaurante y a los baños, que deberán desinfectarse con frecuencia.

Al final de cada servicio de comidas se deben desinfectar todas las mesas y otros utensilios y se deben evitar, en la medida de lo posible, herramientas y recipientes reutilizables como saleros, vinagreras, y si son imprescindibles tendrán que ser desinfectados.

TAGANGA SOLIDARIA 

A pesar de sufrir los estragos de la pandemia, la comunidad de Taganga se vistió de solidaridad y con recursos propios crearon campañas para ayudar a los más necesitados. “Algo para resaltar en medio de todo esto es la solidaridad de toda la comunidad, se crearon campañas para ayudar a los más necesitados, se unieron comerciantes, hoteleros y hasta algunos extranjeros”, agregó Peñaranda.

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