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Conducir ‘borracho’, acaba la fiesta

Los accidentes de motos se han ´disparado´ este año en Santa Marta y el Magdalena. Se estima que más de 60 personas han perdido la vida

 

Todos los días registramos dolorosas noticias sobre la accidentalidad vial en el Magdalena y Colombia. El común denominador de los accidentes son la imprudencia de los conductores, el desconocimiento de las normas de tránsito y el estado de beodez de quienes se atreven a conducir

Desafortunadamente, conducir embriagado ya no es novedad.

En Colombia, el año pasado se presentaron 5704 muertos y 39318 heridos por accidentes de tránsito. Gran parte de estos accidentes se hubieron podido evitar si muchos de estos conductores no hubieran ingerido alcohol antes de sentarse detrás del volante.

Aunque la Navidad es una época de júbilo y celebración, también es uno de los momentos del año más importantes para llamar la atención sobre la seguridad vial.

Disfrutar de la fiesta navideña con madurez y cordura nos permitirá compartir lágrimas y abrazos de felicidad. Conducir en estado de embriaguez nos puede llevar a que las fiestas de Navidad se conviertan en tragedias en las calles y las vías del país. La invitación es a evitar recordar la Navidad como la época del año en la que perdimos algún ser querido o en la que un conocido resultó herido por un accidente de tránsito.

Uno de los mayores factores de riesgo en las vías es la mezcla de alcohol y volante. Esa es una realidad que vamos entendiendo los colombianos y la indignación de la ciudadanía frente a los hechos trágicos recientes muestra que ya no consideramos conducir con tragos una conducta aceptable.

Este cambio que hemos tenido en la sociedad viene de comprender los peligros asociados a esta conducta. Conducir es una actividad peligrosa, que debe ser ejercida en óptimas condiciones. Estudios científicos muestran que desde la primera copa de alcohol se empiezan a perder habilidades para conducir de una manera segura. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud estima que, en los países de ingresos medios y bajos, entre la tercera parte y el 69% de quienes fallecen en las vías habían consumido alcohol antes del siniestro.

Para reducir la incidencia de esta conducta, son importantes pedagogía y persuasión: la enseñanza desde el hogar, con el discurso y el ejemplo, sobre que conducir con alcohol es inaceptable; el ejercicio de control social que condene y evite esta conducta en nuestros familiares, amigos y conocidos; la pedagogía desde los colegios de los valores ciudadanos que hacen buenos usuarios de las vías.

También es necesario realizar esfuerzos en medios masivos que incentiven buenas conductas y den opciones de comportamientos adecuados. Campañas realizadas por el Fondo de Prevención Vial como Entregue las Llaves, el Conductor Elegido, La Tengo Viva o Inteligencia Vial han penetrado en el diario vivir de los colombianos y han ayudado a que esta conducta se haya vuelto inaceptable.

Necesitamos que haya mayores niveles de control efectivo en las ciudades y municipios de Colombia y que más alcaldes se comprometan con el control en las vías urbanas. Necesitamos más hombres en la Policía de Tránsito, de manera que podamos tener una real cobertura nacional en el control. Necesitamos una ‘policía promiscua’ al tenor de los jueces promiscuos, que pueda ejercer control en las vías de los municipios más pequeños. Está demostrado en el mundo que solo pedagogía y persuasión no modifican de manera consistente los comportamientos y que la percepción de control incide fundamentalmente en mejorar los comportamientos en las vías en el largo plazo.

La seguridad vial es un tema de corresponsabilidad y para que esta conducta cese, requerimos el concurso de todos.

 

Las autoridades de Policía realizarán constantes pruebas de alcoholemia entre los conductores para detectar quienes violan la ley.

 

Para las leyes colombianas ¿qué significa manejar ebrio?

Según el Código Nacional de Tránsito, la embriaguez es un estado de alteración transitoria de las condiciones físicas y mentales causadas por una intoxicación aguda que no permite una adecuada realización de actividades de riesgo, entre ellas la conducción.

¿Cuáles son los mecanismos que se utilizan para medir el estado de embriaguez de un conductor?

Las autoridades de tránsito utilizan 3 métodos para comprobar el grado de embriaguez de un conductor: el alcosensor, que es un dispositivo que mide el grado de alcohol en el aire exhalado, el examen de sangre o la alcoholmetría y la alcoholuria, que es medir la cantidad de alcohol en la orina.

 

En las carreteras del departamento la accidentalidad vial ha cobrado este año la vida de más de 70 personas.

 

¿Cómo saben las autoridades si un conductor está realmente borracho?

