HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Lágrimas de alegría y alivio en Nueva York 

Llorando de emoción, con gritos de alegría, bocinazos y golpeando cacerolas, los neoyorquinos celebraban el sábado la derrota de Donald Trump en este bastión demócrata que nunca consideró un hijo pródigo al exmagnate inmobiliario. 

Segundos después del anuncio, miles se agolparon frente a la Trump Tower en el corazón de Manhattan, en Times Square, Columbus Circle o la Grand Army Plaza de Brooklyn para celebrar la victoria de Joe Biden.

«¡Estás despedido!», gritaban a Trump, en alusión a los días en que el multimillonario conducía el programa de telerrealidad «El aprendiz».

«Estoy abrumado de alegría. Cada mañana nos sentamos aquí a desayunar y criticamos a Trump, así ha sido durante cuatro años. Conocemos bien a Trump de sus años en Nueva York, y es un sociópata narcisista. Lo odiamos», dijo a la AFP Bernie Jacobs, un profesor jubilado de 84 años, mientras comía bagels y tomaba café con sus amigos, cerca de la Trump Tower.

En la Quinta Avenida, frente al tríplex del mandatario en la Trump Tower, donde residía antes de mudarse a la Casa Blanca en 2016, se vendían como pan caliente gorros de béisbol rojos que leían «ADIOS» en español a 15 dólares.

PRECISAMOS UNIRNOS 

Los coches desfilaban en una marcha triunfal haciendo sonar sus claxones y agitando banderas estadounidenses, algunos con la canción «We are the champions» de Freddie Mercury a todo volumen, y los ciclistas levantaban el puño en señal de la victoria al pasar delante de la Trump Tower, cuartel general de la Trump Organization

«Es increíble que hayamos sacado a ese lunático de la Casa Blanca. Separó terriblemente al país. Precisamos unirnos otra vez. Pero Biden no la tendrá fácil, será duro», estimó Eve Grub, de 73 años, que vitoreba con cada claxon de los coches en Midtown Manhattan.

Catherine Griffin, de 47 años, lloraba de alegría junto a uno de sus dos hijos. «Estoy feliz de que Trump haya salido de nuestras vidas, esperemos que para siempre», afirmó.

«Que haya un poco de normalidad en nuestras vidas, y que mis hijos puedan ver a un ser humano decente a cargo otra vez, eso me hace feliz».

«¡Finalmente Biden ganó!», exclamó J.D. Beebe, de 35 años, director de una pequeña empresa en línea, mientras aplaudía a rabiar al caminar por la Segunda Avenida.

«Me regocijo de no tener que preocuparme cada día sobre qué ridiculez saldrá de la boca de nuestro liderazgo, honestamente», afirmó. /AFP

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