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«Quieren enlodar mi nombre»: Sandra Vallejos 

En el ´ojo del huracán´ volvió a quedar la polémica investigación que adelanta la Fiscalía General de la Nación por la misteriosa desaparición de 240 armas de fuego hurtadas hace cuatro años de las instalaciones de la  Policía Metropolitana de Santa Marta. 

Como se recordará, las armas estaban destinadas a ser desintegradas, no obstante, de manera lamentable se presume que volvieron en las manos de la delincuencia.

A través de las investigaciones realizadas por el ente acusador, se pudo constatar que el hurto se habría dado gracias a la falsificación de la firma de un fiscal en una serie de documentos, asimismo, se estableció que una de las participantes en el apoderamiento de armas, una patrullera adscrita a la Policía Metropolitana, que las armas fueron devueltas a cambio de dinero a una banda criminal y a la delincuencia común.

Se cree que el robo de armas se habría producido entre marzo y septiembre del año 2015, no obstante, no fue hasta enero del 2016 que se conoció la situación, puesto que, el Fiscal tercero. Especializado solicitó una de las armas para uno de sus procesos, pero ya había sido retirada del armerillo de la Policía Metropolitana de Santa Marta. Las irregularidades quedaron expuestas cuando el funcionario verificó el expediente y notó que habían falsificado la firma suya que aparecía en el acta.

LAS NUEVAS ACUSACIONES 

Hoy después de cuatro años de historia, el caso vuelve a estar sobre el tapete y la excomandante de la unidad policial coronel Sandra Vallejos Delgado, hoy secretaría de Seguridad y Convivencia del Distrito, salió ayer a rechazar lo que llamó ´chismes que quieren enlodar mi nombre´.

Frente a dichas acusaciones la excomandante, entregó su versión de los hechos y se defendió de los señalamientos, precisando inicialmente que todo se originó cuando el comandante de la Sijín de la Policía Metropolitana, coronel Adame, notificó un arma que reclamaba una fiscal, la cual estaba inscrita en un acta de desintegración.

 “Nos pareció muy raro, yo le pedí al coronel que se hiciera una revisión de todo el almacén de elementos materiales de prueba, él hizo la revisión y encontramos 189 actas firmadas por un fiscal, que, en ese entonces, la misma Fiscalía le había entregado la orden de la desintegración de las armas, acto seguido llegué hasta el lugar donde se encontraba el señor fiscal y le pedí que por favor mirara si esas actas tenían su firma y si eran legítimas o no”, expresó la funcionaria de la Alcaldía.

La señora Vallejos aclaró que una vez fue corroborado que las firmas no eran legítimas, procedió a poner las denuncias en los entes de control tanto de la Policía Nacional como de la Contraloría, quienes adelantaron de inmediato las debidas investigaciones del caso.

 “Luego inmediatamente avocó el conocimiento la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría, ente que le entregó la investigación disciplinaria a la Policía Nacional. (…) Cuando nos dimos cuenta, había falsificación, pero también había unas armas sacadas con la firma de un fiscal, no se llevó a cabo el proceso de desintegración y aparecieron las armas”, explicó la coronel en retiro.

UN TEMA DE CARÁCTER PENAL 

Frente a estas acusaciones, la excoronel Sandra Vallejos señaló que el tema que tiene que ser tratado desde el ámbito penal, por lo que no es ella quien tiene que determinar quién es el culpable o no, sin embargo agregó que, “(…) lo que yo presumo que muchas de esas armas salieron con la firma del fiscal. (…) yo entrego las pruebas, la carpeta de todos los años de las revistas sin novedad”.

Asimismo, añadió, “yo quiero aclarar y decirle a la gente que para los ojos míos, en mi deber funcional,  el tema de lo que el fiscal de la unidad, que era el jefe de armamento,  me mostraba que todo estaba bien, no en él ni en mi la investigación, y tampoco en el organigrama, ni el primer ni el segundo, vinculan directamente al mayor, mayor y eso lo hace la Fiscalía y la Procuraduría. Él no hizo bien su trabajo, primero con la custodia y segundo, con el tema de hacer control sobre el seguimiento que tiene que ver con la desintegración de las armas. Si él veía que estaban saliendo muchas armas para la desintegración, tenía que haber tenido un proceso estándar y advertir que esas armas estaban saliendo periódicamente”, dijo la secretaria de Seguridad y Convivencia ciudadana.

La funcionaria señaló finalmente, que en su momento había investigado el caso, en donde se corroboró que dichas armas estaban saliendo periódicamente del  armerillo de la Policía Metropolitana de Santa Marta.

“Mi interés era resolver el caso, nadie puede decir que Sandra vallejos le ha servido a la delincuencia o ha estado bajo las estructuras criminales, porque no hay nada que pueda vincularme con esto, pero si contra la lucha contra ellos”, dijo la excoronel.

EL CHISME ES DIFÍCIL DE COMBATIR 

A pesar de dar la cara frente a los medios de comunicación, la coronel Sandra Vallejos tuvo que realizar varios trinos a través de sus redes sociales para acallar lo que catalogó como habladurías o ‘chismes’ sin fundamentos.

“El chisme es bien difícil combatirlo y triste cuando sale de pasquines o medios de comunicación que en su afán de enlodar el nombre de una persona se llevan por delante su dignidad, he combatido la delincuencia en esta ciudad y esta es la verdad del robo de las armas”, señaló la funcionaria en su cuenta de Twitter.

Del mismo modo, aclaró que continuará trabajando con compromiso y pasión por Santa Marta y por su gente, “soy una convencida que los buenos somos más, gracias a todos los que me han expresado sus mensajes de apoyo y han creído en el trabajo que yo he realizado en esta bella ciudad”.

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