Mujer denuncia presunta violencia de género en empresa extractora de aceite

Según la denunciante, hoy siente miedo por las amenazas que ha recibido al salir de la empresa. El hecho fue desencadenado por un procedimiento que ella autorizó tras una serie de robos que se habían presentado entre los trabajadores. 

Atemorizada y estigmatizada, dice sentirse hoy una joven que laboraba como jefe de seguridad en el trabajo en una empresa extractora de aceite de palma en el municipio de Ciénaga, luego de ser despedida tras señalamientos que alega fueron falsos y que considera actos de violencia de genero por ser mujer.

La femenina, explicó que todo inició tras una serie de irregularidades en las que se perdieron herramientas de trabajo, por lo cual, en coordinación con otro funcionario, autorizó una revisión en los lockers de los operarios de turno, encontrando evidencias en cuatro de ellos, lo que ocasionó retiro de la entidad de quienes estuvieron vinculados a la inspección.

“Yo trabajaba en Gradesa, en el mes de septiembre se presentó una situación y di una orden ejerciendo mis funciones como jefe de seguridad y salud; una persona que estuvo involucrada en este proceso hizo afirmaciones mías, que yo mande a plantar evidencias y ordene hacer la inspección por retaliación por haber sostenido una relación sentimental y este me había dejado. Eso llegó a oídos de presidencia, más unos supuestos mensajes que son falsos y yo les pude demostrar que eso se puede hacer con tantas aplicaciones que hay”, explica la denunciante, quien prefirió reservar su identidad.

La especialista en Seguridad en el Trabajo afirma haber laborado allí durante 2 años y 7 meses y no haber tenido jamás una amonestación, por lo que atribuye su despido a un tema netamente relacionado con violencia de género, pues para ella en la empresa es más practico en conflictos laborales desvincular a personas de sexo femenino.

“Fueron muchos casos allá, de hecho, varios despidos se dieron dónde la que salió fue la mujer, porque si bien están prohibidas las relaciones dentro de la empresa se supone que el contrato debería terminarse a las dos partes, pero no, hubo varios casos donde empezaban esos chismes sacaban a la mujer, dejando al hombre como héroe”, explica.

Con la inspección realizada en ejercicio de sus funciones a los pocos días fueron despedidas varios empleados, “dentro de los cuales está uno muy cercano al sindicato que participó en el daño a mi buen nombre. Luego aparece lo que llaman algunos en la empresa ‘pasquín circular’, emitido por el sindicato en donde se afirmaba que yo era una acosadora, por lo que, al ver las acusaciones y el abandono de la empresa, llevo el asunto a inspección de Policía para cuidar mi integridad, pues también hubo amenazas de muerte por el procedimiento adelantado, manteniéndose la empresa en silencio”.

Tras este episodio, la denunciante argumenta que se inició una persecución en su contra y el acoso por parte de algunos funcionarios, la mujer argumenta que “era muy incómodo ir a la planta y que todo el mundo te mirara, que la gente murmurara de ti. No veían el trabajo de dos años y la empresa siguió ausente, reporte el caso al comité de Convivencia el cual fue cerrado casi de inmediato, sin embargo, no me sacan el mismo día porque debía entregar el cargo que sumadas cuentas es hombre, me trataron peor que alguien que roba”.

Ante esta situación, la abogada Adissa Alejandra Acosta Arévalo, defensora de la trabajadora, explica que han interpuesto todas las acciones legales, debido a que a su cliente no sólo la redujeron por su condición fe ser mujer, si no también le violaron derechos constitucionales como lo es un debido proceso.

“Este es un caso que ya está en conocimiento de la Oficina de la Mujer En Ciénaga Magdalena, oficina a la que la empresa no le respondió la intervención. Ella está muy afectada y no pide que la reintegren porque vivirá un infierno; pide el resarcimiento del daño moral por afectación a su buen nombre y que esa empresa no siga vulnerando los derechos de las mujeres que quedaron allí”, explicó.