En Colombia existen 3 grados de alcoholemia. De menor a mayor, está el grado 1, que va desde 40 a 99 miligramos de etanol por cada 100 mililitros de sangre; está después el grado 2, que va de 100 a 149 miligramos de etanol por cada 100 mililitros de sangre; y el grado 3, que va de 150 miligramos de etanol por cada 100 mililitros de sangre en adelante.

¿Qué tipo de reacciones físicas y sicológicas presenta un conductor ebrio?

A partir del primer grado de alcoholemia, la persona presenta una perturbación en la visión, cambia la percepción de la distancia entre vehículos, aumenta el tiempo de reacción, tiene una mala sincronización de sus movimientos, comienza la sensación de euforia y asume riesgos peligrosos. Obviamente, en el segundo y tercer grado de alcohol estas reacciones son más pronunciadas y peligrosas.

¿Cuáles son esas reacciones?

A partir del primer trago, ya la persona presenta una sensación de bienestar y disminución de la agudeza visual. Por eso, es entendible que entre más tome, más difícil le será conducir un vehículo, pues los efectos serán más visibles . Por ejemplo, cuando se ha tomado cuatro tragos, ya la persona presenta problemas de reflejos. Después del séptimo trago, ya la persona tiene una perturbación sicomotora, fuertes perturbaciones psicosensoriales y confusión mental. Ya después del décimo trago la persona presenta embriaguez profunda y no tiene reflejos Ahí la conducción es imposible.

 

La accidentalidad vial en el Caribe colombiano mantiene índices altamente preocupantes

 

REDUCCIÓN

Cuatro años después de que el Gobierno expidió la Ley 1696 del 2013, con la que se endurecieron las sanciones contra quienes conducen en estado de embriaguez, los comparendos por esta infracción han venido disminuyendo; sin embargo, las elevadas multas se convirtieron en una deuda que nadie paga.

Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial, las estadísticas muestran que esta normativa ha cumplido con su propósito de persuadir a los ciudadanos para que eviten usar su vehículo bajo efectos del licor.

Las autoridades aseguran que la disminución se debe a que la normativa que rige desde finales del 2013 impone multas más altas que llevan a los conductores a pensarlo dos veces antes de manejar después de ingerir licor.

Afectarles a los ciudadanos su bolsillo ha servido para aleccionar a los irresponsables que mezclan el licor y la gasolina. Esto, porque los comparendos van desde los 1’768.000 pesos hasta los 29 millones, dependiendo de cuánto se haya bebido y de si se es reincidente. También contempla la suspensión de la licencia de conducción entre uno y 10 años, y la inmovilización del vehículo entre uno y 20 días hábiles.

Pero a pesar de que hay menos multas por embriaguez, las onerosas sanciones han incrementado la cartera de los conductores borrachos. Desde el 19 de diciembre del 2013, cuando entró en vigencia la reglamentación, hasta la fecha, la mora suma 541.264 millones de pesos.

 

Los conductores deben observar estricto cumplimiento de las normas de tránsito para evitar tragedias que lamentar.

 

De las 68.703 sanciones solo se han pagado 309, el 0,44 por ciento. El Simit dice que de ese total los dineros recaudados ascienden a 8.663 millones de pesos.

“Se debe endurecer la norma para retirar el vehículo de los patios. Lo que hoy sucede es que como el conductor tiene su licencia suspendida, autoriza a un tercero que tenga licencia habilitada para que lo retire”, dice un Oficial de la Policía

Agrega que “lo ideal sería que para retirar el vehículo, por lo menos, se deba pagar la mitad del total de la multa”.

En esta situación, según el oficial de la Policía, también se debería buscar la cancelación de la licencia, “como sucede en países con un avance mucho más amplio en materia de seguridad vial”.

Y aunque hay menos multas, los controles han aumentado. El coronel Peláez asegura que la Policía “ha incrementado las estrategias para sorprender a los conductores ebrios, no solo intensificando los controles en sitios de esparcimiento como bares, restaurantes y centros comerciales, sino que también se realizan operativos para sorprender a aquellos conductores que intentan dormir una o dos horas después de tomar y salen en la madrugada con el denominado guayabo”.

La Ley 1696 también endureció las penas contra los conductores ebrios que ocasionen lesiones graves o muertes. En ese caso dicha ley contempla penas desde cuatro hasta los 18 años de prisión.

Antes de la norma eran pocos conductores vinculados con accidentes graves los que efectivamente iban a prisión, pero ahora, con la nueva legislación, se han producido condenas como la del universitario Fabio Salamanca, quien en el 2013, cuando manejaba borracho, embistió a un taxi en el que murieron dos personas y el conductor quedó gravemente herido. Salamanca paga una pena de cinco años de prisión.

 

La policía de carretera ejercerá permanentes controles en los principales ejes viales del Magdalena, formulando especiales recomendaciones a los viajeros.

 

LAS SANCIONES

Cuando es sorprendido por primera vez 1. Si registra grado cero de alcohol (entre 20 y 39 miligramos de etanol): le suspenderán la licencia por un año, su vehículo será inmovilizado por un día, deberá pagar 90 salarios diarios legales vigentes -SDLV- ($1.768.500) y 20 horas de trabajo comunitario.

2. Si registra grado uno de alcohol (entre 40 y 90 miligramos de etanol): La licencia del conductor será suspendida por tres años, el vehículos será inmovilizado por tres días, la multa será de 180 SDLV ($3.537.000) y deberá pagar 30 horas de trabajo comunitario.

3. Si registra grado dos de alcohol (entre 100 y 149 miligramos de etanol): El conductor quedará con la licencia suspendida por cinco años, el vehículo será inmovilizado por 6 días, la multa será de 360 SDLV($7.074.000) y deberá pagar 40 horas de trabajo comunitario.

4. Si registra grado tres de alcohol (150 miligramos o más de etanol): La licencia será suspendida por 10 años, el carro será inmovilizado por 10 días, la multa será de 720 SDLV ($14.148.000) y deberá pagar 50 horas de trabajo comunitario. Cuando es sorprendido por segunda vez (Reincidencia):

1. Si registra grado cero de alcohol (entre 20 y 39 miligramos de etanol): Si el conductor es sorprendido conduciendo en estado de alicoramiento por segunda vez y registra grado cero de alcohol su licencia será suspendida nuevamente, esta vez por año, deberá pagar una multa de 135 SDLV ($2.652.750) y el vehículos será inmovilizado por un día.

2. Si registra grado uno de alcohol (entre 40 y 90 miligramos de etanol): Si el conductor es sorprendido conduciendo en estado de alicoramiento por segunda vez y registra grado uno de alcohol, la suspensión de la licencia será por 6 años, la multa será de 270 SDLV ($5.305.500), el vehículo será inmovilizado por 1 día y deberá pagar 50 horas de trabajo comunitario.

3. Si registra grado dos de alcohol (entre 100 y 149 miligramos de etanol): Si el conductor es sorprendido conduciendo en estado de alicoramiento por segunda vez y registra grado dos de alcohol, su licencia será suspendida por 10 años, deberá pagar una 540 SDLV ($10.611.000), el vehículo será inmovilizado 5 días y deberá pagar 60 horas de trabajo comunitario.

4. Si registra grado tres de alcohol (150 miligramos o más de etanol): Si el conductor es sorprendido conduciendo en estado de alicoramiento por segunda vez y registra grado tres de alcohol, su licencia de conducción será cancelada definitivamente, deberá pagar 1.080 SDLV ($21.222.000), 80 horas de trabajo comunitario y el vehículo será inmovilizado por 20 días. Cuando es sorprendido por tercera vez:

1. Si registra grado cero de alcohol (entre 20 y 39 miligramos de etanol): Si por tercera vez, un conductor es sorprendido por las autoridades conduciendo en estado de alicoramiento y registra grado cero de alcohol, su licencia quedará suspendida por 3 años, deberá pagar una multa de 180 SDLV ($3.537.000), 30 horas de trabajo comunitario y el vehículo será inmovilizado por 30 horas.

2. Si registra grado uno de alcohol (entre 40 y 90 miligramos de etanol): Si por tercera vez, un conductor es sorprendido por las autoridades conduciendo en estado de alicoramiento y registra grado uno de alcohol su licencia será cancelada definitivamente, deberá pagar una multa de 320 SDLV ($7.074.000), 60 horas de trabajo comunitario y el vehículos será inmovilizado por 10 días.

3. Si registra grado dos de alcohol (entre 100 y 149 miligramos de etanol): Si por tercera vez, un conductor es sorprendido por las autoridades conduciendo en estado de alicoramiento y registra grado dos de alcohol, su licencia será cancelada definitivamente, la multa que deberá pagar es de 720 SDLV ($14.148.000), 80 horas de trabajo comunitario y el vehículo será inmovilizado por 20 días.

4. Si registra grado tres de alcohol (150 miligramos o más de etanol): Si por tercera vez, un conductor es sorprendido por las autoridades conduciendo en estado de alicoramiento y registra grado tres de alcohol, su licencia será cancelada definitivamente, la multa que deberá pagar es de 1.440 SDLV ($28.296.000), 90 horas de trabajo comunitario y el vehículo será inmovilizado por 20 días.

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